Gatito ✨ Hanknow

✨10

La palabra correcta para empezar era siempre la primera que se te venía a la cabeza, pensó Minho. Era una reverenda mentira. Por supuesto, aquello era un consejo de Changbin, y vaya consejo de mierda. Pero en aquel momento, y solo en aquel, pensó que no era tan mala idea solo hablar y dejar que las consecuencias fluyan. Tratándose de Jisung, creyó que ya habían llegado al límite de las conversaciones-y momentos- más incómodas que dos hermanastros podrían tener incluso antes de que comenzaran a hablarse tanto, no tenía mucho que perder.

—Jisung.

—Mhm.

Aveces Minho se preguntaba por qué el siempre reaccionaba así, en lugar de despegar los ojos de la maldita tablet y prestarle atención.

—Pásame el número de Dahyun noona. — A Jisung no se le cayó la tablet, como aquella vez que Minho llamó su atención para preguntar cosas sobre sexo, pero él logró que desviara su vista hacia él. Mordió la parte inferior de su mejilla.

—¿Una vez más?

—¡No te hagas el tonto! No actúes como si no supieras que cambió su número de celular.

—¿Ella lo hizo? — Minho confiscó su tablet-a lo que Han soltó un chillido de hecho gracioso- y observó el juego en la pantalla. Mario bros, patético. Como venganza, Minho dejó que a Mario se lo comiera una planta carnivora. Jisung chilló de nuevo —. ¡No puedo creer que hayas hecho eso!¿Tienes idea de el esfuerzo-

—¡¿Qué es esto, por qué me estás hablando sin honoríficos, mocoso?! — exclamó, fingiendo estar mortalmente enojado.

—¡A la mierda, acabas de arruinar mi juego!

Minho no pudo aguantar más, se desplomó de la risa sobre la cama de su hermano y se carcajeó hasta que sus ojos comenzaron a lagrimear mientras Jisung seguía despotricando sobre su maldito juego.

—Tú, estúpido maleducado, deberías respetar a tus mayores. — Jisung pareció haberse descargado lo suficiente para dirigirle una pequeña sonrisa involuntaria y puso una mano sobre sus cabellos.

—Oh, vamos, ¿cuántos años tienes? ¿tres?

Si Jisung ponía una mano en sus cabellos, a Minho se le olvidaba como enojarse. Jisung lo sabía, y cada vez que lo molestaba, comenzaba a acariciarle los cabellos, aprovechándose de su tonta debilidad para evitar las consecuencias de su pequeña furia. Minho estaba planeando saltar encima de Jisung y morderle el brazo, pero decidió que ignorar lo que dijo y disfrutar de las caricias en su cabello era una mucho mejor idea. La sensación esponjosa en su cuero cabelludo le provocó un cosquilleo agradable cerca de las costillas. O quizá fue la mano amplia y cálida de Jisung, o su mirada cariñosa, o ganas de hacer pipí, pero como sea, cerró sus ojos.

Aveces Minho era muy parecido a un gatito.

—Hyung — dijo al rato.

—¿Recuperaste los modales? — dijo Minho sin siquiera abrir los ojos, sonaba adormilado, aún embelezado con las caricias en su cabello.

—Seh — respondió Jisung con simpleza, Minho sonrió, estremeciéndose cuando Han llevó sus caricias a la parte de detrás de su oreja —. Sabe, cuando le di el número de Dahyun para que follaran no pensé que estaría haciendo de cupido.

Minho frunció el ceño-aún sin abrir los ojos-
—: En efecto, no lo hiciste.

—No tiene que mentirme a mí.

—No te estoy mintiendo, Sungie — Y no lo hacía-definitivamente-. Dahyun era agradable, y de nuevo, muy bonita, pero algo en Minho era ajeno a ella, a verla de esa forma. Simplemente su cerebro no se abrumó con su presencia, con nada de ella. No le causó más que verguenza por el hecho de que tuvieron sexo y él de hecho fue un desastre. Pero Minho estaba seguro de que no le gustaba, y sobretodo, Minho nunca-escúchenlo bien, nunca- quería volver a tener sexo con Dahyun —. Dahyun no me gusta, nisiquiera quiero volver a acostarme con ella. Me cae bien, por eso quiero tener su número, tengo el de todos los demás chicos.

Jisung pensó que Minho era indudablemente obvio con sus expresiones, así que al no ver ninguna reacción fuera de lo natural, le creyó-aunque en realidad solo lo había dicho para molestarlo un poco-.

—Hyung, usted no ha probado tener sexo con otras chicas, ¿o sí?

Minho se sonrojó un poco, Jisung intentó hacer las cosas más naturales mientras continuaba con sus caricias.

—¿Recuerdas esa fiesta a la que fuimos en casa de Christopher?

—mjm.

—Antes de que nos encontráramos tuve sexo con una chica llamada Choi Jisoo.

Si Jisung hubiera tenido su tablet en la mano, esta vez la hubiera soltado, y si hubiera estado bebiendo algo, le hubiera salido el líquido por las orejas. Dado que no era ninguno de los dos casos, su única reacción perceptible para Minho fue dejar de acariciar su cabello. Sin embargo, él decidió abrir los ojos.

—¿De verdad?¿Repentinamente se convirtió en un playboy y no me avisó?

—No, gran estúpido — refunfuñó Minho, enojado debido a las caricias en su cabello que habían parado —. Solo quería estar seguro de que era tan malo como percibí o Dahyun era el problema — Jisung soltó una carcajada sorprendida, pero no lo juzgó.

—¿Y que descubrió?

—El problema no era Dahyun, el sexo es horrendo. Creo que me convertiré en cura y moriré solo.

—Espera, espera, espera, hyung. Vaya más lento.

—¡A la mierda! No quiero contarte mi nula vida sexual.

—No sea tan grosero, Min Hyung — riño Jisung, picando su nariz — Además, si no me la cuenta a mi, ¿a quién se la va a contar?

—¡A nadie! Ya te dije, me haré cura y moriré virgen.

Jisung soltó una pequeña risita, dejándose caer al lado de su hyung.

—¿Usted no ha considerado la idea de que tal vez no le gusten las mujeres?

—¿A que te refieres?

—Somos una sociedad ya avanzada, hyung, ¿por qué no lo intenta con un hombre?

Minho no era homofóbico, pero eso no evitó que viera la incógnita más que nada como un chiste. Minho no se sentía identificado con los homosexuales, aquel era un mundo ambiguo que podía respetar dentro de su ignorancia, pero que aún le era lejano, como si fuese una leyenda.

—No soy homosexual.

—Bueno, si usted lo dice — Jisung no quiso insistir mucho.

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