Capítulo 28

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BaekHyun escucho una tos descontrolada, podía sentir que estaba desgarrando la garganta de quien la emitía. Intentaba abrir sus ojos pero sentía las pupilas pesadas, demasiado pesadas.

Aquella ronca y seca tos continuaba, pero su cuerpo no reaccionaba.

"Maldición, creo que no podré por más tiempo"

Reconoció esa voz así que obligó a sus párpados a levantarse lentamente. Al abrir sus ojos, sus pupilas buscaron enfocar su objetivo, aún veía borroso pero pronto esto se fue aclarando hasta dar con quien quería ver.

El cuerpo delgado de aquella mujer fue lo primero que logró enfocar. Hyuna acariciaba su pecho para tratar de calmar aquella intolerante tos.

—Hyuna...—La voz se quebró un poco debido a la resequedad que tenía su garganta.

La chica giro su cabeza y miro a su amigo sorprendida.

—Baek...— habló dulcemente pronunciando su nombre con cariño, se acercó hasta la cama y tocó su cabeza —¿Cómo te sientes?

—Estoy bien, Hyuna... ¿Tu tos ha empeorado?

—Me alegra saber que estas bien, ¿quieres un poco de agua?

—Claro...— BaekHyun se sentó y la mujer le dio un vaso de agua, este dio un pequeño trago y luego observó a la mujer. —Tu tos... ¿Cuál es el problema, dímelo?

—No tienes que preocuparte Baek, simplemente estaba fumando y el humo resecó mi garganta...

Los ojos de BaekHyun se llenaron de lágrimas, acercando su mano hasta la comisura de los labios de la mujer limpiando así restos de sangre que había sobre ellos. Ella observó los dedos manchados de sangre y sus ojos también se llenaron de lágrimas.

—Es...es, tube... tuberculosis Baek...— dijo entre lágrimas.

—¿Por qué no me dijiste nada Hyuna...? ¡Mierda!

—Perdón, Baek... perdóname— el joven abrazó a la chica y esta únicamente se encogió en los brazos de su amigo.

Ambos lloraron mientras se abrazaban, BaekHyun giro su rostro hacia la ventana, viendo como descendía la lluvia por su cuerpo cristalino. Sintió su cuerpo oprimirse con un dolor desgarrador. La mujer en sus brazos... la amaba, ella fue su escape en aquel siniestro lugar, ella le dio un poco de luz en toda su oscuridad, ella pudo alimentar su alma.

Dejó salir un gimoteo cargado de dolor y angustia, él sabía, ya sabía que iba a pasar ahora...

—Oh Baek... perdóname, perdóname por favor. — la mujer fue quien lo acurrucó en su pecho, dejándole llorar lastimosamente.

—Te amo mucho, Baek, y deseo que salgas de aquí, debes salir de aquí.

—Voy a llevarte conmigo, Hyuna... no puedes morir aquí, ¡no aquí!

Con sus delgadas y finas manos tomó el rostro de aquel frágil hombre, limpió sus lágrimas y le sonrió suavemente. —No importa donde sea Baek, al final la muerte será un escape donde quiera que yo esté.

—Esto es tan injusto...— sus ojos no dejaban de bañarle las mejillas de agua salada.

—Byun BaekHyun... la vida siempre fue injusta, desde el momento en que nacemos hasta el día en que morimos, pero depende de nosotros el tomar esas injusticias y volverlas nuestra mejor arma para salir adelante.

—Pero vas a morir...

—La muerte es simplemente un desprendimiento del cuerpo físico, como la mariposa que sale de un capullo... Es como quitarse el abrigo de invierno cuando llega la primavera...

Von Gott VerlassenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora