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Era una chica delgada, sostenía en su mano una taza transparente con los restos de lo que creo es la nata de un café irlandés, en su rostro se dibujaba una sonrisa de superioridad; dio un ultimo sorbo a su café y se levanto en mi dirección.

~ ¿Ya te dijo mi nombre o necesito presentarme? - fue lo único que dijo para después tomar asiento junto a mi, yo no me moví, no sabía si mis sospechas eran correctas pero ese verde me parecía muy familiar.- Me dicen Norte - dijo ella al no obtener respuesta - mis amigos me llaman Ari pero tu y yo no somos amigas aún, ¿No es así Ally?

~ ¿Que quieres Aria? - pregunte sin mas.

~ No nena, no puedes usar ese nombre. - me dijo revisando el menú de manera despreocupada.

~ No puedes llamarme "nena" - respondí molesta. ¿Quien se cree esta chica? La única que podría llamarme nena en mi vida es Oli y ni si quiera ella lo hace.

~ Bien, chica con carácter, eres una persona muy interesante... Ally - dijo después de una pequeña pausa -... No entendía por que mi padre me pidió salir de mi cómoda vida alejada de toda la mierda de la ciudad por una simple chica que se ganó una golpiza - dijo ella mientras llamaba a una mesera con la mano y señalaba algo en el menú - pero no fue una golpiza cualquiera y no eres una chica cualquiera. ¿Cierto, Al?

~ ¿Que es lo que quieren de mi? ¿Dinero? - pregunté apretando los dientes, estaba realmente molesta por la forma en que la chica se dirigía hacia mi y si todo este estrés que estaban provocando se trataba de un intento de extorsión, iba a detenerlo en ese momento.

~ Vamos, nena ¿te parezco alguien a quien solo le importa el dinero? Tengo el suficiente poder para no necesitar algo tan simple como un par de papeles verdes, si, son importantes pero no es lo que buscamos.

~ ¿Y que buscas? - pregunte echando un pequeño vistazo a mis espaldas, donde estaba la entrada del local y mi amigo Vicky, quien si Oli se entera de esta charla, tendría un muy buen regaño, aunque claramente yo no le diré nada de esto.

~ Como te dije, eres una chica muy interesante, no se como es que estas viva ahora para empezar, eres impresionantemente fuerte y resistente; y no lo digo únicamente por lo del boxeo. - dijo ella y yo me puse a pensar, ¿Que tanto sabían ya de mi? - Como sea, quiero que trabajes para mi, habría que volver a entrenarte un poco y recuperar tu condición pero no creo que sea tan difícil, no ha pasado tanto tiempo y eres joven...

~ ¿Y que pasa si no quiero? - interrumpí, no pienso trabajar con alguien como ellos, dudo mucho que se trate de algo legal para empezar.

~ Pues... - siguió la chica mientras que con su cuchara tomaba algo de nata del café que acababan de entregarle - creo que tendré que hablar con tu agente, dicen que tiene cierto don para convencerte, es linda la rubia, ¿Como se llamaba? ¿Olivia?

~ No te atrevas a tocarla - gruñí mientras la tomaba del brazo con fuerza y la obligue a mirarme - juro por mi vida que si la lastiman no voy a tener piedad ni de ti, ni de tu padre - la chica se veía sorprendida, parecía que no se esperaba mi reacción. - no se quienes sean, que es lo "especial" que hayan visto en mi, si es el que sobreviví al ataque quiero que sepan que no fue suerte, es simplemente que no iba a morir a manos de un idiota como lo es Glenn y no voy a dejar que una mocosa de ¿Que, 15 años? venga a amenazarme a mi y a mi familia, no soy una persona cualquiera, tienen razón, yo tal vez no tenga el poder que tu tienes pero si tengo algo que tu no y es mi cabeza, no sabes lo poderosa que puedo llegar a ser si me lo propongo "Ari" - dije entre dientes - Aléjense de mi ahora que pueden. - solté su brazo y me levante de la mesa, saque un billete de 20 dolares y lo deje sobre la mesa para después caminar a la salida.

~ Muy bien, tendrá que ser a la mala - sentencio ella.

[...]

~ Olivia me dueleeee.

Maldita coincidenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora