• Día 1 - La llegada •

356 59 3
                                    


═══════ • ✾ • ═══════

Los estudiantes abrieron la boca con gran asombro después de que bajaron del autobús, subieron por las largas escaleras y finalmente atravesaron el gran arco torii que les dio la bienvenida a otro mundo.

La naturaleza los recibió con todo su esplendor, siendo el color verde el que predominaba de forma armoniosa con el entorno. La brisa parecía una caricia cálida y a la vez refrescante en sus pieles; purificando sus pulmones con su pureza libre de contaminación. Los altos y antiguos árboles dejaban caer los rayos del atardecer de forma casi mágica entre sus ramas. El lugar era magnífico, simplemente maravilloso.

—Es como si hubiéramos viajado al pasado —musitó Yaoyorozu, maravillada con el lugar y con la gran estructura tradicional que encajaba con el paisaje sin ser invasiva, sino que lo complementaba. Era como admirar un lienzo viviente, o, mejor dicho, pisar tierra sagrada. Sin duda alguna, el largo viaje hasta allí estaba valiendo la pena.

—No puedo creer que un lugar así se mantenga en condiciones tan... puras —comentó Shōji. Lo último dicho con vacilación en su tono ante la falta de una palabra que expresara correctamente lo que sentía.

—No solo eso. —Se sumó Jirō, ahuecando sus orejas para mejor recepción—. El aire no es lo único limpio aquí. La contaminación sonora ni siquiera toca este lugar.

—¡A que soy genial! —exclamó Kaminari con orgullo en su voz—. ¡Deberían agradecerme por proponer este paraíso!

Jirō gruñó ante su voz estridente que arruinaba el momento y solo lo ignoró, igual que los demás.

—Siento pena de que Deku-kun no esté aquí para ver esto. —Se lamentó Uraraka por la ausencia de su compañero. Asui, a su lado, asintió de acuerdo con ella.

—Midoriya-chan, Todoroki-chan y Bakugō-chan tuvieron que atender sus pasantías en la agencia de Endeavor, kero.

—Era de esperarse, son los actuales Big three —agregó Ojiro.

—¡Todos! ¡Disfrutemos de nuestra estadía de la mejor manera en nombre de los compañeros que no están aquí, comportándonos como dignos estudiantes de la UA! ¡Y eso significa no generar alborotos!

—Eres el único que está gritando, Iida. —El muchacho de lentes se puso rígido ante las palabras acertadas de Sero, reprendiéndose internamente por su falta.

—¡Ah! ¡Eso es...! ¡E-Eso es...! —La voz de Mineta atrajo la atención de todos a su diminuta figura. Él continuó, ignorando al representante de la clase que se dirigía a regañarlo—. ¡¿Una miko?!

Todos se voltearon siguiendo el dedo de su compañero que indicaba hacia la entrada del hospedaje, en donde había un pequeño grupo de personas esperando para recibirlos. Lo primero que llamó la atención en ellos fue que todos —hombres y mujeres— portaban unas máscaras de porcelana con un dibujo de kitsune, excluyendo a la única persona que vestía el traje blanco y rojo de sacerdotisa del santuario: una miko.

—Es la miko más hermosa que he visto en mi vida —babeó el chico lujurioso al contemplar la belleza exótica de la jovencita de cortos cabellos rosados que se acercaba a ellos—. ¿Eres una diosa?

Sus compañeros dieron un respingo ante la falta de respeto de Mineta en su osado comentario, teniendo en cuenta la posición y rol que cumplía la muchacha podría ser considerado un insulto.

—D-Disculpa que hayamos irrumpido de esta manera. —Yaoyorozu se adelantó unos pasos y se disculpó de inmediato, permitiendo que sus compañeros ocultaran al más bajo de la clase y lo amordazaran para evitar que continuara con su perorata de estupideces.

La miko les sonrió cálidamente y asintió, restándole importancia al asunto, en cambio, les hizo una respetuosa reverencia antes de comenzar con el saludo formal:

—Bienvenidos sean a nuestro Ryokan. Les estábamos esperando —habló con un tono de voz suave y delicado—. Mi nombre es Sakura. Por favor, síganme para que puedan ponerse cómodos. Hay té y bocadillos listos para ustedes. —Sonrió una vez más.

Los jóvenes cerraron los ojos con dolor ante el brillante resplandor que para ellos emanó de esa miko después de recibirlos, con su forma de actuar tan elegante y cautivadora. El aura que transmitía era casi celestial, acorde al lugar en el que se encontraban.

De esa manera, la aventura de la clase 3-A en el Ryokan de la montaña comenzó.

═══════ • ✾ • ═══════

═══════ • ✾ • ═══════

✾ ═══════ • N/A • ═══════ ✾

Torii: Son arcos que se colocan en la entrada de los santuarios para marcar la frontera entre el terreno profano y el terreno sagrado. Se dice que es una puerta entre el mundo que conocemos y el mundo de los dioses.

Miko: Las miko son las asistentes de los templos sintoístas de Japón. Entre sus tareas está asistir a los sacerdotes en los eventos del templo, realizar bailes, rituales y la adivinación. (Como definición superficial).

Ryokan: es un alojamiento tradicional japonés con habitaciones que tienen suelos de tatami, puertas correderas y futones para dormir.

═══════ • ✾ • ═══════

[✓] El RyokanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora