C A P I T U L O DOS:

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Evangeline camino hasta su clase, cabizbaja.

¡Qué horror! Casi lo había atropellado y además le había lanzado una piedra ¿Acaso eso podía ser peor?

- No es para tanto, sabes -Animó su amiga Elena después de haber tenido un lindo encuentro en la entrada de la escuela.

Evangeline la miro con esos ojos de cachorro que solo ella tenía. El azul del cabello de su amiga de alguna forma le subía el ánimo.

-Leí casi todos mis libros de romance ¡Y ninguno empieza así!

-En los animes que veo sí empiezan así -dijo Elena tratando otra vez de animarla, pero hasta ella sabía que era mentira.

Evangeline de pronto le dio una mirada de desesperación y la peliazul se percató que justamente el rubio estaba sentado en la clase de inglés ¡Que justamente les tocaba a ellas!

Elena tomó a su amiga por los hombros y la detuvo centímetros antes de entrar.

-Entraras ahí y le hablaras ¿De acuerdo?

La amiga de la castaña la observo seria. No podía creer lo tímida que su amiga estaba, y todo por un estúpido chico.

-Pero Elena...

-¡Le hablaras! -Cayó la alta chica. Soltó a su amiga y entro para sentarse dos asientos más atrás que Niall.

Evangeline agradecía la ayuda de su amiga, pero esto era más difícil que los exámenes. Era hablar con él.

Boto un suspiro.

Debía hacerlo para después no arrepentirse. Salto en su sitio preparándose para la lucha y entro a su ring; la sala de clases.

Camino fingiendo seguridad, pero al estar al lado de él, las piernas le flaquearon y sus manos temblaban como manitas de abuela. Pero él no se percató de nada. Niall estaba concentrado en su libro de Harry Potter. Demonios. Si a ella no le gustaba que le interrumpieran la lectura ¡A él menos!

Volvió a darse aliento y pudo por fin estar sentada atrás de él. Joder, su espalda estaba a centímetros de ella. ¡Por dios, podía casi tocarlo!

Una patada por debajo de la silla hizo que volviera al mundo real. Lo tenía cerca, pero lejos a la misma vez.

-¿Puedes ser más cuidadosa Elena? -Pregunto Evangeline mirando a la ojiverde.

-No hasta que le hables... Jóvenes de hoy en día, uno tiene que usar la violencia para que reaccionen -se decía a sí misma la alta amiga.

Evangeline negó poniendo los ojos en blanco.

"¿De qué podía hablarle?

¿Saludarlo? No, eso se vería muy coqueta.

¿Preguntarle si quería ser su amigo? Pero cosa más patética.

¿Comida? No, solo tenía hambre.

¿Su libro? ¡Sí! era un buen comienzo. "

La castaña se cuestionaba en su cabeza preparándose para una "cotidiana conversación". Se sentó derecha en su silla y con manos temblorosas toco el hombro del rubio. Niall se sobresaltó de inmediato; estaba en la mejor parte del tercer libro de Harry Potter.

Se volteó para ver quien lo necesitaba y para su sorpresa era la misma chica que casi lo había atropellado y quien le había lanzado una piedra en el mismo lugar en el que lo había tocado.

-¡Hola, vi que estabas leyendo Harry Potter! -Evangeline hablo tan rápido que sonó emocionada, hasta desesperada. Pero ella no quería demostrar eso, solo eran sus nervios.

"En tres pasos" (N.H)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora