Kösem y Turhan, históricamente las mujeres mas poderosas del imperio otomano.
De igual modo, es bien sabido que ambas eran enemigas, aunque en un principio no fue así...
¿Que hubiese pasado si Turhan fuese hija de Kösem?
¿Se seguirían odiando?
¿Y si...
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Después del funeral, la situación se volvió aún más difícil para Farya. A pesar de tener el apoyo de Fatma, el amor entre Murad y Farya se desvaneció rápidamente. Una discusión marcó el fin definitivo de su relación, cuando Murad culpó a Farya por haber perdido a todos los que amaba, incluyendo a sus hijos, a Ayse, a su hermano, a Gevherhan, y por haberse enemistado con su madre y su hermana mayor. Entre lágrimas, Farya le dijo a Murad que todavía podían ser una pareja, pero él se negó. La relación entre ambos llegó a su fin, sumiendo a Farya en una profunda tristeza.
Después de la ruptura con Farya, la salud de Murad comenzó a deteriorarse rápidamente, tanto física como mentalmente. Esta situación preocupaba enormemente a Turhan, ya que para ella, Murad era más que su sultán y hermano mayor; era su hermanito menor que siempre la buscaba en busca de consuelo. El temor de perderlo se apoderaba de Turhan, comparando su miedo con el de perder a uno de sus propios hijos. Hamza, al notar la angustia de Turhan, la reconfortó, acariciando suavemente sus hombros y asegurándole que Murad aún era joven y que su enfermedad no estaba tan avanzada, dándole un rayo de esperanza en medio de la preocupación.
Aquella noche fría, una criada solicitó la presencia de Turhan en el Palacio de Topkapi por la salud del sultán. Aunque Hamza sugirió que esperaran hasta la mañana, la gravedad de la situación hizo que cambiara de opinión. Juntos, Turhan y Hamza se dirigieron al palacio para ver qué ocurría con Murad.
Entendido, aquí tienes la narración con los diálogos en el formato solicitado:
Turhan y Hamza llegaron al Palacio de Topkapi, donde fueron recibidos por la sultana Kösem. Turhan, preocupada por la salud de su hermano, le preguntó a su madre qué estaba sucediendo con Murad. Kösem respondió con sinceridad que también le encantaría saberlo.
Hamza aprovechó el momento para pedirle a Kösem que lo acompañara un rato, ya que quería hablarle de algo en privado. Esta solicitud llamó la atención de Turhan, pero decidió no decir nada y se encaminó en busca de su hermano, que era la razón por la que había venido al palacio.
Mientras buscaba a Murad, Turhan se encontró con Farya en uno de los pasillos. La presencia de Farya la sorprendió, y antes de que pudiera decir algo, Farya comenzó a hablar con tono acusatorio.
—¡Tú eres la responsable de todo esto! ¡Has arruinado mi matrimonio! —acusó Farya con amargura.
Turhan, con calma, respondió:
—No me eches la culpa a mí por tus propias decisiones. Tú sabías perfectamente que Murad estaba casado con Ayse antes de involucrarte con él.
La discusión entre las dos mujeres se intensificó, cada una defendiendo su punto de vista con firmeza. Turhan estaba decidida a no dejarse afectar por las acusaciones de Farya, mientras que esta última mostraba su dolor y frustración por la situación en la que se encontraba. La confrontación dejó en evidencia las tensiones que existían entre ellas y cómo las decisiones pasadas afectaban su presente.
