Confessions // #33

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Jihyo fue dada de alta el 18 de Octubre, para esa fecha, Juwon ya había regresado a Gangdong.

Mientras tanto, a Hyo-ri le hicieron miles de revisiones, gracias a dios, estaba libre de enfermedades.

Sus abuelos la recibieron con los brazos abiertos, siendo su abuelo el más feliz de todos.

-Y no lo querías aceptar-Reclamó la madre de Jihyo.

-Calla, déjame disfrutar.

Sus tías también estaban verdaderamente entretenidas con ella. Cada cosa que hiciera les parecía tierno o divertido.

De la nada le entró una llamada a Jihyo.

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¿Bueno?

ACABO DE VER LA HISTORIA DE JUWON,
¿¡YA NACIÓ!?

Jeongyeon, respira, inhala, exhala...
¿Saben que estas hablando conmigo?

Ni siquiera saben que estoy hablando por teléfono.

Bueno, contestando a tu pregunta, sí.
Nació el 14, o sea, hace cuatro días.

¿¡Por qué no me dijiste nada!? Dios...

¿Querías que te hiciera llamada mientras
sacaba a una niña de mí?

Bueno, cuando lo dices así, se me
quitan las ganas, la verdad.

Y... ¿Cuando vas a venir?

Creo que la semana que viene.

Bueno, ¿cómo está Seoyeon? Creo que ya me la imagino, "¿Eso significa que tuviste sexo?" JAJAJA.

¡Cállate!

¿Pero si estuvo rico o ne?

¡Jeongyeon!

Ya, ya, perdón. Bueno, me tengo que ir.

Ok, bye, hasta luego.

Byee, te quiero.

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En la noche

Jihyo estaba ansiosa por irse, pero creía que Hyo-ri aún era demasiado pequeña para viajar, al menos tendría una semana de vida, estaría un poco más "fuerte", por así decirlo.

Jihyo estaba a punto de sentarse en la cama cuando Hyo-ri empezó a llorar.

—Dios...—Se levantó. —Acabas de comer, ¿tan rápido hiciste del baño?—La tomó y en cuanto lo hizo dejó de llorar. Al parecer solo quería que su madre la cargara.

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Sana

Me senté en la cama de mi habitación, empecé a sollozar. Había tenido una pelea con mi madre por un tema verdaderamente insignificante, la verdad.

Le pedí perdón pero simplemente colgó la llamada. Me sentía mal, verdaderamente mal.

Además, éstos días habíamos tenido prácticas de baile, y la coreógrafa me regaño varias veces por no estar lo suficientemente concentrada. Me equivocaba mucho en los pasos, ¿qué me pasaba?

Tal vez necesitaba dejar de pensar tanto en lo que los demás pensaban de mí, o tal vez simplemente estaba cansada. Por error, tumbé unos vasos que estaban en el escritorio, rompiendolos completamente.

SUEÑA CONMIGO - SAHYODonde viven las historias. Descúbrelo ahora