Enamorados de lo prohibido

Capítulo 54

Emilio

Por favor no me rechaces, por favor.

Lo único que se me ocurrió para calmar a Mía fue besarla, ella no me está correspondiendo el beso, necesito sentirla.

-Besame Mía, le digo con mis labios pegados a ella.

-No, responde.

Comienzo a besarle el cuello, ella toma una larga respiración, perfecto, le siguen afectando mis caricias.

-Por favor Emilio, suplica 

Me retiro pero sigo encima de ella, la miro a los ojos & veo que está a punto de llorar, pero también veo confusión, deseo.

-Dime que no quieres Mía, rechazame.

Veo como duda y entonces me toma de los hombros

-Te odio tanto por todo lo que me haz hecho, pero no puedo evitarlo, te deseo, aquí y ahora. Hazme tuya Emilio...

No espero ningún segundo más & la beso, está vez ella me corresponde, no es un beso dulce, es un beso desesperado, un beso de necesidad, joder hace un mes que no la besaba, la necesito tanto.

Ella comienza a tocarme por todo el torso, casi olvido lo bien que me hacen sentir sus caricias, comienza a desabrochar mi camisa, dejo que lo haga, tengo miedo de que la cordura vuelva a ella & se aleje, abre mi camisa & comienza a tocar mi pecho, empieza a dar besos por mi cuello, gimo, la extrañaba tanto.

Me quito la ropa en tiempo record & me acomodo entre sus piernas, ella sigue vestida. La miro a los ojos quiero que lo desee también ella.

-Dime lo que quieres que haga princesa, le digo

-Emilio, por favoooor, su voz se quiebra & entonces le quito el vestido, la observo, jodeeeer estoy más duro si es que se puede, necesito hacerla mía, quiero marcarla.

Comienzo a besar su cuello, siempre ha sido mi parte de favorita, mis ansías de querer que ella recuerde que me pertenece me hace sentirme un cavernicola, succiono la parte inferior de su cuello, está tan extasiada que ni siquiera lo nota, me alejo & observo el chupetón que le he hecho, me va a matar, pero viéndolo ahí, me hace sentirla mía, solo mía.

Vuelvo a mi trabajo de besarla, quisiera probarla hace años que no lo hago me parecen, pero en serio necesito sentirla, antes de que pueda reaccionar, me coloco en su entrada & la embiste de un solo golpe.

JODER.

-Oh mi dios Emilio, grita Mía.

Siento mi pene palpitar, ella es exactamente como la recordaba, húmeda, caliente, estoy a punto de explotar, tengo miedo de moverme. Ella parece sentir lo mismo, pero entonces comienza a moverse, pierdo el control & empiezo a encontrarla en cada embiste.

-Más rápido Emilio, más fuerte.

Su súplica me hace perder la razón, comienzo a golpear en ella más fuerte, siento como su coño me succiona, está a punto de venirse.

-Oh mi dios Emilio, yo, yo, yo

-Correte Mía, le ordeno

-Ah, ah!, Mía se corre, fuerte, como siempre.

Cuando su respiración se tranquiliza un poco más 

-Te amo, te amo tanto.

Y solo eso me basta para hacerme gozar, me vengo dentro de ella, la marco como Mía.

Mi Mía.

Una vez que estamos más calmados, yacemos en la cama, ella está recostada en mi pecho, mientras yo trazo círculos en su espalda, daría lo que fuera por estar siempre así con ella.

-¿Qué vamos a hacer? pregunta

-No pienses en eso princesa, disfrutemos de este momento.

-Justo antes de salir de la fiesta mi abogado llamo, dijo que mañana podríamos firmar los papeles del divorcio.

Maldición, ella aún quiere separarse de mi, solo pensarlo duele.

-Firmaré lo que quieras.

-¿En serio? se para & me mira a los ojos.

Aunque me parta el alma.

-Eso es lo que quieres, entonces lo haré.

-Gracias.

Comienza a levantarse de la cama, no quiero que se vaya, la tomo del brazo, ella se gira hacía mi.

-¿Qué pasa?

-No te vayas, pasa la noche conmigo, aunque sea una última vez.

Mi voz suena resignada, ella puede oírlo.

-Está bien, nuestra última noche.

Se coloca a lado mío, pronto cae dormida, me niego a dormir, se que nunca podré volver a tenerla, quiero recordar & tenerla conmigo todo el tiempo que pueda, mañana ella será libre de mi, no será mía jamás, la perderé.

Paso toda la noche viéndola, pensando en como voy a sobrevivir sin ella, sin su sonrisa, sin sus caricias, odio al hombre que vaya a tenerla, me da pavor de solo pensar que ella puede amar a alguien más, nunca pensé que podría enamorarme & perder de está manera, estoy destruido.

Suena mi reloj, son las 7.00 am. Mía comienza a revolverse, no quiero despertarla, quiero prolongar este sueño, parece que la suerte no lo desea & Mía despierta.

Me mira & entonces se levanta, entra al cuarto de baño & escucho la ducha abrirse, estoy tentado de entrar con ella, pero me abstengo. 20 minutos más tarde ella sale, como aún tiene ropa aquí se comienza a vestir, está es la última vez que estará aquí.

Joder, duele, duele mucho.

-Es hora de ir al juzgado.

Simplemente asiento & la conduzco hacía mi auto. Estoy tratando de manejar lento, no quiero llegar al juzgado, no me quiero divorciar. Por supuesto tengo que llegar, es hora de hacer esto.

Entramos & nos llevan a una oficina, llega el juez & nos habla de lo que implica separarnos, de como hay soluciones & todo eso. Cuando por fin llega el momento de firmar, siento morir.

-Por favor firme aquí Srita Guerrero, le indica el juez.

Mía me mira a los ojos & por un momento veo dolor & ¿súplica?

Ella baja el rostro & firma, mi corazón se hace pedazos.

-Ahora usted Sr. McAdams, el juez me ofrece la pluma & tomo.

Observo el documento, en cuanto lo firme ella será libre, libre de buscar a otro hombre, libre para enamorarse otra vez. Siento ganas de llorar.

-¿Sr? pregunta el juez

Lo miro & después veo a Mía, parece impasible, no alargo más la agonía & firmo.

-Muy bien jóvenes eso es todo, está oficialmente divorciados, son libres.

Sus palabras hacen estragos en mi. La he perdido, ya no es mía.

Mía se par & yo la sigo, me ofrece la mano para despedirse & entonces la atraigo hacía a mi.

-No hagas esto más difícil Emilio, dice contra mi pecho.

-Perdón por no ser lo suficientemente bueno para ti hermosa, hoy te dejo libre, lo mereces. Nunca olvides que te amo. Espero de todo corazón & aunque me parta el alma decirlo, encuentres a alguien mejor que yo, perdón por esperar que podrías perdonar mi error, tu amor no fue lo suficientemente fuerte, no te culpo, eres libre Mía, Te amo. 

La beso, la beso con todo el amor que tengo & que ya no podré darle, es mi beso de despedida, en el le estoy diciendo adiós a la mujer de mi vida, me separo & me voy.

Salgo del juzgado & siento ganas de llorar, hoy he perdido mi corazón, ella se ha llevado todo.