La casa de Milán era mucho más grande de lo que pensaba. Porque sí, nunca había estado allí pero había stalkeado lo suficiente en redes sociales como para hacerme una idea de su estructura y disposición: en la parte de abajo, un salón enorme que abarcaba prácticamente toda la estancia y a un lado una cocina mucho más pequeña pero que cumplía con su función. En la primera planta estaban nuestras habitaciones, las de los invitados, 4 habitaciones: 3 de ellas con 2 camas por habitación para sacarle el máximo partido y otra con una cama doble. En la última planta se encontraban las habitaciones principales, las del grupo, su hogar en tiempos de creación. En el exterior, una terraza acomodada para las noches de verano, una piscina y un edificio complementario que servía como estudio de grabación.
Cuando llegamos todos los amigos de Jacopo y Damiano estaban ya instalándose en la casa. Victoria, Thomas, Ethan y Leo se abalanzaron sobre mí en el momento en que nos vieron entrar. No era consciente de lo mucho que los había echado de menos hasta sentirlos tan cerca. Aless, Adam y Mara, mucho más comedidos en su saludo, también me dieron la bienvenida.
- Los de siempre donde siempre - indicó Leo organizando la casa - Jacopo te vienes conmigo. Aless con Adam. Y, como los hombres caballerosos que somos, les dejamos a las chicas habitaciones individuales.
- ¡Qué amable por tu parte! - ironizó Mara - Llevamos media hora discutiendo sobre la distribución de las camas - me explicó.
- A mí no me importa compartir... - indiqué con total sinceridad.
- Así está bien - concluyó Damiano.
- ¿Quién de las dos se queda con la habitación grande? - preguntó Thomas - ¿Lo echamos a suerte? - y sin esperar respuesta sacó un euro del bolsillo - Cara para Mara, cruz Roma - lanza la moneda - Cruz. Te la quedas - me guiñó un ojo.
La luz del atardecer inundaba cada esquina de la que sería mi habitación por unas horas. Y así mientras intentaba deshacer la maleta, Victoria apareció.
- ¿Qué tal el viaje? - preguntó echándose sobre la cama.
- Bien - aseguré - bueno, ya sabes.
- ¿Por qué se han peleado esta vez? - inquirió.
- Por el cargador del móvil - reí.
- Wow ¡qué hombres! - guardó silencio por unos segundos - Se siente bien tenerte de nuevo de vuelta.
- Gracias - me senté a su lado - Sé que no he sido la mejor amiga en estos últimos años pero...
- ¡Eh, olvídalo! - me pidió - Ninguna hemos estado a la altura. Y aún así... ¡míranos! seguimos aquí. Justo al lado la una de la otra - me dió un codazo.
- ¿Saldremos a cenar o cuál es el plan? - pregunté intentando saber si tendría que cambiarme de ropa.
- Creo que pediremos algo y aprovecharemos la terraza de fuera. Últimamente es un poco difícil eso de salir ...
- ¡Ah ya, que ahora sois unas súper estrellas! - le tomé el pelo.
- Siempre lo hemos sido - me corrigió mientras se colocaba la gafas de sol.
- También es verdad - reí.
- Pero ponte este vestido - me indicó señalando un vestido negro extremadamente corto - Necesito ver su cara cuando te vea.
- Vic... - le rogué.
- Le deberíamos haber dejado esta habitación a Mara - dijo levantándose de la cama - Que sepas que las apuestas están 5 a 2 a que no pasas ni una noche en esta cama
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Perdón por los bailes
FanfictionVolvimos a vernos cuando prometimos no hacerlo. Vuelvo a verte tan morena y guapa entre la gente. Vuelvo a verte pero ahora otras susurran tu nombre. Los dos callamos el derroche y no quedó tiempo para un rock and roll a medias. Y si quieres volve...