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Yo dormía, de eso estaba segura, el silencio a mi alrededor era perfecto, nada estaba fuera de sitio, no alcanzaba a escuchar las olas del mar, el viento, ni si quiera el piar de los pajarillos de fuera, era un silencio perfecto.

Abrí mis ojos y dirigí la vista al ventanal a un lado de la habitación, el cual ocupaba el sitio de la pared completa, presione un pequeño botón negro en mi mesita de noche y la persiana que cubría el ventanal comenzó a moverse, revelando una hermosa vista al mar.

suspire al ver la calma de afuera, había tanta paz que casi olvido la locura de la noche anterior, mi hermano iba a casarse, y es que ese no era el problema, todo lo contrario, estoy muy feliz por el, en realidad el problema fue lo que me pidió después de invitarme y es que después de 4 años no iba a permitir que esas personas volvieran a hacerme sentir menos con sus miradas y acusaciones.

Me levante de mi cama y tome un largo baño de burbujas, sales, como quieran llamarlo, estuve en mi tina un largo rato, hasta casi hacerme una pasa viviente, yo diría que fueron unas 2 horas tal vez, después de eso me vestí con un conjunto blanco de ropa interior, una hoodie blanca y unos Levis negros, un par de calcetines morados y con calma fui hasta mi cama, tome mi celular y abrí la puerta de mi habitación esperando poder bajar a tomar mi desayuno tranquilamente.

~ Me puedes explicar para que mierda tienes ese teléfono! - me "grito" mi amiga, no entendía muy bien la razón por la que estaba en mi pasillo y mucho menos el por que me gritaba "en susurros" - Llevo 4 horas tratando de contactarte! Te avise que hoy firmarías con Becker! ¿tienes idea de que hora es?

~ ¿Hora de pan con mermelada y café? - ella estaba furiosa y yo solo quería bajar por algo de comer, era mi día de descanso y planeaba relajarme para variar.

~ Es medio dia, Alisson, muévete! ponte algo presentable, el Sr. Becker y el escritor están en tu estudio.- yo rodé los ojos y cerré la puerta de mi habitación.

~ No voy a cambiarme, es mi casa y puedo recibir a mis invitados tal cual estoy - comencé a caminar al estudio - Además vi, me veo genial con lo que use - dije con egocentrismo únicamente para molestarla mas y claro que lo logre, conozco a mi rubia.

Baje las escaleras con mi furiosa amiga a mis espaldas, quise tomar un pan de la cocina pero Oli jalo mi brazo de vuelta al rumbo del estudio, entramos e inmediatamente mi atención se enfoco en las dos personas sentadas en el sofá de piel de mi estudio.

Basta de juegos, hora de ser profesional.

~ Srta. Davis, Buenas tardes, espero no seamos inoportunos pero su agente comento que seria mejor tener nuestra junta en su estudio personal por falta de tiempo. - de nuevo Oli me había salvado de parecer impuntual, no es que suceda mucho pero suelo ser algo olvidadiza cuando de mi agenda se trata.

~ No se preocupe, discúlpenme si los hice esperar demasiado - conteste educadamente, estrechando su mano y los invite a tomar asiento en la pequeña sala dentro de mi despacho. - ¿Comenzamos?

El hombre con una enorme sonrisa comenzó a explicarme los términos del contrato y las secciones obligatorias que deberá llevar el libro, parecía realmente emocionado por empezar a trabajar y eso llamó mi atención, no soy una persona realmente conocida, no es que mi carrera actual me de en verdad mucha fama y dudo mucho que alguien se interese en lo que hago ahora.

Sin embargo comento algo en particular que llamo aun más mi atención, había un segundo contrato en el cual involucraba a la chica sentada a su lado, quien por cierto no había dicho ni una sola palabra, ni sin quiera un saludo de cortesía, nada.

~ ¿Vivirá aquí? - pregunte cortando lo que el hombre explicaba, buscando una explicación de aquello, no es que me molestara, era solo curiosidad.

~ Bueno, es que es necesario ya que la escritora va a escribir sobre su vida actual también Srta. Davis - su voz sonaba insegura, como si tuviese miedo de que rechazara el contrato por eso - todos sus gastos estarían completamente pagados por mi, pero si no le parece bien puedo..

Maldita coincidenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora