C A P Í T U L O 7

620 53 10
                                    


NIALL

Cierro la puerta de mi casa detrás de mí y dejo mis cosas a un lado. Apoyo mi cabeza a la puerta cansado, e inevitablemente se me escapa un gemido. Me dolía el cuello y también el abdomen, después de esa golpiza necesitaba relajarme.

Boto un suspiro antes de subir las escaleras hasta mi cuarto. ¿Desde cuando la gente estaba tan loca? Esa chica era una completa idiota al arriesgarse de esa forma. Aunque parecía tener un cuerpo fuerte, nos había quedado muy claro que era igual de débil que yo.
Me desnudo en mi baño después de subir las escaleras. Abro la regadera y comienza a salir el agua fría. No me afecta que este a esa temperatura así que solo me meto a la ducha. Después de cinco minutos vuelvo a salir de ese relajante baño. El agua fría siempre sabía tranquilizarme. Salgo del cuarto de baño y me visto con mi camiseta de pokemón y un buzo gris. Camino descalzo por mi habitación hasta encontrar mis cómodas pantuflas y ya estoy listo para terminar las tareas.

Antes de ir hasta mi escritorio, salgo de mi cuarto y voy hasta el de mi papá. La puerta esta entreabierta así que solo entre sin golpear.
Teresa está sentada al costado de mi papá mientras los dos ven intere4sadamente Animal Planet, el canal favorito de Bobby. Teresa me mira y sonríe.
-Que bien que ya llegaste Niall ¿Qué tal te fue hoy? -pregunta la mujer tan alegre que no soy capaz de hacer desaparecer esa linda sonrisa con mis problemas.
Me limito a sonreírle de vuelta.
-Excelente, ya sabes, con Louis nunca hay un mal rato.
La enfermera sonríe por última vez y vuelve a mirar el televisor. A los dos parece encantarles con el agua al cuello y mucho más a Bobby quien es fanático de los peces.
-Hoy llamó tu mamá, dijo que el dinero lo enviara en una semana más y que estaba muy feliz por tus calificaciones que ya llevas.
-¿Enserio? Que bien. Tal vez si sigo así puedo ganarme esa beca para la universidad ¿Sabes? Así mi mamá no tendrá que trabajar tanto para pagarla.
Teresa sonríe aun mirando el televisor.
-Eres un gran joven Niall -dice de pronto la mujer. Me mira con sus ojos verdes esmeralda y me hace entender que está siendo sincera conmigo. Le sonrió de vuelta, avergonzado. -Bien, creo que ya es hora de tus ejercicios Bobby.
Le doy la última mirada a mi padre antes de irme. Juega con sus manos y esta serio. Yo sabía perfectamente que estaba apenado porque no lo había saludado.
-¡Hey papá, hazle caso a Teresa, así mañana te tendré un muy rico desayuno! -Bobby sonríe y se acuesta obediente en la cama.
Cosas pequeñas de ese tipo sabían alegrarme el día.
Salgo de la habitación y voy hasta la mía. Debo terminar mi tarea y la de todos los que me amenazan, aunque se me hacen algo más fáciles gracias a que con Louis siempre repasamos esas materias; aun así, es muy agotador.
Tres horas después mi mano y muñeca no resisten más. Por mí, tomo un descanso. Dos cuadernos más y término. Me hecho un poco de mi crema antinflamatoria y espero a que haga un poco de efecto. Luego de tener menos dolor sigo con los trabajos. Veinte minutos después ya había hecho todas las tareas y estoy en la cocina preparando la cena.
Teresa se encarga de darle esta comida a Bobby y yo les hago compañía.
Pasado un largo día, voy hasta mi cama. Me pongo mi pijama y me acuesto a las nueve en punto. Reviso mi celular y solo tengo un mensaje:

Louis: Mis hermanas rayaron mi pares... ahora tengo princesas :/
Niall: hahahaha tal vez mañana llegas con vestido.
Louis: ¡No es gracioso rubia! Bien duende, el sueño me gano ¡Sueña con Evangeline!
Niall: Tus bromas no son graciosas 9._.9

Bloquee el celular y me acomode en la cama. A los minutos, ya dormía como un bebé.

(***)

El agua se desliza por mi espalda hasta el suelo. Cierro la llave y me seco un poco. Me pongo mis calzoncillos y envuelvo mi cintura con la toalla. Paso mi mano por mi cabello secándolo, pero no sirve, las gotas siguen cayendo por mi cuello hasta mi pecho y abdomen.
Salgo de la ducha. Louis está afuera poniéndose sus jeans, mientras que aún no se coloca su camiseta.
Ya se nos había hecho rutina esperar a que todos se fueran para poder bañarnos. Es mucho más seguro para los dos.
-La profesora Waterson sigue siendo igual de amable -dice Louis colocándose sus calcetines. Asiento.
La profesora de Gimnasia sabía perfectamente como éramos tratados en los camerinos, así que siempre enviaba a todos un poco más temprano a ducharse, así nosotros tendríamos libremente las duchas y llegaríamos bien a nuestras clases. Es una gran señora después de todo.
Voy hasta mi casillero, está al lado del de Louis, pero a diferencia del de mi amigo, mi casillero tiene el candado forzado.
-Maldición.
Lo abro con brutalidad, pero no hay nada adentro. Ni siquiera habían dejado un calcetín.
-¿Qué sucede Niall? -pregunta Louis mirando también mi casillero.
Al ver que no hay nada, me mira preocupado. En el silencio que se forma entre nosotros, se escuchan unas risotadas de afuera. Demonios.
-Puedo ir yo Niall, no es muy cuerdo que salgas así.
Louis se aproxima a la puerta, pero lo detengo poniendo mi mano en su pecho. Salgo aun teniendo solo teniendo mis calzoncillos y la toalla puestos.
Afuera esta Phill con Walter. Los mismos que ayer me habían molestado y los mismos de los que me había salvado Evangeline. Se tiran uno al otro una pelota hecha con mi ropa. Es vergonzoso, pero a la misma vez tan irritante que mi mandíbula se tensa.
-Devuélveme mi ropa, por favor. -digo mirando al suelo.
Sentía mi cuerpo frío, congelado, paralizado por la vergüenza. Phill sonríe junto a Walter.
-¿No te gusto humillarnos con tu novia ayer? Pues, ahora es tu turno -Walter me mira seco, haciéndome sentir mi cuerpo más inservible de lo que era.
-No es necesario que hagan esto -Dice Louis, tranquilizándolo, pero Phill lo empuja lejos. El castaño cae de espaldas golpeándose en la pared.
-Nadie dijo que te entrometieras Tomlinson.
Sus palabras me enojan. Me acerco amenazante al grandote que había empujado a mi amigo, pero Walter se interpone y me sonríe mirándome directamente a los ojos. Humillándome tan solo con la mirada.
-Eh, eh, eh Horan. Todos sabemos que hacer eso es algo suicida.
-¡Solo quiero que me devuelvan mi ropa!
-No será tan fácil -Phill se acerca con el puño cerrado. Está a punto de golpearme cuando un grito detrás de él lo detiene.

-¡Tonto, te dije que lo dejaras en paz! -esa voz ya no la podía olvidar.
Los tres nos volteamos hasta la chica que está acompañada por un grupo grande de personas. Phill reconoce a la mayoría (que son populares) y son muchos. Walter también lo hace y sabe que son dos contra diez. No tienen ninguna posibilidad de ganar. Evangeline se acerca con una traviesa sonrisa al más pequeño de los dos y le extiende la mano. Walter con una mirada asesina le entrega mi ropa.

Boca abierto veo como los dos grandotes se van sin antes que Phill golpee la cabeza a Evangeline. Los dos salen corriendo dejando a la chica con ojos llorosos delante de mí. Me mira sonriente, pero al percatarse de mi estado abre sus ojos grandes, sonrojándose.
-¡Dios, lo siento! -se disculpa mientras mira al piso avergonzada con las mejillas rojas.
De nuevo esta chica salvándome. ¿Por qué lo hacía? Era totalmente innecesario. ¿Una chica salvándome? ¡Ja! Que humillación.
Miro rápidamente a los que la acompañan, pero ya solo quedaban tres que tampoco me miraban a la cara.
Recibo la ropa y me devuelvo dándole la espalda.
-Ya te dije una vez que no me ayudaras, estoy agradecido, pero ya déjame tranquilo.
Sin mirarla entro a los vestidores. Demonios, no necesitaba ayuda de una chica.






____________

Espero les este gustando la novela, recuerden votar y comentar.

Tengo un grupo de lectoras, así que si quieren unirse tan solo denme su WSP por imbox. Eso.

Paloma+LoveAndPeace

"En tres pasos" (N.H)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora