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Una vez termine de cambiarme a algo decente pero cómodo para pasar la noche, ya solo me quedaba esperar a que Oli terminara de armar su pequeña maleta de provisiones para entretenernos y comer mientras le hacíamos compañía a Jany, ya que tiene la idea de que si mantiene mi cabeza y mi estómago ocupados, tal vez pueda relajarme, aunque sinceramente yo solo quería dormir un par de horas y descansar mi mente de todo lo que estaba pasando, quería sentirme segura, necesitaba sentirme segura y aunque no me gusta admitirlo, con Vicky cerca me sentía de esa forma, por lo que realmente no me molestaba ir a tomar el lugar de mi padre en el hospital, sé que Jany tal vez se queje un rato por el hecho de tenerme ahí o simplemente no me dirija la palabra pero en realidad no me importa, necesito saber que estaremos bien con ese gigantón y sus chicos, al menos por esta noche.

~ ¿Oye Ally crees que puedas traerme mi portátil? - dijo la rubia notando como mi mente me carcomía en silencio, se que intenta distraerme y se lo agradezco pero de verdad necesito ordenar mis ideas, aunque de igual forma iré por el portátil de la chica, así que asentí. - Gracias, Al. Creo que esta en tu estudio, sobre tu escritorio... Tal vez. - murmuro la rubia pensando en voz alta, quiero suponer.

Y sin mas me levante de mi cama y camine escaleras abajo hasta mi estudio donde efectivamente el portátil no estaba donde la chica me indicó pero conozco a mi rubia, así que con cuidado de llevar un orden y no perderme de nada, comencé a escanear la habitación con la mirada, los estantes en el fondo, el librero lleno de adornos y libros detrás de mi escritorio, la pequeña sala de estar y eureka! el portátil se escondía debajo de uno de los cojines que la chica suele usar para acomodar sus pies en alto.

Tome el aparato, claro que después de haber acomodado los cojines y de haberlos sacudido un poco por pura costumbre, es solo algo que hago, de esas cosas que no sabes bien por que pero las haces de igual forma por que te hacen sentir un tanto satisfecho.

Eche un ultimo vistazo a la habitación, solo por que me gustaba, realmente me gustaba este sitio, disfrutaba mucho pasar tiempo en el, ya sea trabajando o haciendo cualquier cosa, lo que me hizo sentir un tanto nostálgica de aquellos días, no tan lejanos, en los que podía pasar el día entero solo trabajando aquí encerrada y sin tener que preocuparme por el exterior.

Solté un largo suspiro cargado de cansancio, comenzaba a dolerme la cabeza y no recordaba exactamente cuanto había dormido la noche anterior pero estoy segura de que no debió ser mucho tiempo, me senté rindiendome ante el cansancio por un momento, ¿Que daño podría hacer que me siente un segundo? Coloque el portátil en la pequeña mesa de centro de la sala de estar y me recosté en el cuero del mismo, abrazando uno de los cojines.

Estaba por ponerme a llorar otra vez, tan solo torturándome, recordando los buenos tiempos que pase con mi amigo, las noches de películas con su familia, las veces que compartimos chistes, que me aconsejo, que cuido de mi como si fuese mi... No, no puedo con esto, no soy una persona que entienda muy bien el valor que tiene un padre en la vida de las personas, no por que no lo haya tenido, aunque en parte así es, no se lo que es perder a alguien que amas de esta forma, duele, quema el hecho de que jamas volverás a escuchar su voz, que habrá cosas que empezaras a olvidar con el tiempo, su rostro, sus ojos, su mirada, su tacto... Este tipo de perdida es nueva, no es algo a lo que este acostumbrada, si es que puedes acostumbrarte a esto.

Cuando el padre de Oli murió, la chica quedo destrozada, se apago por completo, no comía, no quería si quiera moverse y aunque también fui cercana al hombre jamas estuve igual, por el contrario, la familia necesitaba a alguien fuerte, alguien que estuviera para ellos, que los cuidara y volví de ese mi deber. Nunca llore por el hombre pero no entendía el por que, llegue a pensarme una malagradecida por ello pero de hecho tampoco estoy segura de por que hoy día lloro por esto, no era mi padre, tampoco mi familia pero me amó como si lo fuese y yo a el. 

Maldita coincidenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora