𝑱𝒊𝒉𝒚𝒐
Desperté a la mañana siguiente, era fin de semana libre (o sea, que nos dejaban salir a cualquier hora).
Yo salí por un café, el día estaba muy bueno, así que fue al parque y me senté en una banca. Jeongyeon me dijo que no le diera mucha importancia, pero no podía dejar de pensar en por qué Sana actuaba de esa forma. Mientras pensaba me llegó un mensaje de Ju-won
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—Hola linda, buenos días ^^
Buenos días—
—Supe que era tu día libre, y quería
preguntarte si querías salir a desayunar¿?Lo siento, hoy no estoy de ánimo,— además, hoy me quedé en cama.
—Oh... Bueno, no te preocupes, tal vez mañana...
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Era mentira lo de quedarme en la cama, pero no quería decirle que solamente no tenía ganas de verlo, sí, es mi novio, pero, necesitaba un tiempo a solas.
Fui a desayunar, tenía poco dinero, así que no compré algo demasiado caro. Compré donas, las chicas habían tenido antojo de esto desde hace tiempo, pero no habían comprado. De la nada me empezó a doler la cabeza, era una migraña normal y corriente, pero no era común que me pasara, no le dí importancia y seguí con lo mío.
Mientras caminaba, me encontré con Ju-won, a ver que me inventaba para decirle.
—¿Jihyo?—Se acercó a mí—Pensé que te habías quedado en tu casa...
—B-Bueno, ahí estaba, acabo de salir.
—Ah... Ya veo.
—¿Y tú que haces aquí?
—Bueno, en realidad iba para la plaza, me iba a ver con un compañero del trabajo ahí.
—Ah, bueno.
—¿Quieres que te acompañe a donde vayas?
—No, ve tú a hacer lo tuyo, yo puedo ir sola—El dolor de cabeza me atacó otra vez, simplemente cerré los ojos.
—¿Estás bien?
—Sí, solo es una migraña—Le dí un beso—Te veo después, ya me tengo que ir.
—Ehh, ok...—Me alejé y el siguió caminando, un poco extrañado.
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Sana
Me sentía un poco mal de ignorar a las chicas, pero, aprendí que a veces la ley del hielo cura heridas, lo único malo es que nunca supe con quién tenía que aplicarla.
Estaba en mi habitación cuando Tzuyu entró a decirme que Jihyo había traído donas, la verdad, no tenía ganas de comer, pero ella me convenció. Me levanté de la cama y fui a la cocina, ahí estaban todas sentadas, mi plan era tomar la dona e irme a la habitación de nuevo.
Pensé que cuando tomara el pan, Jihyo haría el intento de hablarme de nuevo, pero me equivoqué, ella me vió y me acercó la caja, la verdad, aunque me ignorara, tenía esperanza de que me hablara, me senté en el comedor con ellas y empezaron a platicar. Nada, ni una sola palabra hacia mí, tal vez ahora si se enojó conmigo, o tal vez solo había aceptado que no le iba a contestar.
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Cuando terminamos de comer, todas se fueron a la sala, solo Jihyo y yo quedamos en la cocina, me acerqué al lavaplatos para dejas mi plato, ya que Jihyo los estaba lavando. Me quedé unos segundos detrás de ella, notó que yo estaba ahí, pero no dijo nada.
Estaba a punto de hablarle cuando volteó a verme, pensé que me diría alguna cosa como "¿Por qué me ignoras?" o "¿Por qué estás así?" Yo qué sé.
—Necesito pasar.—Fue todo lo que salió de ella, me sorprendió un poco, sonaba más seca de lo normal, no me moví, no porque ni quisiera, sino porque me había quedado pensando. Ella solo pasó su brazo a un lado de mi y me apartó para pasar.
Me quedé quieta y me fui a la habitación, tenía todo el derecho de tratarme esa forma, había olvidado el "trata a los demás como quieres que te traten"...
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Pasó una semana, y yo seguía sin comunicarme con Jihyo. Me empezaba a sentir aún más culpable, al mismo tiempo que mi culpa crecía, mi amor por ella también lo hacía. Ella, por su parte, también había dejado de intentar hablarme.
Hasta que llegó un punto en el que ya no podía más, aprovechando que ella y yo estabamos completamente solas, entré a la sala de estar. Ella se encontraba parada limpiando la estantería.
—Jihyo...—Dije, no hubo ninguna respuesta—Jihyo, por favor—Nada—Perdóname.
—...Ok.—Contestó, sin voltearme a ver.
—Te lo digo en serio, ya me di cuenta de que no tengo que culpar a las personas por lo que yo sienta, pero, aunque no me perdones, deja de evitarme, al menos dejame verte el rostro...
Ella solo se dió la vuelta pero no me dijo nada, siguió limpiando.
—Sé que estás haciendo lo mismo que yo te hice, pero, ya entendí, ya aprendí mi error.
—Un error no se aprende en 2 horas, Minatozaki.
—Ya lo sé, pero...—Noté que me había dicho Minatozaki, así me llamaba en la era pre-debut, antes de que nos llevaramos bien, en Corea, se les llama a las personas con su apellido cuando no tienen un vínculo afectuoso o simplemente por respeto—Tienes razón... Iré a mi cuarto, s-si necesitas algo, puedes decirme—Me fui, escuché que ella soltó un suspiro, pero no me di la vuelta.
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Ya de noche, Jeongyeon entró a la habitación, pensé que era para acostarse, pero en realidad era para decirme algo.
—Oye, quería decirte que Jihyo me pidió permiso para dormir aquí, ¿está bien?
—S-Sí, claro.
—Ah, ya hablas, pensé que seguías molesta.
—No estaba molesta, solo no quería hablar.
—Ok, entonces, dejame agarro una manta y me voy a la otra habitación.
—Mjm...
Jeongyeon se fue, y Jihyo entró, ya cambiada preparada para dormirse.
—Hola—Dije, no contestó.—Pensé que no querías verme.
—Y no quiero, solo que duermo mejor en esta cama que en la de la habitación mía—Se acostó de forma en la que me daba la espalda.
—Mmm, no sabía que eras tan vengativa, Park.
—No es una venganza, si lo fuera estuviera bien planeada.
—No me importa lo que sea—Puse mi mano en su cadera, acercandola a mí—Lo que importa es que estás conmigo.
—Sana, en las noches te pones rara.
—Tú me pones así—Dije, en forma de coqueteo, en realidad mi intención no era coquetearle de verdad, sino de broma, cuando la acerqué a mí, no hizo el intento de zafarse de mi agarre o algo así—¿Estás cómoda?
—Tal vez.
—Bien...
Como ya estaba en pijama, no tuve la necesidad de levantarme, al poco tiempo cayó dormida, al igual que yo, toda la noche estuvimos en esa posición, no necesitamos una manta, pues el calor del cuerpo de la otra nos mantenía a temperatura neutra, ni fría ni caliente.
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SUEÑA CONMIGO - SAHYO
Fanfiction-¿𝘗𝘰𝘳 𝘲𝘶𝘦́? ¿𝘗𝘰𝘳 𝘲𝘶𝘦́ 𝘦𝘴 𝘵𝘢𝘯 𝘣𝘦𝘭𝘭𝘢? 𝘔𝘢𝘭𝘥𝘪𝘵𝘢 𝘴𝘦𝘢, 𝘴𝘶𝘴 𝘰𝘫𝘰𝘴, 𝘴𝘶 𝘤𝘢𝘣𝘦𝘭𝘭𝘰, 𝘴𝘶 𝘤𝘶𝘦𝘳𝘱𝘰... 𝘢𝘨𝘩, 𝘺𝘰 𝘭𝘢 𝘢𝘮𝘰 𝘱𝘦𝘳𝘰, 𝘯𝘰 𝘤𝘳𝘦𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘭𝘭𝘢 𝘮𝘦 𝘢𝘮𝘦 𝘢 𝘮𝘪́, 𝘥𝘪𝘫𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘳𝘢...