C a p í t u l o: 23

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CAPÍTULO 23: "UNSERE KÖNIGIN"

CAPÍTULO 23: "UNSERE KÖNIGIN"

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A S M O D E O

Estacioné a doscientos metros del burdel, dándole vistazos rápidos a las calles. Abrí la guantera y tomé la placa y la pistola, la cual acomodé en mi cadera. Revisé las últimas notificaciones y cerré la puerta, haciendo que la alarma sonara.

Lo dejé en mi bolsillo y continué caminando al no ver mensajes nuevos.

Las luces de los patrullas iban asomándose sin disimulo. La entrada principal del lugar, encintada y rodeada de maderos. La gente se detenía a observar el movimiento.

Levanté la cinta policial, enseñando la identificación. Los uniformados asintieron mientras pasaba al interior, donde dos grupos investigaban la fachada. Continué hasta la puerta metálica, de ella salieron dos agentes con portafolios repletos de papeles. Observé los candelabros y el escenario despedazado. Había salpicaduras de sangre en el suelo y copas rotas. Una serie de grupos tomaban pruebas y las llevaban al interior de sus bolsas de nylon.

—Agente ... —llamó mi atención desde el pasillo derecho.

—Señor Walker —aceptó la mano que le extendí—, veo que han desmantelado una reliquia.

—Algo así —asintió antes de señalarme al uniformado a su lado—. Él es el comisario Brown, ha llevado a cabo el operativo, luego de una serie de reportes la madrugada del viernes.

El tipo de cabello rubio y ojos claros me saludó con un asentimiento, de brazos cruzados. Repetí el gesto mientras repasaba el lugar por última vez.

—Hemos encontrado dos cadáveres, Mike Blau, el dueño de la cadena de burdeles catalanes y una investigadora privada, Cristal Yndabere —reportó el comisario—. Ambos intentaban escapar, fueron disparados por un arma de bajo calibre. Una pistola importada.

—¿Han encontrado algún dato? ¿Algún tipo de comunicación que pudiera guiarnos al atacante?

—No hemos podido encontrar sus teléfonos móviles y la señal está siendo interrumpida. Sospechamos que se llevó a cabo una emboscada de alguna organización fuerte.

Walker asintió hacia Brown.

—Puede retirarse, comisario —indicó. Se retiró al instante, recibiendo el llamado de uno de sus agentes, dejándonos solos—. He pedido que nadie entrara en la oficina de Mike Blau, quiero que te encargues. Todas las cámaras fueron desactivadas, incluso, antes de que todo esto pasara.

—¿Cree poder enviarme los informes?

—Lo haré lo antes posible, agente —asintió—. ¿Ha estado aquí esa noche?

—Sí, señor, he estado en la huida, sé quién los asesinó. Le contaré sobre eso más tarde.

—Suerte, ...

A N A R Q U Í A ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora