CAPÍTULO 39: "ALIMENTANDO AL DEMONIO"
L I L I T H
—Sus rostros petrificados... ¡Ha sido un completo deleite! —exclamó—. ¿Qué opinas, Lilith?
—Que te detesto...
Caí al suelo, estremeciéndose sin dejar al daño escapar por mi lengua. Fuego. Exhalé, recibiendo la ayuda de Emmett para ponerme de pie, apartándome de él en cuanto la electricidad cesó. Presioné mi mandíbula, siguiendo a los guardias hasta el exterior.
—He preguntado... ¿Qué opinas, Lilith?
Pasé saliva.
—Fue un verdadero show.
—No te desgastes demasiado —masculló—, tú firmaste al final...
Mantuve la boca cerrada.
Quise contestar miles de cosas, pero no estaba en la posición de hacerlo, rodeada de cincuenta armados en mi contra. Y la mirada insípida de Emmett arrastrándose en mí, como si tuviera el derecho de observarme. Como si fuera capaz de abrazarme, luego de volver a la vida sin dar explicación alguna. Sin marcar mi número, sin dejar una bendita nota que explicara las cosas. Sin enfrentar la realidad y jugar de esta manera, intentando captarme como si fuéramos niños. Como si él necesitara montar un show entero para que corriera a sus pies.
Llegamos a la colección de automóviles. Me arrastraron a uno de ellos.
—No la esposen —indicó la Parca—. Sabe quitárselas en tiempo récord.
Rodé los ojos en cuanto cerraron las puertas, activando el seguro de la mía. Emmett se quedó a mi lado. Mantuve distancia a toda costa, agudizando mis oídos, almacenando todos los movimientos a mi alrededor. Estudiando mi próxima jugada.
Respiré profundo.
Observé el cielo tornarse naranja.
Nadie pronunció palabra dentro de la limusina
Las ruedas solo se detuvieron al llegar.
El chofer asintió.
Las puertas se abrieron y se cerraron. El cielo demasiado iluminado, quemando mis pupilas. Desvelando mi cabello marchito por las cenizas, al igual que mi piel desgastada y la tela quemada junto a mis rodillas. Las marcas en mi piel y la sangre de Medusa, Wolf y Agares, sobre mis manos.
Revisé mi teléfono y su único mensaje sobre la pantalla. Lo apagué, dejándolo en el maletín que me indicaron. Al igual que la pistola y cualquier cosa que vieran fuera de lugar. La navaja permanecía escondida en mi sostén. Pasaron sus manos por mi alrededor e indicaron que subiera al Jet. Emmett siguió detrás de mí, adelantándose a una de las divisiones. Cerró la puerta, dejándonos solos. Pasó ambas manos por su rostro, dándome la espalda.
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A N A R Q U Í A ©
Action☠️ ¿Qué pasaría si los mejores criminales del país trabajaran juntos por un fin desconocido? Sin embargo, todo oscurece cuando un nuevo propósito le da fin al mundo que creían conocer. Años atrás, el señor Wolf reunía a los seis nombres más buscados...