Capítulo XXX

16.8K 832 12
                                    

Mía

Quiero matarla, matarlo a el & a todos a nuestro alrededor, ¿cómo se atreve a venir? la odio, la odio.

-Mía tranquila, seguro que no se quedará mucho tiempo, me dice Cloe tratando de tranquilizarme, fui a contarle todo en cuanto vi al idiota de su hermano con la estúpida de Adeline.

-Cloe, ella sabe que no me cae bien ¿por qué está aquí?

-Por eso mismo, tratará de sacarte de sus casillas, pero no te rebajes, eres mucho más que esa tonta pueblerina, ¿ok?

Eso me deja más tranquila, evidentemente soy mejor que ella, más bonita, más sensual, más carismática & por supuesto mucho mejor vestida. El repasar todo esto hace que mi seguridad suba, no dejaré que nadie arruine mi noche. Entro de nuevo a la fiesta & puedo ver que todo está perfecto, hay demasiada gente aquí, incluso escucho que hay paparatzzis en la entrada ¡Todo mundo quiere estar aquí!

-¿Me extrañaste hermosa? me sorprende Dante abrazándome por detrás.

-Por supuesto guapo, hace días no nos vemos, le contesto juguetonamente.

-Lo se, estuve un poco ocupado, pero ahora soy todo tuyo.

-Menos mal, antes de voltearme hacía el, siento que alguien me ve, la sensación es demasiado fuerte, levanta la mirada & veo como a lo lejos Emilio me está viendo, a mi, solo a mi. Su mirada es intensa, su mandíbula está tan apretada que temo que se rompa, su ceño fruncido, ni siquiera parpadea ¿Que rayos le pasa? ¿Son celos? No tiene derecho a tenerlos el vino con la loser esa de su novia. Decido ignorarlo & me volteo hacía Dante, disfruta esto Emilio & entonces beso a Dante, fuerte, duro, salvaje.


Emilio

¡QUIERO MATARLA, QUIERO AHORCARLA, QUIERO AHOGARLA, QUIERO QUE DEJE DE BESAR A ESE PUTO HOMBRE!

Veo como Mía sigue besando al imbécil de Dante, mi rabia esta empezando a fastidiarme, no debería de importarme, debería de darme igual lo que esa chiquilla haga, pero demonios, quiero jodidamente ir a apartarla & llevarla a una habitación & perderme en ella toda la noche, para Emilio, no puedes.

Al fin los tortolitos se separan & veo que se dirigen a la pista de baile.

-¿Quieres bailar corazón? me pregunta Adeline llena de esperanza, pobre.

-Por supuesto.

Llegamos a la pista & la música que está sonado es un ritmo lento, Adeline no pierde tiempo & coloca sus brazos en mi cuello, no tengo más remedio que tomarla de la cintura, comenzamos a bailar & en la segunda vuelta me encuentro con Mía & Dante bailando también, solo que ellos mucho más pegados, no puedes ver donde terminan cada uno.

Trato de ignorar mi malestar  cuando veo que Dante le susurra algo al oído, en seguida Mía se va & Dante la sigue, ¿A dónde carajos van? ¿Qué no es obvio Emilio? me dice mi subconsciente, por supuesto, irán a tener sexo, solo con pensarlo mi bestia animal ruge & voy tras ellos, dejo Adeline en medio de la pista pero no la espero & salgo corriendo.

Voy hasta la habitación de Mía & me quedo detrás de la puerta como un maldito metiche, no logro oír casi nada, solo escucho como se están comiendo a besos, tranquilo Emilio, me digo a mi mismo.

Escucho como de repente paran cuando oigo decir a Dante ''Lo siento'', sale de la habitación mientras me escondo en la baño, una vez que se que se fue me dirijo donde Mía. Cuando entro Mía está de espaldas acomodándose el vestido, eso hace que mi enojo se eleve casi al millón.

-¿Olvidaste algo Dante? pregunta Mía aún sin voltear a la puerta.

-Soy yo, es lo único que se ocurre decir.

Mía gira abruptamente, puedo ver su cara de sorpresa, pero rápidamente la cambia.

-¿Qué haces tu aquí? ¿Acaso te perdiste? pregunta ferozmente.

-Necesitamos hablar.

-¿Así? ¿Sobre qué? 

-De nosotros, veo como su rostro cambia, creo que veo miedo, inseguridad, joder ni siquiera se que siento yo.

-No veo de qué tengamos que hablar Emilio, intenta salir de la habitación pero me atravieso.

-Nos pasa algo, le digo.

-Aquí no pasa nada, solo nos divertimos la otra noche, nadas serio.

Sus palabras me hacen enfurecer & la tomo de la cintura & la aprieto contra mi, maldición huele de maravilla.

-Suéltame, dice en casi un susurro.

-Entre tu & yo pasa algo & en este momento lo vamos a resolver, ¿quedo claro?

Intenta safarse pero mantengo mi fuerza, cuando deja de intentarlo queda a tan solo cm de mi rostro & la tentación puede más; la beso.

La beso con todo lo que tengo, me corresponde al instante, este beso es diferente a los demás, es consentido, puedo sentir cuanto deseamos ambos este beso Mía gime en mi boca & eso es suficiente para lanzarme por el precipicio, aprovecho su gemido para aumentar más la intensidad del beso, quiero besarla siempre, se siente tan bien, la deseo tanto, empiezo  a bajar mis manos hasta llegar a su trasero, entonces lo ahueco con mis manos & lo aprieto contra mi;

-Oh... Emilio dice Mía entrecortadamente.

-Las piernas princesa le digo contra sus labios. Mía entiende la indirecta & enrolla sus piernas en mi cintura. ¡MALDICIÓN! Su centro queda exactamente contra mi dura polla, puedo sentir lo húmeda que está, la quiero para mi. Cuando comienzo a meter mi mano debajo del vestido, siento como Mía se aparte, baja de mi & se separa.

-¿Qué pasa Mí... no término lo que digo porque siento como un dolor invade mi mejilla izquierda. ¿Qué carajos?

-Te advertí que nunca más me tocaras. Entonces Mía sale de su habitación, dejándome a mi ahí; solo, confundido, enojado & con una erección de la mierda.


Enamorados de lo prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora