C A P Í T U L O 28.

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    C A P Í T U L O 28.

Navidad y año nuevo habían sido ya algo del pasado. Las clases volvieron a comenzar, y mis compañeros de clase, seguramente afectados por la atmósfera de año nuevo, pretendían cambiar sus personalidades que hace un mes tenían. ¿Cómo cambiar siendo que lo único que en realidad venía era otro ciclo? Otro año dónde las personas crecían, el mundo se llenaba, y nos pudríamos como humanos. Pero griteríos necios, silencios sabios.

Y yo, persona en este mundo, me rendí de cierta forma a seguir luchando por amor... por un tiempo, tal vez. No lo sé. Mis calificaciones las había dejado algo secundarias, y a mis amigos, lo mismo. Así que, después de no ver a Niall por dos semanas, mi cerebro había quedado en un acuerdo con mi corazón. El sufrimiento y la excitación no se fundirían con mis rangos académicos. Aun cuando no seguiría estudiando después de la escuela, merecía destacarme, porque podía.

Así que decidí conversarlo con el que ahora estaba siendo el todo de mi corazón. Camine desde mi salón hasta el suyo y le espere apoyada a la pared a un lado de la puerta. Había tenido la suerte de salir unos minutos antes haciéndose la oportunidad perfecta para hablar con él.

Necesitaba conversarlo. Después de la charla que tuvimos en la feria, me preocupaba ser un estorbo para el futuro del rubio. Lo veía en sus ojos. Él quería ser una persona destacada, inteligente, seguramente llena de conocimientos, y yo no era una mujer erudita de ese lado de la calle, lo mío era lo espiritual, lo filosófico. Y siendo así de diferentes, debía darle el paso a Niall para que él descubriera el mundo con sus propias manos, y no siendo guiadas por las mías.

La puerta se abre de pronto, haciéndome salir de mi trance. Veo a Louis y me saluda con un achinamiento de ojos, le devuelvo el saludo, sonriéndole. Después, el que sale es Niall, con su cabello totalmente desordenado y acompañado por un grandote que no se me hacía por ninguna parte conocido.

Por inercia, frunzo mi ceño.
—Niall —. Le llamo sin dejar de apoyar mi hombro a la pared.
Este se voltea a verme y se sorprende. No sé cuándo dejara de hacerlo. Cada vez que me ve cerca de él, se sorprende, como si no estuviera acostumbrado a que le hablase.

—Evangeline —. Me responde, forcejeando con el chico que lo acompañaba.
Me acerco a ellos.
— ¿Evangeline? —Pregunta ahora el pelinegro de su lado. — ¿Es ella la chica que mencionabas en el mensaje a tu mamá?
Niall se volteó repentinamente a él, quemándole con la mirada.
—No es... asunto... tuyo ¡Deja ya de apretarme el cuello! —vociferó Niall, apartándose.
—Solo lo vi de casualidad, no te enfades. Bueno, debo juntarme con mi novia así que ya me largo. —el muchacho soltó a Niall y con una sonrisa burlona, se me acerco. —cuida de este zopenco. Es una gran persona, pero no a muchos les agrada eso. ¡Bien, adiós!

Dejándonos atrás, el muchacho, aún incognito para mi cabeza, desapareció por el pasillo.
Reí fuerte.
—Saliendo con la mamá de la clase —seguí burlándome. —tenías a un gorila de guarda espalda.
—Si vienes a burlarte, es mejor que desaparezcas de aquí. —comentó Niall caminando, como siempre, sin esperarme.
— ¿Hasta cuándo dejara, el señor rey de las matemáticas, de ofenderse cada vez que le hago una broma?

Me adelanté, e incline en frente de él.
— ¿O deberá esta fiel caballera, pelear con un dragón (o dos) —murmuré— para que por fin te rías?

Niall dejó salir un suspiro de sus labios, aceptando lo erróneo que era con sus actitudes.
—Aun no me acostumbro a saber que eres mi novia. —comentó avanzando otra vez, pero ahora, más lento, como si esperara mi llegada.

Mi cuerpo entero se volvió a animar.
— ¿Es por eso que te sorprendes cada vez que me vez?
—Lo has pillado.
—yo solamente estoy feliz de que seas mi novio.

El rostro de Niall fue cubierto completamente por un libro de matemáticas avanzadas, siempre haciendo eso cada vez que se sonrojaba. Me encantaba.

— ¿Podrías decirme la razón a esta repentina visita? Recuerda que estudio en los recesos y...
—Solamente quiero hablar contigo. Pensé mucho en sobre lo que hablamos en la feria y, claramente aún hay un tema de conversación seria entre nosotros.
—Entiendo.

Niall se detuvo en seco. Y se giró hacia el lado contrario al que caminábamos. Tomo de mi mano y con el paso más apresurado del que ya tenía, nos encamino a las escaleras. Subimos y subimos hasta el tercer piso, que al final del segundo corredor tenía una puerta.

"EXCLUSIVAMENTE PROHIBIDO EL PASO PARA LOS ALUMNOS".

