Capítulo 29

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Escuchaba una hermosa canción de cuna sonando de fondo mientras su cabello era acariciado de una manera suave, sonrió satisfecho.

Pero un escalofrío le recorrió la espalda cuando todo vino como un carrete de imágenes a su cabeza; abrió sus ojos de golpe y se encontró en total oscuridad en el bosque, sus labios empezaron a temblar debido a la baja temperatura en la que se encontraba su cuerpo. No se escuchaba nada, solo sus dientes golpeándose entre sí debido al temblor.

— ¿Hola?... —Por supuesto, estoy solo.

Se levantó como pudo ya que sus piernas se sentían entumecidas, trató de ver a su alrededor, pero todo estaba muy oscuro, solo lograba ver algunas partes esclarecidas por la luz de la luna.

Empezó a dar pasos sin realmente saber hacia dónde se dirigía. Se detuvo nuevamente a mirar a su alrededor, sus dedos estaban doliendo, el frio se estaba haciendo insoportable, trató de avanzar, pero tropezó con la raíz de un árbol que sobresalía haciéndolo caer de rodillas.

—Ugh!... — golpeó con su puño la tierra en modo de frustración. —Maldita sea... voy a morir congelado. —Su mente empezó a inundarlo con recuerdos y detalles de aquella persona que al despertar por las mañanas le sonreía con dulzura... esa sonrisa que deseaba ver en ese momento, —Al menos quisiera que me sonrieras una última vez. —Una lagrima rodó por su mejilla.

—Yeol. — Se levantó con rapidez buscando la voz que lo llamo. —¿Bakkie?, ¿dónde estás?

—No ChanYeol, soy yo, Hyuna. — Éste giró su cabeza y logró ver una silueta a lo lejos, que, de hecho, estaba muy lejos. Se levantó para darse la vuelta y poder estar de frente.

—¿Hyuna?, ¿cómo es que estás aquí?

—Eso no importa, necesitas regresar, Bakkie te necesita. —ChanYeol caminó hacia la mujer con rostro preocupado, —¿Baek?, ¿Qué le pasó?

—Se lo llevaron, TaeYeon lo entregó al ángel de la muerte.

—¡No puede ser! ¿Por qué permitiste eso?

—Hice todo por detenerlos, pero no pude, así que por eso salí a buscarte, necesitas volver, cuanto antes.

—Estoy perdido, no se hacia dónde ir...espera... ¿Cómo me encontraste?, tu sabes por donde ir ¿verdad? — trato de buscar la mirada de Hyuna, pero el rostro de ella era lo único que la luz de la luna no tocaba.

—Ve por acá. —Hyuna levantó su mano y giró su cabeza en una dirección señalándole a ChanYeol que debía seguir ese camino. —Ve por aquí y no te detengas, no mires hacia atrás, por nadie.

ChanYeol asintió y caminó hacia donde la mujer le señalaba pasando a su lado. —Aún no me dices como es que lograste salir...— ChanYeol giro su rostro para ver a Hyuna, pero está ya no estaba ahí.

Las hojas de los árboles bailaron en sincronía con el viento, creando una melodía que dejaba un sentimiento de melancolía y vacío. —Hyuna estás...— el corazón de ChanYeol se estrujó y su preocupación creció. Sin esa mujer a su lado sabía que Baek estaba en peligro, ahora sentía culpa por haberle recriminado a Hyuna cómo había permitido que se llevaran a Baek, y entendía que el "Hice todo lo que pude" significaba que murió intentándolo.

Sus pies comenzaron un trote que se intensificaba sobre las hojas secas sobre el terreno, en cuestión de segundos estaba corriendo, el aire helado golpeaba su rostro y el nudo en su garganta se hacía más grande, rogaba que, si un Dios realmente existía, éste no permitiría que Baek desapareciera para siempre.

Las gotas de lluvia empezaban a acompañar al viento y la neblina empezaba a espesar, sus pies comenzaban a doler, pero no podía detenerse. No lo haría.

Von Gott VerlassenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora