Extra 2 - Monitoreo

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El avión privado surcaba el cielo con suavidad, pero dentro de la cabina, la atmósfera era tensa. Nate miraba constantemente de reojo a Mery, quien estaba sentada a su lado. Aunque ella intentaba mantenerse tranquila, Nate no podía evitar sentir una oleada de preocupación. El viaje al distrito Verde no era corto, y la idea de que Mery estuviera embarazada y acompañándolo lo tenía inquieto.

──¿Estás segura de que estás bien? ──preguntó Nate, por tercera vez en menos de una hora.

Mery le dedicó una sonrisa cansada mientras pasaba una mano por su vientre, que empezaba a notarse bajo su vestido suelto.

──Nate, estoy bien ──respondió con un tono suave──. Sabes que quería estar contigo en esto. Además, ya hemos hablado con el médico. Todo está bajo control.

Nate asintió, pero no pudo evitar fruncir el ceño. A pesar de las palabras tranquilizadoras de Mery, él no lograba quitarse de la cabeza la posibilidad de que algo pudiera salir mal durante el vuelo o cuando llegaran al distrito Verde. Había insistido varias veces en que era mejor que ella se quedara en casa, pero Mery había sido firme en su decisión de acompañarlo.

──No tenías que venir ──insistió Nate, sin poder evitarlo──. Podrías haber descansado. El distrito Verde no es un lugar fácil, ya sabes cómo son las reuniones ahí.

──Lo sé ──Mery lo miró directamente a los ojos──, pero no quiero estar lejos de ti, especialmente ahora. Quiero estar a tu lado, Nate. No me pidas que me quede atrás cuando puedo estar contigo.

Nate suspiró y pasó una mano por su cabello, claramente frustrado pero entendiendo el deseo de Mery. Sabía que ella tenía razón. La vida que llevaban no permitía muchas oportunidades para estar juntos, y el hecho de que Mery estuviera embarazada solo hacía que Nate quisiera protegerla aún más.

──Está bien ──dijo finalmente, con una leve sonrisa──. Pero si en algún momento te sientes mal, me lo dices de inmediato. No quiero que te fuerces, Mery.

Mery asintió y, con una mano, entrelazó sus dedos con los de Nate. ──Lo prometo. Pero no tienes que preocuparte tanto. Me siento bien, de verdad.

El avión continuaba su trayecto, y mientras el tiempo pasaba, Nate seguía lanzando miradas preocupadas hacia Mery. Cada pequeño movimiento que ella hacía, cada gesto o cambio de expresión, lo hacía pensar que algo podría estar mal.

──¿Estás segura de que no necesitas nada? ──preguntó nuevamente, inclinándose un poco hacia ella──. ¿Agua? ¿Algún refrigerio?

Mery lo miró con una mezcla de cariño y diversión. ──Nate, amor, estoy bien. En serio. Te juro que si algo no estuviera bien, serías el primero en saberlo.

Nate exhaló lentamente, tratando de calmar su ansiedad. Sabía que estaba siendo demasiado protector, pero no podía evitarlo. Su vida había sido un caos desde hacía años, llena de tensiones y decisiones difíciles. Ahora que Mery estaba embarazada, el futuro se veía diferente, pero también más frágil.

──Sé que quieres protegerme ──dijo Mery, acariciando suavemente su mano──, pero también soy fuerte. Hemos pasado por cosas más complicadas que un vuelo al distrito Verde.

Nate sonrió levemente, reconociendo la verdad en sus palabras. Mery siempre había sido fuerte, tanto emocional como físicamente, pero este embarazo había despertado un instinto protector en él que no podía controlar.

──Lo sé, pero... no puedo evitar preocuparme por ti. No me perdonaría si algo te pasara, o al bebé.

Mery apretó su mano, y Nate sintió un calor reconfortante. ──Nada va a pasar. Confía en mí, Nate.

Los Estigmas de Nate Edevane (+18) #1 EDLD ✔️ [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora