capítulo 25

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Con paragua en mano y vistiendo de luto, ChanYeol escuchaba el llanto de la madre de aquel joven que decidió suicidarse. Miro tristemente al matrimonio, abrazados en busca de consuelo, y sintió una punzada de dolor en el pecho.

"No pude ayudarle."

Su mente susurraba con frialdad, sin compasión.

Las gotas caían tristemente sobre el lugar y sobre la caja en donde reposaba el cuerpo de Jaemin. Su madre siempre le dijo que cuando en un funeral había lluvia era porque el cielo estaba llorando un hijo suyo y que su alma iría en paz... Quería creerlo; era lo único que podía hacer por el chico ahora.

—Llego la hora de partir.

—¡Nooooo por favor! ¡mi bebé! — La madre del chico era sostenida por el esposo y por otra mujer —. ¡devuélvanmelo! ¡devuélvanmelo!

El padre trataba de ser fuerte, pero ver a su esposa en ese estado solo ocasionaba que su vista se abnegara en lágrimas.

—¡Es mío, es mi bebé! ¡ayúdenlo, sáquenlo de ahí!

ChanYeol observo toda la escena con un nudo en la garganta, tragándolo con fuerza. El cuerpo de Jaemin empezó a descender, hundiéndose en ese hoyo frio y oscuro. Su mente le jugo una broma pesada enviándole una imagen de BaekHyun dentro de ese ataúd. Un escalofrío le recorrió el cuerpo, dejándolo tieso como una piedra debido al terror que lo embargó.

—¡Noooo, Sáquenlo! ¡Sáquenloooo!

El grito saco de su parálisis a ChanYeol y observo como la mujer caía desmayada.

—¡Doctor Park ayúdeme! —el esposo grito por su ayuda mientras cargaba con una expresión de terror a su mujer.

ChanYeol lanzo su sombrilla y rápidamente quito su abrigo lanzándolo al suelo.

—acuéstela ahí.

El hombre hizo lo que se le pidió y ChanYeol se acercó tomando inmediatamente el pulso de la mujer. Abrió su maletín y saco de ahí algodón que remojo con un poco de alcohol, la mujer empezó a despertar lentamente, ChanYeol miró a su esposo.

—Llévela a su carro y trate que se tranquilice ahí.

El hombre la tomo en brazos colocando su abrigo en ella.

—Mi bebé... Dios, mi bebé—su llanto era suave, pero con dolor

—Oh, amor...cuánto lo siento...—abrazo a su esposa besando su cabellera en donde iban a parar sus lágrimas.

Los ojos de ChanYeol se desviaron de la escena sufriendo silenciosamente la muerte de aquel chico, se acercó lentamente a lo que ya se consideraba una tumba, leyó el nombre de Jaemin y nuevamente trago ese nudo que le estaba quemando.

—Señor Park. — ChanYeol observo al padre de Jaemin.

—Muchas gracias por todo.

ChanYeol sintió ese molesto nudo nuevamente dirigiendo su vista hacia la camioneta en donde se encontraba la mujer con la mirada perdida, totalmente vacía.

—De verdad lo lamento tanto... no pude hacer nada...

—Oh, no, Doctor Park, esto no fue su culpa, usted fue un gran doctor para Jaemin, lo que pasó es simplemente una prueba de que esta vida es tan efímera; un día te da felicidad y al otro simplemente te la arrebata. Nos muestra que debemos aprovechar nuestras vidas con quien la compartimos cada día como si fuera el ultimo día.

El hombre le dio una palmada en su espalda y silenciosamente caminó hacia la camioneta con su esposa, retirándose así de aquel lúgubre lugar. ChanYeol bajó su mirada hacia la triste tumba, una lágrima se deslizó por su mejilla y silenciosamente despidió a Jaemin entregándole su alma a las nubes.

Von Gott VerlassenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora