٬٬⠀Regreso a casa⠀─
El sol comenzaba a elevarse lentamente en el horizonte, bañando la playa con tonos dorados y naranjas. Era el último día que Nate y Mery pasarían en la costa, un lugar que había servido como un refugio temporal, lejos de las presiones del mundo que los rodeaba. La brisa marina soplaba suavemente, trayendo consigo el sonido relajante de las olas rompiendo en la orilla, mientras pequeñas gaviotas volaban sobre ellos, como guardianes del mar.
Nate se despertó primero, como siempre, y al girar la cabeza vio a Mery dormida a su lado en la cama de la cabaña frente al mar. Su cabello estaba ligeramente despeinado, y su respiración era tranquila. Había algo tan pacífico en la imagen que decidió no despertarla. En lugar de eso, se levantó lentamente y caminó hacia la ventana, desde donde podía ver las aguas brillantes y el cielo despejado, prometiendo un último día perfecto.
El tiempo en la playa les había permitido desconectarse de todo. Era como si el mundo exterior no existiera, y por primera vez en mucho tiempo, ambos habían podido relajarse verdaderamente. Nate sabía que pronto tendrían que volver a la realidad, pero estaba decidido a aprovechar cada último momento que les quedaba en ese pequeño paraíso.
Se puso un pantalón corto y una camiseta, luego salió descalzo al balcón de madera que daba directamente a la arena. El frío de la mañana aún estaba presente, pero el calor del sol no tardaría en envolverlos a ambos. Se quedó allí unos minutos, disfrutando del sonido del mar, mientras sus pensamientos vagaban en todo lo que había pasado en las últimas semanas.
Al cabo de un rato, escuchó a Mery moverse dentro de la cabaña. Giró la cabeza y la vio aparecer en la puerta, envuelta en una manta ligera. Sus ojos, aún somnolientos, se iluminaron al verlo allí, como si la vista de Nate en ese entorno tranquilo fuera justo lo que necesitaba para comenzar el día.
── Buenos días ── dijo ella con una sonrisa, su voz suave.
── Buenos días ── respondió Nate, devolviéndole la sonrisa mientras se acercaba a ella. La envolvió en sus brazos, besando suavemente su frente. ── ¿Dormiste bien?
── Excelente── respondió ella, apoyando la cabeza en su pecho. ── No puedo creer que sea nuestro último día aquí. Siento que podría quedarme en este lugar para siempre.
── Lo sé... yo también ── murmuró Nate, mientras ambos miraban el océano en silencio. ── Pero necesitamos volver. Las cosas están más calmadas, pero no podemos escapar para siempre.
── Lo sé ── susurró Mery, levantando la mirada para encontrar sus ojos. ── Pero por hoy, ¿podemos fingir que el mundo allá afuera no existe?
Nate asintió, besándola suavemente en los labios. ── Hoy, el mundo no importa.
Pasaron la mañana caminando por la playa. La arena se sentía suave bajo sus pies, y el agua fría les rozaba los tobillos mientras se sumergían en el momento. Se sentaron en una roca grande y lisa, con la mirada perdida en el horizonte. Nate no podía evitar pensar en lo que les esperaba una vez que volvieran, pero Mery parecía en paz, absorbiendo cada detalle del lugar, como si estuviera grabando cada segundo en su memoria.
── Esto ha sido perfecto ── dijo Mery, rompiendo el silencio. ── No sé cómo vamos a volver a nuestra vida habitual después de todo esto.
── Tal vez no tengamos que volver exactamente a lo de antes ── sugirió Nate, jugando con la idea en su mente. ── Hemos aprendido mucho aquí... sobre lo que necesitamos, sobre nosotros mismos. Podemos encontrar una manera de llevar un poco de esto con nosotros, incluso en medio de todo lo demás.
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Los Estigmas de Nate Edevane (+18) #1 EDLD ✔️ [EDITANDO]
RomanceLibro #1 de la Saga: Ecos de los distritos. Esta historia narra un futuro donde Europa está dividida en cuatro distritos, y cada uno tiene un jefe elegido bajo un sistema democrático. Sin embargo, existe un quinto distrito, el secreto, conocido como...