14. No estés asustado

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Narrador Omnisciente

Nate respiraba con dificultad, aún sintiendo algunos dolores en el pecho de su ataque de pánico mientras trataba de estabilizarse. A pesar de que había logrado controlar la situación sin recurrir a su medicina, su tensión no disminuyo. La rabia y el resentimiento hacia Mery y Zack seguían presentes, especialmente porque sus palabras habían desencadenado el ataque.

Lentamente, Nate se levantó del suelo, limpiándose el sudor frío de la frente con el dorso de la mano. El silencio que ahora llenaba la habitación era abrumador, un marcado contraste con el caos emocional que había experimentado momentos antes. Mery y Zack lo observaban con preocupación, pero Nate apenas podía mirarlos a los ojos.

── Nate…── Mery comenzó a decir, pero Nate la interrumpió con un gesto de la mano.

── No, Mery. No necesito escuchar nada más ── su voz era baja, pero firme. ── Zack, llévala a casa. Ya no es necesario lo que iba a hacer.

Zack frunció el ceño, preocupado por el estado de Nate, pero también entendiendo que insistir solo empeoraría las cosas. Miró a Mery, que parecía confundida y herida, pero asintió en silencio.

── Está bien, Nate ── respondió Zack con suavidad. ── Vamos, Mery.

Mery vaciló, mirando a Nate con los ojos llenos de preocupación. Quería decir algo, disculparse o intentar arreglar las cosas, pero la expresión endurecida de Nate la hizo retroceder. Finalmente, asintió también y siguió a Zack hacia la puerta.

Nate observó cómo se iban, sintiendo una mezcla de alivio y tristeza. Aunque había recuperado algo de control sobre sí mismo, la sensación de distancia entre él y sus aliados más cercanos era dolorosa. Sabía que no podía continuar así, pero en ese momento, la necesidad de estar solo era abrumadora.

Cuando la puerta se cerró detrás de ellos, Nate se permitió finalmente hundirse en la silla detrás de su escritorio, cerrando los ojos mientras intentaba procesar todo lo que había ocurrido. Amelia, Diago, Mery, Zack… todo se mezclaba en su mente, haciendo que cada pensamiento fuera más difícil de separar y entender. La presión era inmensa, y aunque había logrado superar un obstáculo, sabía que el camino por delante solo sería más difícilmente.

A los pocos minutos, el doctor Manny llegó a la oficina de Nate, con la familiaridad de alguien que había estado allí muchas veces antes. Nate lo saludó con un breve asentimiento, mientras Manny se acercaba con su maletín en mano.

Sin perder tiempo, Manny comenzó a retirar cuidadosamente las vendas que Mery había puesto sobre las heridas de Nate. La presión en la habitación era palpable, pero la calma profesional de Manny le daba a Nate un respiro.

── ¿Otra vez metido en problemas, Nate?──  comentó Manny en un tono suave pero cargado de familiaridad mientras inspeccionaba las heridas.

Nate esbozó una sonrisa tenue, un gesto que apenas tocó su rostro.

── Algo así──  respondió, su voz sonando algo vacía.

Manny no necesitaba más detalles; conocía demasiado bien las batallas de Nate, tanto físicas como emocionales. Mientras aplicaba nuevos apósitos y revisaba el estado general de Nate, no pudo evitar observar la tensión en los hombros de su paciente, la forma en que su mirada vagaba por la habitación sin centrarse en nada en particular.

Los Estigmas de Nate Edevane (+18) #1 EDLD ✔️ [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora