C A P I T U L O UNO.
El señor Wright abrió la puerta de la habitación de su pequeña. Debía despertarla como todas las mañanas del año, pero para su sorpresa, su hija ya estaba en pie, arreglada y más que despierta.
Que hija más bella tenía él como regalo. Ahora que se había sacado la tintura morada de su cabello, y tenía el color castaño natural con el que había nacido, su pequeña parecía un angelito; en esa mañana de lunes, Evangeline brillaba más que todos los días.
- ¿Madrugaste linda? -el padre se acercó a la pequeña muchacha y beso tiernamente sus marcadas pecas en la nariz.
-No papá -sonríe Evangeline-solamente que hoy es el día.
Su padre la mira con picardía. Él ya sabía del chico que desde hace ya tiempo traía loca a su hija, por suerte para él, no era un delincuente o un famoso, sino un tímido muchacho que pasaría desapercibido a los ojos de todos.
-Espero que sea un gran muchacho ese tal "Niall Horan" -comenta amenazador Calvin, su padre.
Evangeline se muerde el labio al imaginarlo llegando a la escuela.
Dios, como le encantaba ese chico.
-Sí papá, lo es.
Padre e hija compartieron sonrisas. Se entendían tan bien como ninguna otra pareja de padre e hijo. Ellos eran únicos, siempre compartiendo secretos y divirtiéndose con la compañía del otro.
-Baja ya a desayunar jovencita -Evangeline asintió.
Tomo su mochila y dejo a su padre recogiendo la ropa sucia. Baja las escaleras dando saltitos y entra a la cocina. Vuelve a dejar la mochila en el piso y se encuentra con las miradas de José; su padre, y Liam; su hermano.
-¡Hola gente! -saluda alegre la castaña sentándose al frente de sus tostadas y un rico jugo de naranja natural.
-¿Por qué tan bella Evangeline? -Es Liam quien pregunta al ver por primera vez a su hermana tan guapa en una mañana. Ese vestido blanco le quedaba como anillo al dedo.
Ya no parecía el niño de pelo morado con sudaderas y pantalones. Su hermana estaba tremenda en ese día lunes. Su cabello largo caía por su espalda y sus hermosos ojos pardos brillaban más que todos los días. En estas vacaciones de verano, Evangeline había tenido un cambio radical.
-Sí hija, hoy estas... más guapa-aporto su padre.
Seguro se preguntaran ¿Cómo su padre llego tan rápido a la cocina? Y la respuesta es obvia, no son la misma persona. Para muchos en la sociedad de hoy, Evangeline tenía una familia muy extraña. ¿Dos padres? ¡Eso es del diablo!
Para Evangeline era una familia especial, mejor que todas las otras. Tal vez no tenía una parte femenina en la casa ¿Pero eso le importaba? No.
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"En tres pasos" (N.H)
Humor"En tres pasos" La soñadora Evangeline creía que en solo tres pasos podría enamorar al chico que más añoraba en sus años de escuela. ¿Acaso alguna vez podría tener las agallas de poder hablarle al pobre marginado? Una chica soñadora, extraña y dive...
