25

43 1 4
                                    

Ambas entramos a la habitación y yo rápidamente le puse seguro a la puerta, mis manos estaban temblando un poco y aunque soy consciente del por que pasaba aquello, no quiero caer en ese estado, así que recargue mi espalda contra la puerta y cerré los ojos un momento para respirar profundo y tratar de calmar un poco mis nervios.

~ ¿Ally? - escuche murmurar a la rubia así que abrí mis ojos y al verla el corazón se me hizo pequeño - Perdóname, se que no debí decir nada, n...No se por que lo hice... - musitó la chica con lágrimas corriendo por sus mejillas, las cuales estaba intentando limpiar con sus manos pero le era inútil. - es que ya no aguantaba ver como te trataban, sabes que me mantengo al margen por que es tu familia y se que te duelen pero me canse de que todo lo que hagas esta mal para ellos, no te valoran lo suficiente y y...

~ Oye... - me acerque a ella con una pequeña sonrisa y la guíe para sentarnos en la cama, la pobre chica también necesitaba un respiro, incluso en este momento diría que mucho mas que yo. - tranquila Oli, esta bien, alguien tenía que callarla de una buena vez y me alegra que ese alguien hayas sido tu.

~ ¿No estas... Estas bien? - preguntó Oli algo confundida, sorbiendo su nariz causando una pequeña risa involuntaria de mi parte, usualmente es un acto que suele causarme algo de asco pero en ella me parecía adorable, supongo que tiene talento para ser adorable sin necesariamente intentarlo.

~ ¿Me lo preguntas a mi? Oli tu eres quien esta llorando, linda. - dije tratando de secar algún par de lágrimas de su rostro.

~ Es que vi tus manos... Pensé que ibas a...

~ Yo también lo pensé - le interrumpí, no quería que lo dijese, no quiero que vuelva a preocuparse por eso, suficiente hemos pasado en su momento gracias a mi descontrol. - pero te vi llorando y sabes como odio verte llorar, algo en mi simplemente volvió a conectar con el mundo y eso se detuvo.

~ Te odio tanto, aun al borde de un ataque te sigues preocupando por otros - se quejo la chica escondiendo su rostro entre sus manos logrando parar al fin las lágrimas con una pequeña sonrisa.

~ Me preocupaste - le dije quitando sus manos de su rostro, quería ver sus ojos, quería verla sin aquella tristeza que me apretujaba el alma.

La chica volvió a mirarme en cuanto lo hice y ese bonito brillo chocolate regreso a su mirar junto con una media sonrisa haciéndome sentir una especie de cosquilleo recorrer mi cuerpo, adoraba a esta mujer, estoy segura de eso desde que la conocí, no puedo imaginar mi vida sin ella, bueno, eso es mentira por que si que puedo, estoy segura de que sería bastante aburrida y me habría rendido hace mucho, seria una persona mediocre y conformista que muy difícilmente saldría de su zona de confort.

Es solo que ahora entiendo que tal vez no es solo ese cariño como todos estos años había pensado, ese que sientes por personas que hacen brillar un poco tu vida, tal vez puedo amar a Oli como se que debe ser amada, no hay persona en el mundo mejor que yo para saber como quererla y cuidarla, lo que le apasiona, lo que le gusta, lo que no, lo que la vuelve loca, pues ella es diferente, no hace que mi vida brille un poco, ella la ilumina por completo cuando se encuentra cerca, incluso cuando no lo esta pero su recuerdo se adueña de mi mente.

~ ¿Tengo un moco o por que me ves así? - dijo Oli interrumpiendo mis pensamientos de una manera bastante a su estilo, riendo y tallando su nariz con la palma de sus manos, sabe el asco que me causa ese fluido, incluso en mi misma.

~ Olivia! - me quejé soltando sus manos y empujándola un poco, para después levantarme y pasarle la caja de pañuelos que tengo en el escritorio. - ¿Por que dices cosas como esas cuando estoy a punto de besarte? - dije mientras trataba de no escuchar como limpiaba su nariz.

Maldita coincidenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora