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Cuando llegó a su casa, su hermanastro lo esperaba en su cuarto, sentado jugando videojuegos como es usual. Lucía incluso más desordenado de lo normal-lo cual era increíble considerando lo desordenado que ya era-. Tenía el cabello rubio despeinado y alrededor suyo varios envoltorios vacíos de chucherías, algunos medio llenos, otros vacíos, entre ropa y otros desórdenes que presionaban la vena nerviosa del cuello de Minho de la misma manera. Cuando advirtió de su presencia separó la vista de su juego solo por un momento.

—Llegó un poco más tarde.

—Estaba paseando con Changbin — explicó Minho frunciendo el ceño, había algo extraño en su tono de voz —. Hey, ¿Qué es este desastre, Han Jisung? Tu cama parece un nido de aves, solo faltan los pájaros y los gusanos — regañó mientras se acercaba a recoger los envoltorios de caramelos vacíos para tirarlos al cesto de basura que tenían en la habitación. Se fijó en la cantidad medio preocupante de comida chatarra que había —. Además, ¿qué es toda está comida chatarra? Si no cuidas tu cuerpo, te enfermarás.

Mientras estaba tratando de poner orden sobre la cama de Jisung, es decir, lidiando con sus propios problemas de tolerancia al desorden, accidentalmente su mano se topó con el muslo de Jisung por encima de la cobija, y Jisung colocó su mano sobre esa mano, y la agarró para apretarla como si no quisiera dejarla ir. Una dulce sonrisa se le ensanchó entre los labios. Minho creyó escuchar latir su corazón de forma preocupante, los sonidos se hacían repentinamente sordos dentro de su cabeza por lo mucho que lo había golpeado la sensación de nerviosismo y revolución estomacal.

—Está bien, mamá, lo que tu digas.— Minho escapó bruscamente del agarre de Jisung para golpear su cabeza a modo de regaño.

—Estás cada vez más irrespetuoso. Aigo, ¿qué voy a hacer contigo? — reprendió, quizá solo para disimular su verguenza, y en lugar de mirarlo tomó una camisa que estaba solo casualmente allí, desordenando, y la tomó y la observó cómo si fuera interesante hasta decidir que la doblaría.

—Se ve muy bonito hoy, hyung. — Dicho comentario puso sus nervios aún más en guardia —. Sobretodo con sus mejillas rojitas.

—¿De qué... estás hablando? Para de decir cosas extrañas.

Jisung arrebató la camisa doblada de sus manos, y la dejó a un lado sin mayor inconveniente. Minho le dedicó una mirada confundida que lucía como una mirada de advertencia al mismo tiempo, porque Jisung poseía en los ojos una profundidad y severidad que lo asustó, y esos ojos se dirigían a él con inusual intensidad. Nisiquiera se dió cuenta cuando los talones de los pies de Jisung se apoyaron sobre el piso y su cuerpo se irguió sobre ellos, tan cerca del suyo propio que podía sentir el calor que destilaba, la gravedad atrayendo su cuerpo al suyo, la materia física bajo ambos pares de pies, las cualidades sobrenaturales del aire, que existían solo en su cabeza, y se trataba de corrientes frías que venían del sur y le helaban la espalda, y corrientes calientes que venían de el norte y lo envolvían alrededor de Jisung. Podía sentir su olor, y podría ver sus ojos pero bajó su cabeza, y en cambio veía su barbilla, y su pecho que subía y bajaba con fuerte uniformidad.

Su primer reflejo fue apartarse, retroceder, pero Jisung insistió en mantener un mismo espacio personal, y como sus camas apenas estaban separadas pronto calló sentado sobre la suya, mirando a Jisung desde abajo, con su lindo rostro sonrojado alzándose para ver la indescriptible expresión facial de Jisung.

La mano de Jisung agarró delicadamente su mentón para observar su rostro, pasando su pulgar cerca de sus labios.

—Incluso si son cosas raras, son mis pensamientos. Usted es muy lindo, hyung.

El movimiento del brazo de Jisung le dijo a Minho que estaba a punto de retirar su mano, pero su cerebro, que cada vez funcionaba peor, estaba completamente segregado con algún tipo de locura temporal y un reflejo lo hizo agarrar su muñeca y redirigirla a su rostro, para evitar que se fuera.  El semblante de Jisung se vió repentinamente sorprendido. Su pulgar quedó sobre su labio inferior de manera inintencional, pero Minho tomó su dedo en su boca y lo succionó suavemente. Al cabo de unos segundos aumentó la intensidad, lo ubicó sobre la lengua y chupó como un bebé con su chupete, y sus ojos inocentes y abrumados observaban a Jisung directo al rostro mientras sus manitos aún sostenían con fuerza su muñeca.

—¡Chicos! — Una voz los sacó inmediatamente de su burbuja, Minho liberó la mano de Jisung y este limpió la saliva en su sudadera lo más rápido que pudieron. Se trataba de la madre de Jisung —¿Qué quieren comer hoy?

—Lo que...lo que tú quieras, mamá — dijo Minho con dificultad, Jisung asintió.

—No puede ser que sean tan imprecisos, ¿qué se supone que haga con «lo que tu quieras»?

—Vale, qué tal...kimbap...

—¿Kimbap? Está bien... — Sin nada más que decir, la madre salió del cuarto cerrando la puerta detrás de ella, y dejando un aire sumamente incómodo en el cuarto.

Jisung también se sentó en la cama, y Minho encontró graciosa la manera en la que, sin decir nada, miraba su pulgar y lo frotaba contra su índice como si algo sobre este le sorprendiera, pero estaba muy avergonzado. Sobre su lengua aún podía sentir la textura áspera del dedo de Jisung contra el cielo de su boca, y su sabor a piel y algo salado como restos de Doritos. Sin siquiera mirarlo, jugó con sus manos durante un rato.

—¿Qué tal si sigues ayudándome?

—¿Ah? — Jisung no podía creerlo, se giró hacia él de manera inmediata. Sin embargo, Minho no lo miraba a él, solo miraba sus rodillas.

—Hay...cosas que quiero probar, pero soy demasiado tímido para hacerlo con otras personas. Podrías...ayudarme con eso.

—Oh... — Aquello era sumamente excitante, debajo de sus uñas incluso sus dedos ardían de la emoción. Pero él intentó no sobre-reaccionar, intentó relajar esa felicidad cuyo origen nisiquiera se molestaría en cuestionar. Era aquello solo una propuesta beneficiara para Minho, para que adquiriera experiencia. No había nada que él pudiera ganar allí —. Por supuesto, puede contar conmigo.

—Perdón si soy raro, Sung...

¿Raro? ¿Minho estaba llamándose raro? ¿Después de que él mismo actuara de forma inexplicablemente transtornada durante ese día entero? Jisung quería reír.



Gatito ✨ HanknowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora