• Día [𝕟𝕠𝕥 𝕗𝕠𝕦𝕟𝕕] - La joven maldita •

98 17 1
                                    


═══════ • ✾ • ═══════

═══════ • ✾ • ═══════

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

═══════ • ✾ • ═══════

El bullicio de voces resonando como un coro en lo profundo de su mente fue lo primero que llegó a Sakura al recuperar el conocimiento. Lo segundo, fue el dolor que azotó su cuerpo como una ola iracunda, haciéndola quejarse desde el fondo de su garganta. Fue consciente del dolor en sus extremidades, como si quisieran arrancarle los brazos y le arañaran las piernas. Aun con eso, lo que más le dolía era su cabeza que punzaba y palpitaba incesantemente como si tuviera el corazón en ese lugar; un líquido espeso caía en una línea brotando desde un costado de su frente hacia parte de su ojo izquierdo, lo que le dificultó abrirlo por su pegajosidad.

La claridad del día la abrumó con su esplendor repentino dañando sus ojos sensibles, por lo que tuvo que parpadear un par de veces antes de poder acostumbrarse, ayudando así a despejar un poco su mente. En ese momento se dio cuenta de que estaba siendo arrastrada por el suelo escabroso desde sus brazos sin ningún cuidado. Giró su cabeza hacia atrás lo más que pudo y alcanzó a vislumbrar una procesión con personas del pueblo mientras entonaban antiguos cánticos que recordaba haber escuchado en las historias de los ancianos. Al volver la mirada al frente consiguió reconocer el lugar al que se dirigían y no pudo evitar que el pánico se apoderara de ella nuevamente.

La estaban llevando a aquella cueva donde los ancestros hicieron sacrificios espantosos en nombre de los dioses.

Comenzó a sacudirse con violencia, intentando frenar el avance clavando sus pies en el suelo, soportando el dolor de sus brazos estirados sobre su cabeza, gritando y suplicando una vez más por su vida. Un fuerte golpe del otro lado de su frente lastimada le sacó sangre y la dejó desorientada y lánguida otra vez; las lágrimas que habían comenzado a desbordarse en su desesperación le nublaron la vista mientras el mundo giraba a su alrededor sin que ella pudiera hacer nada para evitarlo.

Volvió en sí varios minutos después, cuando sintió el golpe de algo que rebotó contra su cara. Sakura miró a sus pies, enfocando con un poco de dificultad el muñeco de paja que le habían arrojado con saña; el muñeco quedó sobre la pila de cosas que encontraron en su armario y que fueron el detonante para su destino injusto.

Las lágrimas de Sakura ya no se detuvieron en ningún momento, mezclándose con la sangre que caía sobre sus párpados, haciendo que dos líneas rojas corrieran por sus mejillas, llegaran hasta su mentón y se perdieran en su cuello. La apariencia que tenía y el brillo verdoso en sus ojos no hicieron nada a su favor frente a las personas que la observaban con intensas miradas de desprecio.

La resignación la envolvió al darse cuenta de que ya estaban en la cueva; en su lapso de desorientación la habían colgado atando de sus muñecas contra una de sus paredes al final de aquella habitación rocosa. Las lámparas de aceite eran lo único que iluminaba el lugar.

[✓] El RyokanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora