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Sea como sea, el punto es que Minho no había quedado tan complacido de su primera vez. Horrible no había sido, pero no había sentido nada especial. Sentía que todas esas sensaciones no eran más que vanalmente naturales e inevitables y de alguna manera quería saber si alguien podía hacer que simplemente disfrutara del sexo tanto como para olvidarse de todo, como aveces le habían contado que sucedía. Eso era un problema, considerando que no se le ocurría pensar en una mujer más perfecta como Dahyun para ello.

De todas maneras, así fue como terminó en la casa de Christopher Bang-un amigo de su hermanastro, según sabía-, en alguna habitación, teniendo sexo con otra chica que si no se equivocaba era llamada Choi Jisu.

De alguna manera, ella era mucho más dócil que Dahyun. Sus gestos demostraban que deseaba que Minho tomara las riendas de la situación. En vez de subirse a horcadas sobre él y besarlo con hambre, se dejó caer en la cama acariciando suavemente la nuca del más alto, poniendo su cuerpo a su disposición. En lugar de hacer que se sintiera más libre, hizo que se sintiera más bien presionado, porque no tenía idea de que se suponía que hiciera con el poder que Jisu estaba brindándole.

Aquella vez fue peor que con Dahyun, Minho nisiquiera pudo correrse. Así que enseguida Jisu obtuvo su orgasmo, intentó disimular un poco tirando el condón rápidamente a la basura. Ella no hizo preguntas, solo plantó un último beso en sus labios, se vistió y salió de la habitación. Y Minho se quedó allí, tumbado en la cama, observando el techo durante unos minutos hasta decidir que se vestiría y se iría de allí. De todas maneras, a él nisiquiera le gustaban las fiestas, y al pensar que podría estar a salvo en la comodidad de su casa, de repente no tenía idea de que hacía allí. Se colocó la ropa que llevaba inicialmente y salió también de la habitación, bajando a la primera planta de la casa en busca de Changbin. Al no encontrarlo, decidió caminar hasta la barra y pedir un trago.

Sorpresa la suya de avistar a su hermanastro allí sentado también, charlando con el anfitrión de la fiesta a unos metros de él. Por supuesto, considerando que era amigo del dueño de la casa, no era absolutamente sorprendente verlo allí, pero Minho creía haberlo olvidado por un segundo. Así como también olvidó que a su donsaeng le gustaban las fiestas, y que no siempre vestía con enormes y adorables sudaderas ni calcetines estampados con caricaturas.

En aquella ocación llevaba las piernas empaquetadas en un pantalón de cuero ajustado, y el torso en una larga camisa holgada de color blanco y una camisa abierta de color rojo, de estampado cuadrille. El cabello rubio le caía por ambos lados del rostro y no podía lucir mejor. No podía sinceramente lucir más diferente de lo que Minho estaba acostumbrado a ver en él, y eso de cierta forma lo desconcertó, no pudiendo apartar los ojos de la figura de Jisung. Pasó allí un rato, debatiéndose si ir a saludar o hacer como si nunca lo hubiera visto, para finalmente decidirse por la última. No contó por supuesto con que fuera demasiado tarde para ello, puesto que su hermanastro había dirigido su mirada hacia él, haciéndole una seña para que se acercara.

Sin otra opción caminó torpemente hacia ellos.

—¿Qué tal, Minho hyung?

—Hola, Jisung.

Minho adentró las manos en los bolsillos de sus vaqueros, cosa que Jisung identificó como un acto nervioso y se colocó en función de hacer el aire más ameno.

—Hyung, el es BangChan. Se que lo ha visto varias veces, y es un gran amigo mío. Chris, él es mi hermano, Lee Minho.

—Qué tal, Minho.

Minho solo asintió con la cabeza mostrando una sonrisa. Ciertamente no tenía idea de como responder. Los acontecimientos con Jisoo le habían dejado un mal sabor de boca y solo quería ir a casa y dormir. Aún así, intentaba al menos ser educado.

—Jisung...creo que iré a casa, estoy algo cansado.

—Uh, espere hyung, lo acompañaré. — Dicho esto, el de cabellos rubios se levantó de su asiento, despidiendo a Christopher con un apretón de manos.

—N-no tienes que hacerlo, Han, puedo irme solo.

—Shh, ya, ya, hyung, iba a irme a casa ya de todas maneras — aclaró Jisung, apartando todas las quejas de Minho, quien se limitó a volver a esconder sus manos en los bolsillos de sus baqueros —. ¿Que pasó? ¿Por qué tiene esa mueca de incomodidad plantada en la cara? Parece un niño en su primer día de kinder.

—Un poco más de respeto, soy mayor que tu... — se defendió Minho, avistando la salida del lugar —. Solo...no me siento tan bien, es todo.

Jisung le envió una fugaz mirada, pero no hizo más preguntas.

Justo cuando estaban a algunos pasos de la salida, pasó por allí un hombre con toda la pinta de estar irremediablemente borracho y chocó con Jisung. El problema que radicaba en esto era que consigo cargaba una bebida-posiblemente alcoholica- y la derramó sobre la camisa blanca de Jisung.

—¡Ash! — gruñó este cuando el borracho hubo tomado su camino —. Maldición, odio cuando los ebrios hacen cosas así.

—No seas dramático, puedes cambiarte cuando lleguemos a casa.


Gatito ✨ HanknowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora