C A P Í T U L O 22

526 47 6
                                    


EVANGELINE.

-Yo iré por Niall, tu ayuda a nuestros padres en la cocina.

Después de un largo día sin hablar, sin sentir su presencia, Liam abre la boca solamente para decir lo que menos quería escuchar. Ya conocía a Niall, y la presencia de Liam lo traía muy incómodo. ¿Cómo ahora, tan impulsivamente, le llegaban ganas de ir a recogerlo?
-No bromees Liam, yo iré por Niall -advertí dejando unas cajas al costado de la cocina.
Liam traía tres más. Las acomodó a un lado de las mías y me miró, con su típica expresión seria.
-Lo haré yo. -dijo. Se volteó en sus talones y camino hasta la salida, dejándome parada, con las palabras a media lengua.
-No, esto comenzará mal, lo sé. -exclamé en voz alta, resignándome al cabeza hueca de mi hermano. -diosa Tiques, apiádate de mí buena suerte.
-Somos cristianos Evangeline, recuérdalo. -habló Calvin, quien estaba preparando los bistecs a unos escasos metros.
-Pero José tiene creencias Judías y Liam es ateo. Yo creo en la mitología griega y tú...
-Y yo soy cristiano. -mi padre se calló unos segundos, reflexionando-, en realidad..., ni siquiera puedo ser cristiano porque soy gay.
- ¿Recién vienes a percatarte de eso?
- ¿Y por qué no le dijiste antes a tu padre? Ahora entiendo por qué no pude entrar la última vez...
- ¿Y seguías yendo después de casarte?
-No, hace cinco años que no voy.
Lo mire divertida y reí.
-Eres tan tonto papá.
-Si yo soy tonto, tú también lo eres cariño.
-Eso lo tengo más que claro. -volví a reír. Papá se unió a mi sinfónica risa.

La puerta de la cocina se abrió y la silueta de José se asomó hasta la mitad. Nos miró sonriente.
-El último comensal ya se fue, así que debemos preparar las mesas y estará todo listo para la cena.
Asentí.
-Yo las arreglo. -ofrecí acomodando la última caja de verduras y yendo dónde José.
-Bien, yo terminaré con esto. ¡José, ayuda a tu hombre a terminar!
-Sí lo señora habla, hay que obedecer ¿no?

José entró a la cocina y me dio paso para salir. Mis padres se llevaban muy bien, yo por mis creencias lo relacionaba a sus signos zodiacales, Liam le decía destino.
Salgo de la cocina y me encuentro con Jace quien se estaba preparando para dejar el restaurante. Me vio llegar y sonrió.
-Así que... ¿Una cena familiar? -insinuó mirándome descaradamente con una sonrisa burlona.
-Sí calvito. -reí sobando su calvicie. Ya estaba próximo a los veintidós años y por razones del corazón, se había rapado el pelo. Seguramente creía que eso sería un cambio en su forma de vivir.
Yo lo haría algún día.
- ¿Y no me lo presentarás? -preguntó abrochándose sus zapatillas.
- ¿A quién? -repliqué confundida.
-A tu novio.
- ¿A MI QUÉ? ¡JA, JA, JA, JACE! ¡YO NO...!
-Llegamos. -Se escuchó desde la puerta.

Junto a Jace miramos hacia la entrada, eran Liam y Niall con expresiones serias. El ojiceleste venía con las manos hundidas en sus bolsillos y mi hermano, con la mirada desviada de su acompañante, como si no le agradara su compañía.
- ¿eh? -exclamé confundida mientras llegaban. Habían pasado casi cinco minutos, y su casa estaba a quince del restaurante. ¿Cómo?
-Lo encontré camino a su casa, por eso llegamos pronto.
-Eh... ¿Así que este es?
Niall se aproximó a Jace y estiro su mano, ofreciendo un saludo.
-Mi nombre es Niall Horan, soy amigo y compañero de Evangeline.
Jace correspondió el gesto con gusto, pero más apretado de lo que esperaba.
-Sí es así como se les llama a los novios ahora, me parece bien. -Jace, cállate. Asombrado dejó salir un "woha" de sus labios-. Quién diría que los gustos de Evangeline son algo...intelectuales. Perdón, me presento, soy Jace Finnegan, trabajo aquí con los padres de tu novia. -sonrío malicioso.

Niall reacciono de forma en que sus mejillas se prendieron del color carmesí y lo único que reacciono, fue a asentir.
-Oh Jace, mira la hora.-dije fingiendo sorpresa. Sonó extremadamente fingido, y hasta Liam lo escuchó así.
-Sí, sí, ya me voy.
Tomó su bolso y por costumbre, llevó sus manos hasta su cabeza para arreglar su cabello, al recordar que no tenía, bajo sus manos disimuladamente.
-Eres calvo Jace. -comentó Liam aún presente.
-Lo sé gordito, lo sé.
Los tres reímos, Jace parecía ser nuestro perdido hermano mayor, desde que tengo memoria del restaurante él trabaja aquí. Se mueve de la caja, hasta la cocina y desde ahí, hasta camarero. Es hijo de la mujer que prestó su útero para que naciéramos, pero los tres sabemos que ninguno es hermano del otro, por sentido común. Nuestros padres son viejos amigos cómo ahora lo somos nosotros, pero mis padres y la de él nos tratan como si fuéramos todos hermanos.
-Jace...-digo antes de que dejé el restaurante.

Se gira hacia mí.
-Saluda a Daphne de mi parte. -asiente y se vuelve a girar.
-lo haré. ¡Nos vemos!

Se escucha el sonido de la puerta cerrarse y los pasos de Jace alejándose. Seguramente algo había pasado entre Liam y Niall, porque ninguno evitó que el silencio siguiera. Bote un suspiro y caminé hacia los dos. Los abrazo por los hombros y acerco sus cabezas a la mía con brutalidad.
- ¿Q-Qué haces Evangeline? -Se queja Niall.
-Ya vas a empezar. -reclamó Liam.
-Señoritos, tendremos una cena familiar, así que compartan con el ruido y hablen. Yo tengo que ordenar las mesas antes de la cena, así que, también podrían ayudar.
Niall, resignado, calló pero no se negó. En cambio Liam se soltó de mi brazo y camino hasta las mesas.
-Esto lo hago porque siempre ordeno mejor que tú.
- ¿Eehh? -exclamé ofendida. Solté a Niall- probemos quien lo hace más rápido.
-Te reto.
-Trato hecho.

Rápidamente comencé a ordenar la mesa que daba al ventanal de la calle. Esta era grande, así que saque las migas, las sobras y dejé las sillas debajo de la mesa. Miré mi obra y había quedado perfecta. Miré también la de Liam y por pequeñas diferencias, no estaba igual a la mía. Pero acabamos al mismo tiempo.
- ¡te ganaré esta vez Liam!
- ¡ya lo vere...!

Nos detuvimos, boca abiertos.
Tres mesas aparte de las que habíamos ordenado estaban relucientes, con todas las sillas arriba y ubicadas perfectamente derechas. Liam dejó escapar un gruñido.
- ¿Qué eres? -preguntó mi hermano caminando hacia la mesa siguiente-. Parece que puedes hacer todo bien.
Niall, impresionado por lo que mi hermano estaba diciendo, sonrojado, esquivo su mirada.
-Solo sirvo para estudiar y limpiar; no sirvo como hombre-dice como si estuviera acostumbrado a recitar esas líneas. Dejo los paños a un lado y tomo de su mano, sonriéndole.
-No digas eso Niall, porque para mí ¡eres el mejor hombre que he conocido!
- ¿E-En serio crees eso? -por un momento, sentí que sus ojos brillaban. Pestañeo y lo vuelvo a observar. Solo una ilusión.
-Claro. -Sonreí mostrando mis dientes. - tú, mis padres y Liam son los mejores hombres que existen en este mundo. -Me acerqué cuidadosamente hasta su oreja-, y no quiero que olvides que te lo dije.

Vuelvo a alejarme. Amaba la forma en la que sus mejillas podían sonrojarse más de las que ya eran. Un ser demasiado tierno para mi corazón femenino.
-Sí, y yo sigo aquí, así que eviten contacto físico. Gracias.

Ninguno de los tres volvió a pronunciar palabra hasta que estuvimos sentados, todos junto a la mesa. Mis padres juntos a un costado, Niall y yo en el otro costado y Liam, en la punta.
El aroma de la comida era tan provocativo que mis dedos no podían evitar tratar de tomar el arroz en sus manos y comer como un caníbal, pero me resistí, solo porque estaba Niall presente.
Gracias por la comida.
Pronunciamos todos excepto Niall antes de comer. Sus ojos viajaron de un lado hacia otro sin saber qué hacer, porque el no saber la costumbre de una familia siempre era muy incómodo. Reí por Niall y comí, dándole una pequeña señal de que solo debía comer.
-gracias...por la comida...-susurro antes de darle una cucharada al arroz de mis padres.
Éramos los Wright, sorprendidos otra vez por lo lindo de Niall.
- ¡Ya comienza a ser parte de la familia! -exclamó Calvin observándolo comer.
-Siempre tan precipitado Calvin. -Agregó José, sirviéndose un gran bocado desde su plato -, ¿Cómo está la cena pequeño?
El rostro de Niall estaba gacho, sin mostrarse. Sin darnos cuenta, de golpe, lo levantó, tal vez, expulsando estrellas desde los ojos, que parecían reventar de tan dilatados.
- ¡¿Eh?! -exclamamos los cuatro, sorprendidos.
-Niño, niño ¿estás bien? ¿Necesitas algún doctor? -preguntó alterado José.

Niall negó y río ligeramente. Mis ojos ya no podían mirarlo de tan lindo que era, lo único que deseaba en ese momento, era tomarlo y llenarlo de besos por toda su cara. No soltarlo y dejarlo sin respiración, pero de nuevo. Evangeline, cálmate. Lo matarías... lo matarías. Bajo la cabeza hasta la mesa, resistiéndome con todas mis fuerzas. ¡ES DEMACIADO LINDO!

- ¡EVANGELINEEE, PARECE QUE VAS A EXLOTAR! -Gritó esta vez Calvin, apuntándome.
-E-Estoy bien... solo tuve una crisis.
Incorporándome, por debajo de la mesa, Niall tomo de mi mano.
¡No, mi corazón no aguanta esto! ¡Dios, dios! ¡Aireee!
Lo miro con fuerzas ocultas. Mira la comida, atento; hasta que por moverse ligeramente hacia la derecha, sus mejillas delataron un rojo profundo. Moriré.

¡Plam! Suena por el impacto de mi cabeza en la mesa.
- ¿E-Esta bien?
-Papá ¡No está respirando!
- ¡Niall por el amor de dios, dale respiración boca a boc...!
- ¡ESTOY BIEN, ESTOY BIEN!

Seguimos comiendo. Mis crisis por lo lindo que estaba siendo Niall (sin que él se enterase de lo que producía en mí) disminuyeron en cierto modo. Su mano soltó de la mía y siguió comiendo, encantado por la obra de mis padres. Me gustaba verlo así, sin ese entrecejo fruncido y los labios caídos de tan serios. Parecía ser un niño pequeño, encantado por las nuevas cosas que descubría.
- ¿y cuantas veces se han besado?
- ¡PFF! -Escapó la bebida de mis labios llegando al rostro de Liam.
- Pagarás por esto Evangeline. -advirtió mi hermano, mientras la bebida caía por su mandíbula hasta el suelo.
- ¿Porqué de pronto preguntan eso?
-Solo queríamos ver tu reacción, hija. Veo que lo pasan haciendo como para que estés tan roja.
-coff, coff -Esta vez tosió Niall, tapando su boca.

Ya está, que en el cielo me recibiera pedro que ya me estaba muriendo. Mis dos padres rieron por nosotros. ¿Era tan gracioso humillar a sus hijos de esa manera?
Dios... que la tierra me tragara por favor.
-En realidad, solo nos hemos besado una vez, y abrazado cuatro veces. -dije Niall serio, como si se tratase de un tema severo.
¡CALLATE! ¡NO CAIGAS EN SUS JUEGOS NIALL!
-
Oh... pero que tímida es mi hija ¿no cierto?
-En realidad... somos los dos iguales de ingenuos.
- ¿¡Evangeline!? ¿Ingenua? -Rio José-. ¿Sabías que de la primera persona que se enamoro fue una mujer?
- ¡Y que te dio por soltar la legua papá! -exclamé tapando mi cara. -sabes muy bien que iba en el preescolar, y Jace tampoco cuenta porque fue el primer chico que conocí que fuera mayor, así que era extremadamente obvio que me enamoraría de él a las doce.
-Eso es cierto Niall, tú eres el primer chico del que se enamora en serio. No le creas a José, esta algo celoso.
-Claro que lo estoy.
- ¿Y tú Niall, con cuantas chicas haz salido? -Liam preguntó, malicioso.

Niall bajó la mirada, avergonzada.
-Su hija es la primera amiga que tengo.

Ni siquiera somos amigos porque siempre discutimos, pero prefiero ser eso a nada.
- ¿La primera? ¿Y solo tú amiga?
-Es la primera... yo, a mí... nunca me llamó la atención el amor, o eso. Bueno, hasta que Evangeline me dijo algo muy cierto.
-Mi hija fue la primera en enamorarte ¿eh?
-s-sí señor. -respondió a Calvin.
-Me parece bien.
-Louis consiguió ayudarnos mucho ¿no es así? -agregó Liam acomodándose en el asiento.
-Sí.
- ¿Louis? ¿En que ayudó Louis?

Liam y yo compartimos miradas cómplices.
-Louis me ayudó a conquistarte... con él hablé para acercarme a ti. ¿N-No te molesta?

Niall guardó silencio, mientras miraba sus manos, serio.
- ¿En serio hicieron eso? -preguntó mi papá.
Era lo peor. Ahora Niall estaría enojado por haber conspirado con sus sentimientos y...
escuché su risa.
-No saben cuánto me cuestioné por pensar que Louis estaba enamorado de ti.
- ¿¡e-en serio?!
Niall asintió.


Pasado eso, seguimos hablando de nuestras vidas y futuro, Niall deseaba estudiar medicina y yo me quedaría con el restaurante de mis padres, como siempre me gustó. Los minutos parecieron alargarse para poder disfrutarlos, y así fue, mis padres y todos los disfrutamos. Mis padres y Liam ingresaron a la casa después de llegar, pero yo y Niall esperamos afuera, sin tener una razón.

-yo debo irme, Evangeline.
-Ojalas no tuvieras que irte.
-No digas esas cosas tonta, te vez tan linda que solo quiero besa... tsh, siempre hablo más de lo debido contigo.
-Está bien para mí, pero...como somos algo así como novios ¿no deberíamos besarnos?
Los ojos celestes de Niall me miraron, choqueados.
-Tú ¿tú quieres besarme?
-Siempre que te miro quiero besarte.
-E-Entonces bésame. - exclamó nervioso cerrando de golpe los ojos.

Sorprendida, observo su rostro con los ojos cerrados, seguía siendo lindo. Mis manos tomaron de su nuca y lo atraje hasta mis labios, pero centímetros antes de hacerlo me detuve. Mis manos no aguantaron mucho y cayeron, temblorosas. Mi corazón dolía de tan palpitante que estaba y mis piernas parecían flaquear. El poder cumplir un sueño me llenaba de nuevas sensaciones.
- ¡Niall, idiota! -dije alejándome centímetros de él. -No puedo besarte así...es, ¡es muy vergonzoso!
- ¿Eh? ¡Yo soy el que tiene los ojos cerrados como un tonto!
- ¡vergonzoso, vergonzoso! -grité como una niña pequeña.
- ¡Entonces te besaré yo! -gritó acercándose, pero de tan repentino acto, nuestras frentes chocaron.

Vergüenza, más dolor de cabeza.
Que bien.
- ¡Me voy! -gritó dándose la vuelta, ruborizado.
- ¡Yo también!
- ¡Que duermas bien!
- ¡Mañana nos vemos, tonto!

Entre a la casa, con las mejillas coloradas y corrí hasta mi habitación. Nunca en mi vida había tenido las mejillas tan calientes.








Se que fue más de una semana, y sé que no es algo muy fantástico, pero estoy tan seeeca. Asumo toda mi responsabilidad como escritora, ¡discúlpenme!

Admito que no me gustó mucho el capítulo, pero espero que a ustedes sí.

las quiero mucho.









"En tres pasos" (N.H)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora