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A aquel punto, Minho pensó que Jisung nunca lo besaría, pero eso fue exactamente lo que hizo, luego de dedicarle aquellas dos palabras que Minho estaba seguro de que no podría olvidar incluso si quisiera:

'Buen Chico.'

La mano de Jisung no dejó de agarrar su cabello mientras lo besaba, más rudo de lo que esperó por parte de Jisung, obligándolo a mantener su cabeza quieta mientras él dirigía el beso de la manera en que le apetecía, saboreando su boca con su lengua como si se tratara de un dulce. Minho casi chilla cuando Jisung envolvió su lengua con sus labios y comenzó a chuparla frenéticamente, sobreestimulando todos sus sentidos. Sintió un picor en la parte de su garganta que iba directamente hacia su nariz, y una paz mental increíble golpear contra la parte de su frente justo encima de las cejas. Sintió cosquillas violentas en la zona de su estómago, y dentro de su corazón un sentimiento que lo hacía sentir verdaderamente maravillado.

Minho no quería ser aterrador, pero se sentía como si de repente tuviera doce años.

Un dulce gemido durante el beso hizo que Jisung se separara para mirarlo con una ligera sonrisa. Bajó la mirada, sin poder mirarle directamente al rostro. Minho se consideraba una persona introvertida, no tímida, y definitivamente no con alguien de confianza como Jisung, pero justo en aquel momento, creyó que podría morir de la verguenza. Los dedos índice y pulgar de Jisung lo obligaron a levantar la vista y verle directamente a los ojos. Él tampoco lucía tan tranquilo, y Minho sentía las puntas de sus dedos algo sudadas bajo su barbilla.

Se estaba sintiendo raro.

—¿Qué perfume usas? Hueles muy bien — dijo Jisung de repente, arqueando su cabeza para acercar su nariz a su cuello. Minho tomó una inhalación aguda.

—No te lo diré, o me copiarás — quizo bromear, pero la inocente mordida que fue dejada en su cuello, seguido de un glande húmedo barriendo súbitamente su piel, no le dejó sonar realmente divertido. Por el contrario su voz tembló, y se vió forzado a presionar sus dedos contra los hombros de Jisung para descargar todos sus intensos sentimientos.

Pronto Jisung estaba besando su cuello con verdadera dedicación, acariciándolo con sus labios, lengua y dientes como si no le importara que Minho se sintiese más sensitivo que nunca. Su camisa contra la piel de su abdomen y pezones estaba provocándole espasmos en combinación con la sesión interminable de besos de Jisung, que empezó a desabotonar su ligera camisa para seguir extendiendo sus caricias hacia su pecho. Minho no dijo nada, no se quejó, porque le era imposible quejarse, en aquel momento Minho creyó que le era imposible siquiera hablar; en cambio se dejó caer en la cama, observando como Jisung se posicionaba inmediatamente sobre él como un depredador sobre su presa, como si no quisiera separarse siquiera un metro de su cuepo.

Se trepó sobre él con las piernas abiertas alrededor de las suyas, moviendo su cadera en ademanes vulgares mientras seguía desabotonando su camisa, hasta que terminó con el último botón, entonces abrió su camisa lo suficiente para exponer sus pezones al frío del aire acondicionado. Minho suspiró pesadamente.

Minho no podía creer que Jisung realmente se estuviera tomando su tiempo para admirar su figura semidesnuda, pero pasó ahí al menos cinco minutos, apenas tocando superficialmente su abdomen como si quisiera volverlo loco, con su dedo pulgar acariciando apenas su cintura de forma cariñosa, pero mirando de arriba a abajo con las pupilas dilatadas, hasta que decidió que lo mejor que podía hacer era pellizcarle un pezón.

Minho gimió, no supo si de dolor o placer.

—Eso dolió, Jisung — puchereó.

Jisung estaba más serio que de costumbre cuando escuchó eso, su mano viajó hasta el otro pezón y lo pellizcó, poniendo un poco de fuerza adicional en comparación de la primera vez. Minho chilló bajito, apretando sus manos en puñitos.

Gatito ✨ HanknowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora