SUEÑA CONMIGO - SAHYO

#20

Jihyo se despertó de golpe, ya no se encontraba en la camioneta, sino que estaba completamente sola.

Trató de encender la linterna de su celular pero no tenía batería, sintió como alguien puso su mano en su hombro, al mismo tiempo sintió unan respiración detrás de ella, con temor, se dió la vuelta.

—¡AHHHH!

—¡AAAAAAAA!—Gritó Dahyun al escuchar el grito de la mayor.

—¡DAHYUN!—Jihyo abrazó a la menor, Dahyun encendió las luces.

—Me sacaste un pedonón. Dios, que susto.

—¿Cómo llegué?—Preguntó Jihyo.

—Ah, tu novio cuyo nombre no conozco te trajo, estabas toda tiesa y no quise despertarte.

—Ah... ¿Y las demás?

—Todas están en las habitaciones, dormidas.

—Ah, claro.

—Aviso, el día de hoy dormirás con Momo, Sana se quedará con Nayeon.

—Mmm... Espera, ¿Con Momo?

—S-

—Así es mi vida—Se incorporó Momo en la conversación.—el día de hoy dormiremos juntas.

—No por favor, con todas menos con ella, ella da patadas ninja en las noches.

—Vamos, no puede ser taaan malo.

...

Al poco tiempo, Momo cayó rendida en la cama, mientras tanto, Jihyo, se hundía en sus pensamientos.

En realidad, no se sabe que estaba pensando, pero con tan solo decir que derramó algunas lágrimas en silencio nos damos una idea de qué podría ser.

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Sana

Desperté, no podía dejar de pensar en lo que había pasado la noche anterior.

Cuando desperté solo Tzuyu estaba levantada. Planeaba disculparme con Jihyo por gritarle cuando despertara, no sabía que ese momento tardaría tanto.

...

2:03pm, ella y Momo seguían con los ojos cerrados.

—Oigan, como que ya durmieron mucho, ¿no?—Preguntó Mina.

—Tal vez solo quieren descansar.

—Chequen su pulso, ya me dió miedo.

—¡Ay, cállate!—Tzuyu le dió un pequeño golpe a Chaeyoung por lo que había dicho.—Ellas están bien, ¿verdad?

—Claro... Supongo—Dije, la verdad no estaba muy segura, pero después escuchamos un ronquido de Momo.

—Ah... Eso es un alivio.-Dijo Dahyun.

—Sí, lo es... Bueno, ¿quién tiene hambre?

—Sana, en serio, ¿tienes hambre? Literalmente almorzaste como hace una hora y te serviste tres veces.

—Sí, ¿y qué?, ¿acaso no puedo tener hambre?

—No, no ha pasado mucho tiempo desde que comiste, tienes que reposar.

—Chingada madre.—Dije, Tzuyu simplemente abrió los ojos un poco más.—Perdón por decir maldiciones enfrente de la niña.

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