Maldita coincidencia

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~ Katia! Hola Katia! para nada es un mal momento. - dije soltando a mi padre y volteando a ver a mi amiga.

~ Ally.. - Musito el hombre a mis espaldas intentando llamar mi atención.

~ Papá, familia, ella es Katia, será una de las personas con las que pueden dirigirse si tienen algún problema o pregunta. - comencé a explicarles ignorando por completo a mi padre.

~ Ally hija.

~ ¿Cómo estas Katy? - me voltee ignorando nuevamente a mi padre esperando no caer en un colapso nervioso como los de aquellos años.

Después de lo que paso con Diana mi poca estabilidad mental me abandono y comencé a experimentar los famosos ataques de ansiedad, llegue a despertar sudando por las noches para después comenzar a llorar sin moverme de mi sitio, sin saber que hacer, sin saber a quien llamar, solo me quedaba quieta, llorando y mirando mi techo escuchando millones y millones de pensamientos mezclarse a gritos en mi mente.

Fue una época muy difícil pero con el tiempo aprendí a controlarlos y empece a encontrar paz en cosas pequeñas, aprendí a concentrarme y a respirar, claro que en su momento es algo difícil enfocarse pero con el tiempo se puede lograr, no olvides que es solo lo que tu crees contra la realidad. Ella murió por una serie de errores a nuestro alrededor y aunque ambas teníamos cierta culpa ninguna tenia la responsabilidad por completo.

~ Señora Katia es un placer conocerla pero me encantaría hablar con Alisson a solas - dijo el hombre tomándome por los hombros, la mujer frente a nosotros nos sonrió amablemente y se fue junto a Oli quien le dio un gran abrazo, de esos que solo ella te puede dar.

Di un largo suspiro y camine hacia mi despacho esperando que mi padre me siguiera y efectivamente lo hizo, le deje entrar a la habitación que tanto orgullo me producía y cerré la puerta para después guiarlo a la pequeña sala frente a mi escritorio.

~ Bonito lugar - ¿eso es lo que tiene que decirme? - Es decir, se nota que has trabajado mucho en esto. - continuo al notar el silencio incomodo que produjo el comentario.

~ Si, yo... He estado trabajando duro y sin descanso desde el incidente.

~ Chris... - dijo pensativo - Chris me contó que te dedicas al cine ahora, es algo muy diferente, te felicito Ally.

~ Oli supo mover sus cartas cuando terminé con el boxeo, no es merito mio, solo le dije que quería hacer esto y ella comenzó a trabajar. 

~ Olivia es una gran chica.- contestó para después ambos caer en un silencio incómodo que acabe por romper, no tenia ganas de conversar así que mientras mas rápido empiece mas rápido vamos a terminar con esto.

~ ¿Debieron estar felices con la noticia no es así? Sabían que lo dejaría después de lo que paso.

~ No - dijo el con seriedad - Es decir, en mi interior sabía que esto solo te traería problemas y... Aunque no lo creas cuando eras una pequeña juré protegerte, a los 3... Es el trabajo de un padre, Ally. - Yo no dije nada, preferí morder mi lengua y escuchar - Tu madre estaba feliz, creía que era la manera en que la vida te estaba enseñando que estabas mal y que debías volver a casa para implorar su perdón pero, ambos sabemos muy bien que Antonella no es una mujer fácil de comprender, lloro por semanas después de esa noticia.

~ No entiendo a que quieres llegar con esto. ¿Quieres que los perdone y que todo vuelva a ser como antes? ¿Después de echarme? ¿Después de llamarme fenómeno frente a Chris y Jane? ¿Después de todos los insultos? Nunca se molestaron en llamar para ver si estaba bien, si tenia un techo, no se molestaron en preguntarle a la escuela si sabían algo de mi, no me buscaron con Oli cuando sabían perfectamente que yo estaba ahí, lo se, escuche al padre de Olivia hablar con Antonella por teléfono... No tienen una misera idea de lo mal que lo pase Mattew... Llegue a cuestionarme si lo que me hacia feliz valía la pena, ¿Entiendes? !Me cuestione si MI felicidad valía la pena!  - el se levanto del sofá frente a mi, interrumpiéndome y rodeo la mesita de centro para arrodillarse a un lado mío.