33| Decisión Final.

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Kösem aún sin responder la pregunta de Ibrahim, mientras el consejo permanece dividido en dos bandos

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Kösem aún sin responder la pregunta de Ibrahim, mientras el consejo permanece dividido en dos bandos. Sin embargo, la Valide también tenía su propio bando: el pueblo. El pueblo amaba a la anciana sultana y confiaba en que ella tomaría la mejor decisión para todos.

Finalmente, Kösem tomó una decisión. Miró a los ojos a Turhan, pero en lugar de ver a la mujer que era ahora, vio a la pequeña niña que solía seguirle por todo Topkapi, con ojos llenos de inocencia y admiración. Recordó las palabras que le había dicho años atrás:

—Madre, ¿por qué todos te apodan la Sultana del Pueblo? —preguntó la niña con curiosidad.

—Porque siempre velo por su bienestar, querida. Un día, tú también serás una sultana, y debes recordar que nuestro deber es velar por el pueblo, por encima de todo —respondió Kösem con ternura.

 Un día, tú también serás una sultana, y debes recordar que nuestro deber es velar por el pueblo, por encima de todo —respondió Kösem con ternura

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Con esa imagen en mente, Kösem tomó la decisión que creía correcta para el imperio y para su hija. Levantó la mirada hacia Ibrahim y Turhan, y finalmente habló.

—Mi hijo, mi hija... El bien del imperio está por encima de todo. Ibrahim, en este momento, debo retirar mi apoyo a tu favor. Turhan, sé que serás una gobernante sabia y justa. Te apoyo como la próxima gobernante del Imperio Otomano.

Las palabras de Kösem resonaron en toda la sala, causando un murmullo entre los presentes. El destino del imperio había sido decidido, y ahora todos debían aceptar las consecuencias de sus acciones.

La reacción de Ibrahim fue explosiva. Comenzó a gritar enojado, acusando a su madre de traición. Argumentaba que él era el único hijo varón del sultán Ahmed y que, por lo tanto, era su derecho ascender al trono. Además, despreciativamente mencionó el origen humilde de Kösem, recordando que era una esclava traída de Cefalonia y que no debería tomar decisiones sobre el imperio.

Las palabras de Ibrahim causaron conmoción en la sala, y Turhan, furiosa por la falta de respeto hacia su madre y la acusación de traición, se acercó rápidamente a él y le propinó una fuerte cachetada delante de todos.

—¡Cómo te atreves a hablar así de nuestra madre!— exclamó Turhan, con voz firme y llena de indignación. —Ella ha sido la Valide más sabia y justa que este imperio ha tenido. Repite eso si eres tan valiente.

Ibrahim, sorprendido por la reacción de su hermana, se quedó en silencio por un momento, pero luego, envuelto en furia, intentó responder. Antes de que pudiera articular una palabra, Kösem intervino.

—Basta, Ibrahim. Tus palabras solo reflejan tu desesperación por el poder. Turhan será la próxima sultana, y debes aceptarlo.— declaró Kösem con autoridad.

La sala quedó en silencio, con los presentes procesando lo ocurrido. La decisión estaba tomada, y aunque la transición de poder sería desafiante, todos debían aceptarla. Turhan se mantuvo firme, lista para asumir su nuevo rol y enfrentar los desafíos que se avecinaban.

En medio de la tensión y la incertidumbre, uno de los cuatro pashas más importantes del imperio se levantó y habló con voz firme:

— Acepto el reclamo de la sultana Turhan para regir el imperio otomano. He tenido el privilegio de ver crecer a esta mujer extraordinaria y de presenciar cómo se ha convertido en la líder que es hoy. El príncipe Ibrahim no podría alcanzar ni siquiera el diez por ciento de lo que la sultana Turhan ha logrado y logrará en el futuro.

Las palabras del pasha resonaron en la sala, y Turhan, con una sonrisa de gratitud, le agradeció sinceramente. Este gesto marcó un punto de inflexión, y los otros tres pashas restantes, influenciados por la declaración del primero, también expresaron su apoyo a Turhan como heredera legítima al trono.

Kösem observaba la escena con una sonrisa de orgullo y satisfacción. Sabía que Turhan era la elección correcta y que estaba preparada para gobernar con sabiduría y fortaleza.

Sin embargo, Humasah y Ibrahim se sumieron en la desesperación. La decisión del consejo de pashas era un golpe devastador para sus ambiciones, y se dieron cuenta de que la corona estaba fuera de su alcance. La sala quedó en silencio mientras la realidad de la situación se asentaba en sus corazones.

Turhan, ahora legitimada como la próxima sultana, se preparaba para enfrentar los desafíos que le esperaban. Con el apoyo del consejo de pashas y el respaldo del pueblo, estaba lista para llevar al imperio otomano a nuevas alturas de grandeza y prosperidad.

Con el respaldo del consejo de pashas y el reconocimiento como la legítima sultana, Turhan se dirigió a la audiencia con determinación en su voz y fuego en sus ojos

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Con el respaldo del consejo de pashas y el reconocimiento como la legítima sultana, Turhan se dirigió a la audiencia con determinación en su voz y fuego en sus ojos.

— A partir de este día, este imperio es mi prioridad absoluta. Mi pueblo y mi tierra serán lo único por lo que reinaré. Prometo llevar al imperio otomano a la gloria, a una era de prosperidad y grandeza que nunca antes hayamos conocido.

Sus palabras resonaron en la sala, recibidas con aplausos y muestras de apoyo. Hamza, su amado esposo, la miraba con orgullo y emoción, aplaudiendo junto con los demás.

Turhan continuó, inspirando a todos con su determinación y visión de futuro.

— Trabajaré incansablemente por el bienestar de mi gente, por la justicia y la paz en nuestras tierras. No descansaré hasta haber cumplido mi promesa de hacer de este imperio el más próspero y poderoso de todos.

Los presentes la aclamaron, reconociendo su fuerza y su dedicación al imperio. Kösem, desde su lugar, observaba con una sonrisa en los labios, sabiendo que su hija estaba preparada para enfrentar cualquier desafío que se presentara en su camino.

La coronación de Turhan marcaba un nuevo capítulo en la historia del imperio otomano, uno lleno de esperanza y determinación. Con el apoyo de su pueblo y el amor de su esposo, estaba lista para enfrentar los desafíos que le esperaban y llevar al imperio a una nueva era de grandeza y prosperidad.

¿¡Soy tu hija?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora