Los Estigmas de Nate Edevane (+18) #1 EDLD ✔️ [EDITANDO]

18. Calidez

٬٬⠀Calidez⠀─

──¿Volvemos al distrito Blanco?── preguntó Mery mientras se ponía su abrigo, preparándose para el viaje de regreso. Nate asintió en silencio, con la mente todavía atrapada en los eventos recientes.

El trayecto de regreso fue largo y silencioso. Nate mantenía su mirada fija en el paisaje que desfilaba rápidamente por la ventana, pero su mente estaba lejos de ahí. Mery notó su tensión, pero no dijo nada, dándole el espacio que parecía necesitar. Finalmente, cuando el auto comenzó a atravesar los caminos familiares hacia el distrito Verde, Nate suspiró profundamente y decidió hablar.

──Mery, hay algo que necesito contarte── comenzó, su voz más baja de lo habitual. Mery giró la cabeza hacia él, dándole toda su atención.

──Es sobre Amelia. El distrito Verde tomó una decisión respecto a su bebé── continuó, su tono cargado de gravedad. Mery lo miró con preocupación, esperando a que él continuara.

──Le permitirán quedarse con él── dijo finalmente, y por un breve momento sintió un ligero alivio al decirlo en voz alta. Mery asintió, reconociendo lo difícil que debió haber sido para Nate darle esa noticia a Amelia.

Nate se quedó en silencio después de eso, sin atreverse a mencionar el otro tema que le habían planteado en la reunión: los hijos. La sola idea de hablar sobre eso le provocaba una incomodidad profunda, una sensación que no podía describir del todo. Le resultaba agobiante pensar en una solución para la orden que había recibido, y la conversación pendiente sobre los hijos lo carcomía por dentro. Pero no podía compartirlo, no todavía.

──Gracias por decírmelo── dijo Mery suavemente, percibiendo que Nate estaba luchando internamente con algo más grande. Pero no lo presionó. Sabía que él hablaría cuando estuviera listo.

El silencio se asentó de nuevo entre ellos mientras continuaban el viaje. Nate seguía mirando por la ventana, intentando concentrarse en cualquier cosa que no fuera el problema que ahora pesaba sobre él. Pero era inútil. Las palabras del distrito Verde resonaban en su cabeza, mezclándose con sus propios miedos y dudas, y sabía que eventualmente tendría que enfrentarlas, pero por ahora, solo quería llegar al distrito Blanco y encontrar un momento de calma.

Después de un tiempo, Mery rompió el silencio nuevamente, esta vez con un tono más suave y cálido.

── Nate, sé que todo esto es complicado ── dijo, girando un poco en su asiento para mirarlo mejor ──. Pero quiero que sepas que no tienes que sí quieres hablar de algo. Estoy aquí para ti, siempre.

Nate apartó la vista de la carretera por un momento, encontrando los ojos de Mery llenos de sinceridad y preocupación. Esa simple conexión visual lo hizo sentir una ola de emociones que había estado reprimiendo. No estaba solo en esto, y aunque sabía que Mery había estado siempre a su lado, en ese instante, la realidad de su apoyo incondicional lo golpeó con fuerza.

── Lo sé, Mery ── respondió, su voz un poco más suave que antes ──. Y te lo agradezco, de verdad.

Mery esbozó una pequeña sonrisa, sintiendo cómo el hielo comenzaba a derretirse entre ellos. No podía ignorar el peso que cargaba Nate, pero también sabía que había algo más profundo entre ambos que merecía ser explorado.

Con una decisión repentina, Mery extendió la mano y la colocó suavemente sobre la de Nate, que descansaba en el volante. Él miró hacia abajo, sorprendido por el gesto, y luego volvió a mirarla a los ojos. En esa mirada compartida, hubo una comprensión silenciosa, una conexión que había estado latente pero que finalmente estaba saliendo a la superficie.