08| Handan, ¿Quien crees que eres para decirle eso a mi mami?

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Los días en el palacio continuaron su curso, y mi madre, Kosem Sultan, seguía embarazada

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Los días en el palacio continuaron su curso, y mi madre, Kosem Sultan, seguía embarazada. La noticia del nacimiento de Abide, la hija de Yasemin Hatun, se había asentado en el harem, y a pesar de mi deseo inicial de tener un hermano, comencé a aceptar la idea de tener una hermana menor.

Esa tarde, mientras paseaba por los jardines, me encontré con Handan Sultan, la Valide Sultan, una figura respetada y sabia en el palacio. La conversación fluía de manera amena, y en un momento de confianza, le compartí mi deseo de tener un hermano menor. Sin embargo, la respuesta de Handan Sultan me sorprendió profundamente.

—Oh, Turhan, ya no deseo que Kosem tenga más hijos. No me gusta la influencia que tiene sobre Ahmed —dijo la Valide Sultan, de manera inconsciente, como si las palabras se hubieran deslizado antes de que pudiera detenerlas.

Mis ojos se abrieron de par en par ante esa revelación inesperada. Handan Sultan había compartido sus pensamientos más íntimos sobre mi madre, y su desaprobación hacia la influencia de ella sobre Ahmed quedó al descubierto.

Traté de disimular mi sorpresa, pero las palabras resonaron en mi mente. ¿Acaso Handan Sultan veía a mi madre como una amenaza? ¿Qué implicaciones tendría esto para el futuro del harem y la dinastía otomana?

En ese momento, comprendí que las tensiones y rivalidades en el palacio eran más complejas de lo que había imaginado. Mis ojos se abrieron a la intrincada red de relaciones y luchas de poder que se tejían entre las paredes del harem, y me di cuenta de que, como miembro de la familia imperial, estaba destinada a desempeñar un papel crucial en estos juegos de influencia.

—Abuela, no entiendo por qué deseas mantener a mi madre alejada de mi padre. ¿Acaso no son felices juntos? —pregunté, sintiendo la necesidad de comprender las razones detrás de las acciones de Handan Sultan.

Handan Sultan se tomó un momento antes de responder, sus ojos mostrando una mezcla de pesar y cautela.

—Turhan, tu madre es una mujer fuerte y ambiciosa. A veces, esa ambición puede nublar su juicio. No quiero que Ahmed sea influenciado de maneras que podrían perjudicar al imperio. Kosem parece ansiosa por el poder, y a veces, esa ansia puede llevar a las personas a tomar decisiones cuestionables.

Me quedé en silencio por un momento, procesando las palabras de mi abuela. ¿Realmente mi madre era tan ambiciosa como Handan Sultan insinuaba? Bueno, en parte lo era, pero en estos momentos no, asi que iba a defenderla de alguna manera.

—No quiero que su relación afecte la estabilidad del imperio. Tenemos que ser cautelosos y velar por el bienestar de todos —continuó Handan Sultan, como si estuviera justificando sus acciones.

—Abuela, no puedo aceptar tus palabras como la verdad absoluta. Mi madre ha demostrado una y otra vez su lealtad al imperio y a nuestra familia. No puedes ignorar sus esfuerzos y sacrificios —respondí, defendiendo con firmeza a Kosem.

¿¡Soy tu hija?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora