13

61 2 0
                                    

Quise reír por su comentario pero no pude, sentía mi cabeza explotar, tape mi rostro con ambas manos tratando de bajar el dolor pero me fue inútil, en su lugar note como algo caliente y húmedo brotaba de mi frente.

~ Basta, te hiciste daño, déjame ver - dijo ella tomando mis manos y alejándolas de mi frente. - dime que tienes un botiquín por aquí. - dijo mas para ella que para mi pero igual conteste a mi manera.

Yo asentí e iba a levantarme para buscarlo pero la convincente amenaza por parte de Dash sobre volverme a golpear si me movía me detuvo, así que solo le señale la esquina donde estaba empotrado, la chica fue rápidamente a sacar algunas gasas y un frasco de lo que creo que es alcohol y se sentó frente a mi con sus ambas piernas rodeándome.

Después de haberse acomodado y observarme por algunos segundos abrió el frasco, lo vació sobre la gasa y a juzgar por el ardor al contacto con mi piel estaba en lo correcto con el tema del alcohol.  

~ Creo que a ti también tendré que ponerte un cascabel. - bromee con una pequeña sonrisa al pasar el escozor del alcohol.

~ Lo se, lo siento, no era mi intención provocar esto, de verdad lo siento - dijo ella algo apurada - Es solo que, te veías tan concentrada, nunca te había visto entrenar - se veía tan infantil, era adorable, es como si hubiesen atrapado a un niño durante su travesura.

~ Entonces estabas viéndome correr - dije y al parecer ella no se había dado cuenta de lo que dijo hasta ese instante ya que su expresión cambio a una sorprendida y después a una avergonzada rápidamente.

~ B..bueno que te digo, no todos los días ves a alguien con tu físico, mira tu abdomen por dios - dijo ella tocándome, mire mi abdomen entre sus manos y bueno, era plano, ligeramente marcado por tantos años de ejercicio, al menos algo bueno salió de aquel tiempo.

~ Dash.. 

~ ¿Si?

~ Me estas aplastando - dije queriendo levantarme pero la chica no se movió, solo me sonrió.

~ A mi parecer te ves bastante cómoda - dijo ella y rápidamente sus ojos se llenaron de confianza mientras que mi rostro cambio a una tonalidad mas colorida por decirlo de alguna manera. - Ja! Vamos mira tu rostro, eres tan tierna - dijo ella poniendo una de sus manos sobre mi mejilla.

~ Créeme - dije apartando su mano - soy muchas cosas menos tierna. - gruñí haciéndome la dura.

Ella comenzó a reír suavemente para después inclinarse hacia mi y poner ambas manos a nuestros costados, su rostro y el mío estaban tan cerca que podía sentir nuestra respiración chocando entre sí.

~ Yo creo que si - contestó la ojiverde con una pequeña y ladina sonrisa, dándole un descanso a mi nervioso corazón - como sea, logré mi misión y un poco mas, sin presumir claro. - dijo la chica levantándose al fin y ofreciéndome ayuda.

~ ¿Ah si? ¿Y que misión sería esa? - contesté.

~ Ayudarte a pasar el mal sabor de boca que te han dejado allá abajo. - Y la sonrisa se me borró por unos segundos.- Oye! ¿Qué pasó con esa linda sonrisa? No deberías echar a perder mi trabajo - y ahí estaba de nuevo - Yo estoy de tu lado, también me parece un error que no te lo hayan dicho, en realidad pensé que lo sabías, después de todo Olivia es tu mejor amiga no debería ocultarte esas cosas.

~ Al menos alguien lo entiende. - dije con un tono pesimista y pasando ambas manos por mi rostro.

~ Tengo una idea para relajarnos. - dijo ella tomando mis ambas manos.

[...]

~ ¿Estas segura de entrar aquí?

Después de ese comentario Dash me hizo levantarme y cambiarme a algo mas "apropiado para salir" así que simplemente le hice caso, mejor salir a donde quiera que quisiera llevarme a quedarme en casa para mas drama familiar.

Maldita coincidenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora