Von Gott Verlassen

Capítulo 30

FINAL

El sol estaba resplandeciente e iluminaba  todos los rincones del bosque con fuerza, era cálido,  dejaba una sensación de paz y armonía, era hermoso. Unos pies se apresuraron en subir aquellos escalones que dirigían a la gran puerta del centro médico. Entró al lugar observando todo a su alrededor con un poco de melancolía y disgusto, habían algunos aspectos que habían cambiado pero eran mínimos y por lo general seguía igual de opaco dejando un sensación de incomodidad e inquietud.

—Buenas tardes joven, ¿Cómo podemos ayudarlo?— la mujer lo observó con ojos aburridos, podía ver en ellos cansancio y poca empatía.

—Vengo a visitar a un paciente,— deslizó suavemente sus palabras para no generar un ambiente más pesado.

—¿Cuál es el número del paciente que viene a visitar?

—Paciente 661.— La tomó un libreto que parecía desgastado en las esquinas de tanto uso, esta levantó la ceja y lo miró por encima de sus lentes.

—Entiendo..., es el último día de este paciente aquí— la mujer colocó el libro nuevamente sobre la repisa que los separaba y extendió un lapicero junto a su tinta— firme en esta línea, después una enfermera lo acompañara al último piso, la cuarta habitación es la del paciente 661.

—Muchas gracias, — dijo con un leve asentimiento de cabeza.

Le entregaron un carnet de visitante y una enfermera lo acompañó caminando delante de él para que no se perdiera en el enorme lugar, "como si no conociera el lugar incluso mejor que ella" pensó.

Vio la enorme escalera de caracol y sintió que se saltó un respiro  al no poder evitar pensar en todas las cosas horribles que sucedieron ahí hace 5 años, como todo se había colapsado dejando pacientes que él cuidaba muertos y otros perdidos en el bosque, encontrándolos ya sin vida después de días de búsqueda debido a los grados que descendieron más de lo debido ese invierno.

—Es por aquí, una vez que esté dentro observaras un botón rojo cerca de la puerta, en caso de que el paciente se ponga agresivo puedes llamar a cualquier enfermero con ese botón, aunque este paciente nunca ha sido agresivo, pero no debemos confiarnos.

—Está bien, no hay ningún problema... le agradezco su ayuda. — La enfermera le sonrió y se alejó.

Miro por la ventana transparente de la puerta encontrando con sus ojos al hombre sentado en una silla mirando al exterior por la ventana de la habitación, respiró hondo y le hizo una seña al enfermero para que abriera la puerta la cual rechinó un poco.

Se acercó lentamente hasta posicionarse al lado derecho del chico, lo observó de perfil y sintió una punzada de tristeza que lo invadía en el pecho, miro al frente soltando un suspiro la respiración que estaba conteniendo sin darse cuenta  y decidió hablar, — el día es lindo afuera...— mencionó, pasando sus ojos por la bonita vista de afuera.

—Lo es...— la respuesta fue casi un susurro.

—ChanYeol... sabes porque estoy aquí, creo que es momento de que nos vayamos... tus amigos, Jongin y su pareja te están esperando, ellos dijeron que te cuidaran muy bien.

—Sabes que no me iré de aquí sin él, se lo prometí... es nuestra promesa.

—Pero sabes que eso no es posible, Baek...

—Lo sé, puedo escuchar esa risa retumbar en mis oídos como si hubiera sido ayer...— Los ojos de ChanYeol empezaron a temblar ante el recuerdo mientras su labio temblaba tratando de retener la  lágrima que inevitablemente bajó por su mejilla,  apretó su labios para contener el jadeo que se asomaba por su garganta.