EVANGELINE.
Toda la escuela se queda en silencio. Cada una de las personas que teníamos al frente está atenta a nosotros.
Demonios.
Quiero que la tierra se abra y me trague. Lo necesito. ¿Por qué no solo se cayó? ¡¿Por qué tuvo que llegar a su cara?!
Maldito libro. ¡Agh, mierda, mierda, mierda!
Boto un suspiro. Miro a Niall pálida de la vergüenza mientras me reprendo por dentro, me sentía igual que la jodida basura de la suerte.
Niall hace una mueca por el dolor, realmente eso había sido doloroso. Entrecierra los ojos y comienza a mirar el piso para buscar sus gafas que se habían caído. Toca su cara con cuidado y comprueba que todo en ella está bien.
De pronto, el silencio se quiebra por las risotadas de la escuela. Eran burlas muy crueles y dolorosas, aparte de que iban dirigidas al pobre de Niall.
-¿Viste cómo le llego en la cara?–Se burlaun chico. –hasta que se casó las feas gafas. –decía una chica también riendo. –deberían golpearlo más a ver si ahora queda lindo.Millones de estupideces salían de sus bocas. Parecía que la humanidad nunca hubiera evolucionado, parecía que ninguno de ellos supiera lo que era colocarse en el lugar del otro.
Volví en sí y recogí sus lentes del suelo. No estaban rotas, así que no debía arrepentirme por otra cosa. Me acerco a Niall pero Louis se interpone entre él y yo. Me quita las gafas con brusquedad y con una mirada fulminante sobre mí, tomo a Niall del cuello y se lo llevo.
De verdad, no había sido mi intención.
Las risas cesan cuando los dos chicos desaparecen. Yo quedo en medio del pasillo sin saber qué hacer. ¿Por qué no se reían de mí? ¿Por qué se sentían con el derecho de molestarlos? Si tan solo no hubiera corrido, nada de esto hubiera pasado.
A veces debería pensar las cosas antes de hacerlas, o si no, seguiría dándole problemas al pobre de Niall.
Tal vez, ya debería pasar a la segunda parte de ese primer paso, por que llamar su atención había sido un total fracaso.
Cabizbaja, camino hasta el árbol donde siempre nos sentábamos con mis amigos. Esta vez, solo estaba Liam y Harry.
-Hola chicos. –saludo llegando y sentándome entre medio de mis dos hermanos.
No saludan, si no, me miran esperando las noticias de mi reciente vergüenza.
-Otro fracaso. –conteste a sus miradas. –el libro llegó en su cara.
Me apoyo en el hombro de Liam y miro a Harry. Se le nota a distancias que quiere reír. Pero inesperadamente no es le rulosos quien ríe, si no, Liam.
-Hu-hubiera estado ahí. –dice riéndose.
Harry también se le une y naturalmente, estoy entre dos chicos que se burlan de mí.
-Ya me imagino tu cara Evangeline. –río Harry.
Hombres que no entiendes la vergüenza que estaba pasando, pero aunque no fuera creíble, yo también comencé a reírme. A veces deberíamos aprender a reírnos de uno mismo, así veríamos las cosas de manera diferente, algo más alegre.
-¿Y ahora qué harás? –preguntó mi hermano. Ya estábamos algo más calmados.
-Trataré de hablarle, ser su amiga.
-¿Y crees que podrás? Después de todo, debe estar odiándote.
-No le digas eso, Liam. –defendió Harry. –Tu solo inténtalo.
-Sí, lo haré.
Los tres quedamos en silencio después de eso. Como siempre, nos recostamos en el césped y apegamos nuestras cabezas mirando al cielo. Era necesario para que cada uno de nosotros nos despejáramos un momento de la caótica escuela.
A veces cada uno de nosotros teníamos nuestros problemas. Harry era uno de los que tenía más problemas de los cinco; hace ya un año que tenía problemas sobre su condición sexual. A veces se frustraba y salía en las noches a caminar sin rumbo, o a veces me iba a visitar a mi casa solamente para llorar. Lo cierto era, que Harry es un gran chico. Luego estaba Elena, sus padres eran muy sobreprotectores y no la dejaban hacer nada, haciéndola así una buscadora de la libertad. Para nosotros ella era el espíritu libre, siempre nos da consejos para saber apreciar esa libertad que cada uno tiene. Elena era espectacular. Luego estaba Liam, quien todos sus problemas los reprimía y se los guardaba, pudriéndose por dentro, nadie sabía mucho sobre sus problemas, pero yo era la única persona que lo había visto llorar. Y por último estaba yo, y no tenía ningún problema serio, pero a veces el ser testigo de los problemas de los demás también me salía afectando.
Yo era su cofre de desahogo, yo siempre estaba para ellos sin importar el qué, pero aunque quería negarlo, eso también me afectaba.
Pero ahora ahí estaba mi problema, mi reto, mi meta, mi Niall.
Nota del escritor:
Bueno, espero les este gustando todo lo que va de novela :)
Y les guste Evangeline
Las quiero.
Paloma+LoveAndPeace
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"En tres pasos" (N.H)
Humor"En tres pasos" La soñadora Evangeline creía que en solo tres pasos podría enamorar al chico que más añoraba en sus años de escuela. ¿Acaso alguna vez podría tener las agallas de poder hablarle al pobre marginado? Una chica soñadora, extraña y dive...