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La ida a la tienda fue toda una odisea, resultó que al final tuve que llevar también a Oli, Chris y a Beth con nosotras ya que bueno... No tenía muchas opciones, todos se veían muy entusiasmados por ir y la verdad no se me ocurrió una excusa valida para no llevarlos, había un trafico horrible debido a la lluvia y en las tiendas era aun peor, las filas eran enormes y digamos que ni mi hermano ni yo somos personas muy pacientes.

Tal parece que la supuesta sequía que estaba prevista para los ángeles es en realidad la cola de un huracán, hacia tiempo que no llovía tanto y al parecer la madre naturaleza ya había hecho planes para nosotros. Como sea, me encontraba sentada en una banca en algún lugar del centro comercial, los chicos se habían dividido para comprar diferentes cosas y que podamos salir mas temprano del sitio pero para ser honesta no tenía muchas ganas de estar metida en filas de 1 hora por chucherías.

Me había escapado con la idea de comprar en la tienda menos transitada pero para mi desgracia era un banco, así que suspire y con todo mi pesar me fui directo a la tienda de helados, la cual por cierto también tenía fila, sin embargo creo que un helado vale la pena.

Y ahí estaba yo, de lo mas tranquila esperando mi turno para comprar un helado de chocolate con muuchas almendras, hasta que sentí un empujón en mi cadera.

~ Sabía que te encontraría aquí - dijo aquella voz tan conocida, una vez que me estabilice voltee a ver a la dueña de la voz y no era ni mas ni menos que Dash.

~ Pues si es así empiezas a aprender lo suficiente para el libro. - comenté de vuelta en la fila y gracias a eso note que había empezado también a obsesionarme el tema del libro ¿Quién iba a decirlo?

~ Oh no, aún me falta bastante por aprender - dijo ella con una sonrisa - toma, ayúdame.

Estaba distraída leyendo el menú cuando escuche que me hablaba a mi y voltee justo a tiempo para ver como la oji verde me daba a cargar 3 bolsas de no se que, de no haber volteado creo que me habría golpeado en la cabeza, ella lo noto pero simplemente soltó una risilla como disculpa, como sea, al parecer mis 5 minutos de paz y tranquilidad habían terminado.

La chica miraba su alrededor con tranquilidad, como si no le alterase en lo absoluto que hubiese tanta gente a nuestro alrededor y sinceramente no lo entiendo, me parece exasperante no poder dar un paso sin chocar o interactuar con otras personas, normalmente yo no hago las compras, le pago a mi vecina y niñera de Aris y Newt para que las haga por mi y si tengo que hacerlas yo, literalmente voy al lugar donde menos autos veo.

No es que no me agraden las personas, es solo que las filas y los lugares demasiado aglomerados me parecen horribles, no veo la necesidad de que tantas personas estén voluntariamente en una misma área común, digo, no es necesario! hay miles de tiendas como esta!

~ Pareces estresada, ¿esta todo bien? - pregunto la oji verde.

~ Es solo que no me gustan las filas, ni estar rodeada de tantas personas. - conteste abrazándome a mi misma.

~ Bueno, eso si que es extraño - dijo ella y yo la mire con duda - Es que, ese era tu mundo - aquí vamos de nuevo - Te dedicabas a estar rodeada de personas que iban específicamente a verte a ti - la fila avanzo y me limite a dar un paso al frente y guardarme mis comentarios.

La chica a mi lado no dijo nada mas, simplemente se mantuvo a mi par el resto de la fila quise ofrecerle un helado pero se negó, así que pague lo mío y ambas comenzamos a caminar o al menos lo intentábamos, en verdad me estaba dando ansiedad y el helado no me estaba ayudando mucho, en realidad se estaba derritiendo en el vaso, mi otra mano estaba ocupada con las bolsas de Dash y no tenia mucha movilidad como para comerlo.

Llegamos al centro del lugar, donde se supone que nos veríamos con los demás pero ninguno estaba ni cerca, sin embargo había un sitio disponible para "relajarnos" así que ahí estábamos, paradas y obstruyendo la vialidad de los pasillos; tire con frustración el helado derretido en un basurero cercano y suspire fuertemente, el ruido era molesto y un dolor de cabeza estaba comenzando a apoderarse de mi.

Maldita coincidenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora