Kösem y Turhan, históricamente las mujeres mas poderosas del imperio otomano.
De igual modo, es bien sabido que ambas eran enemigas, aunque en un principio no fue así...
¿Que hubiese pasado si Turhan fuese hija de Kösem?
¿Se seguirían odiando?
¿Y si...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Camine por los pasillos del harén con aburrimiento, Mehmed había salido a no se que cosae hacer con mi padre y osman, y mi madre estaba conversando animadamente con Eycan Hatun y Cennet Kalfa, susnúnicas amigas en este palacio.
──Estoy embarazada.──Escuche decir a alguien en el harén.
Corrí hasta ese lugar, con solo dar un paso, todas las mujeres se reverenciaron.
──Sultana.──Sonrió sinicamente.──Es un placer verla.
──Habla.──Dije.──¿Como es que estas embarazada?
──Así es mi Sultana, feliciteme.
──Muerte en el parto junto a tu bastardo.──Dije en ruso, en mi idioma original.
Idioma que ella también entendía perfectamente, su sonrisa se borró y me miro con odio.
Gulbahar, quién estaba presente, sonrió.
Estas dos mujeres eran concubinas de mi padre, Mahfiruze madre del Sehzade Osmán y Gulbahar madre de Bayaceto.
──¿Que..?──Pregunto.──Deberia estar feliz por tener más hermanos.──Dijo inocentemente.
──Me alegraria si fueran de mi madre.
Su mirada lo decia todo, mi respuesta no era de su agrado, me odiaba y yo la odiaba a ella.
No espere respuesta alguna, salí del harén, enojada.
Creo que lo mejor seria dejar de darle esas hierbas a mi madre y dejar que todo fluya segun su ritmo.
Si, eso iba a empezar hacer, voy a darle hierbas de fertilidad.
Gulbahar me dio un empujón que casi me hace caer, con su fingida inocencia camino por los pasillos hasta sus aposentos.
A estas alturas, no sabía si debia cuidarme mas de Mahfiruze o Gulbahar, bueno, la madre de Osman minimo se mostraba como era.
Gulbahar no, nunca lograba saber con precisión que era lo que ocurria por su cabezita.
──Turhan.──Saludo Osmán.
──Osmán.──Dije indiferentemente mientras pasaba por su lado.
Mi relación con Osman no era mala, solo que bueno, al ser el primer rival para mi hermano me molestaba.
Tanto el y Bayaceto podian asesinar a Mehmed, y eso me ponía los pelos de puntas, pues no me imaginaba perderlo.
Recordé como en algunas clases del harén me habían contado sobre este suceso, mi nueva meta ahora era proteger a Mehmed y subirlo al trono.
Pues Mehmed con un buen manejo podria ser un excelente sultán, a parte siendo hijo de Kosem tendria al ejército de su lado.
Muy a diferencia de Osmán, que practicamente no tuvo a nadie de su lado.
Avance lentamente por los pasillos, casi arrastrando, queria llegar a mi cama y dormir por un rato.
──¡Turhan!──Grito de la emoción Mehmed.
──¿Que ocurre?
──¡Papá dijo que iremos al palacio de caza con toda la familia!──La emoción estaba que fluía por sus venas.
──Genial, tendremos que ver a esas dos.
──¿Quienes? ¿Mahfiruze y Gulbahar?──Hizo una pausa.──No, ellas no iran.
──¿Como?──Pregunte confundida.
──Si, papá dijo especificamente que iriamos en familia, es decir, con el, la abuela, mamá y nosotros dos, que somos su familia.──Explico alegremente el niño.
Aquello me hizo feliz por una parte, por la otra, me hizo sentir mal.
──Iremos todos.
──¿Turhan también?──Pregunto Humasah.
──No, ella no, ni ella ni sus hijos son parte de nuestra familia.
Yo más que nadie sabia que era sentirse nadie y ser excluida por una "Familia.", sabía también como se sentia una madre al ver que su hijo era excluido por el mismo Sultán.
Sonríe forzosamente y asentí con la cabeza, intentando evadir cualquier posible recuerdo que puediese tener de mi vida anterior.
Mehmed me tomó de la mano y me arrastró hasta nuestros aposentos, comenzamos a empacar a lo loco todo y al cabo de unas horas tuvimos todo listo, solo tuvimos que esperar a mamá y papá y nos fuimos.
Durante todo el viaje me sentí medio mal por Gulbahar y Mahfiruze, lo mismo con Osmán y Bayaceto, no quería imaginar como se sentían en estos momentos ellos.
De seguros no odiaban con toda su alma, del mismo modo, me distraje por ratos, ya que Mamá conversaba conmigo y podiamos observar a Mehmed con Ahmed.
Kosem me tenía entre sus brazos nuevamente, y en ese tiempo me quede dormida, por que los brazos de Kosem eran el mejor lugar del mundo.
Entendía el porque Ahmed paraba ahí, e incluso me llegaba a sentir un poco celosa, por que me quitabas tiempo en ese lugar.
Durante todo el camino al palacio de caza me quede dormida, ignorando cualquier movimiento que pudiese acercarse al futuro.