—Seguramente no has leído eso, pero dice "prohibido el paso".

Advertí al momento de ver que Niall se detenía al frente de la puerta del segundo corredor, con el cartel más grande de todos los carteles del colegio.
—Recuerda a quien le estas diciendo eso. —comentó sacando una llave desde un bolsillo escondido de su pantalón.
— ¡No me digas qué...!
—No te emociones.
— ¡Por dios, es lo que creo!
—Vamos, ya abrí, entra.
— ¡Esto es real!
—Dios, dame paciencia.

La puerta llevaba al lugar más misterioso de la escuela, subiendo otros escalones más, la azotea. Muchos llegaban a contar leyendas sobre ese lugar, pero quién diría que Niall era un alumno con la llave de ese lugar.

El paisaje nublado, utensilios amontonados, ventiladores, pero al final, casi llegando al borde, había una banca de madera. Sola, e increíblemente solitaria.
— ¿Cuántas veces haz estado aquí?

Pregunté repentinamente. Tan solitario, tan vacío y solo. ¿Cuándo ese momento lo había agobiado? ¿Cuantas veces no pudo hablar, y solamente tuvo que venir, sentarse y llorar?

—Vengo aquí desde el año pasado, pero me exigieron que solo en casos de emergencia subiera. Los maestros aceptaban mi cordura, y que en ningún momento se me cruzaría en la cabeza saltar, es por eso que me han dado una llave a mí y a Louis, después de un concurso matemático (y estudiar nuestros expedientes) fuimos advertidos y elegidos.
— ¿Y no se lo has comentado a nadie?
—Solamente a ti y Louis. No tengo a nadie más que lo deba saber.

Asentí y miré el suelo.
—Ahora entiendo que este tema es una emergencia para ti.
—Lo has pillado, otra vez.

Levante mi vista otra vez a él.
Sonriéndole.

—Estoy preocupada.

Desahogue mirándole a los ojos.
— ¿Por qué lo estás?
— Me preocupa ser un estorbo en tu futuro ¿Sabes? Tengo la creencia de que estoy quitándote mucho tiempo, estoy haciendo que dejes de lado tus estudios y que... no puedas llegar a crecer como siempre has querido.

Me detuve arropándome por el viento que cruzaba en la azotea. Más fuerte y más helado.
— ¿Quitarme? ¿Dejar de lado? ¿No poder llegar? ¿Eres tú quien me habla, Evangeline?
—Soy yo.
—Entonces detén esos pensamientos ahora mismo. Lo que me estás haciendo es algo mucho mejor. Me estás dando más de lo que crees. Nunca creí sentir lo que ahora me estás haciendo sentir ¿Eso ya no es darme conocimiento?
—Pero Niall...
—"Mucho de algo, no es bueno" no quiero convertirme en una maquina; lo estaba siendo. Pero ahora soy un humano, porque amo sentir cosas y mucho más amo sentirlas por ti. Amo que ahora mi corazón se esté acelerando porque la mujer más bella de esta existencia mía esté pensando un poco en mí, y no sabes lo exquisito que se siente en el pecho.

Tapé mis ojos, para evitar mirar mi mundo.
¿Dónde estoy sin él?
una oscuridad, y no vivo.
Vuelvo a destaparme los ojos. Mi mundo está ahí, diciéndome que viva y no, no podría evitar mi existencia.

—Creía que... no estaba siendo una gran compañera Niall.
— ¿Y yo lo he sido?

Me acerque corriendo a abrazarlo.
—A veces me asusta que seas tan frio, pero entiendo. ¡Entiendo! El cariño no es algo constante para ti y ¿Cómo un ser puede ser cariñoso si pocos lo han sido con él?

Aprieto más mis brazos a su cuerpo.
—Y por eso te abrazo, cariño. Abrázame, bésame y dime todo lo que sientas, que como mi compañero, debo saber que de verdad te quieres comunicar conmigo.
—Evangeline... te has robado mi momento —río sencillamente, Niall.
—Lo siento.

Tenía un perfume nuevo, que me agradaba aún más que el anterior. Le besé el cuello y compartí su silencio. Porque así nos decía el lugar que debíamos estar. Algo apartados de la realidad de abajo. En una soledad compartida. En un silencio.

— ¿Has pensado que en cualquier momento puede llover?
El corazón salta de mi pecho, aún más de lo que ya estaba saltando.
—N-No me lo recuerdes, que ya lo tengo grabado.

Niall rió.
Evangeline rió. 

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La vez pasada ni siquiera comenté el capítulo porque era muy de tarde y solo quería subir el capítulo he ir a dormir. Pero ahora esto aquí, trayéndoles algo más largo y completo.

Creo que se están preparando ya para recién la mitad de la novela ¿he? aun queda pa'rato.

la imagen exclusiva

y mis mejores sentimientos para ustedes!

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y mis mejores sentimientos para ustedes!

namaste kjhkajdhak

Paloma+loveandpeace.

"En tres pasos" (N.H)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora