SUEÑA CONMIGO - SAHYO

Fickle Heart // #34

Sana

Me desperté de golpe, ya eran las 11 de la mañana. Aún estaba abrazando a Dahyun, quién seguía profundamente dormida.

Me levanté cuidadosamente, dejándola acomodada en la cama. Me dirigí al baño.

Me miré en el espejo y ví que mis ojos estaban totalmente hinchados de tanto llorar, ambas nos dormimos entre llantos.

Me dí el lujo de tomar una ducha, si tuviera que cambiarme en el baño lo haría, pero mientras pueda hacerlo en el cuarto, me cambiaré ahí.

...

Cuando salí, pensé que Dahyun ya habría despertado, pero no. Estaba dormida aún, en la misma posición en la que la había dejado, tomé mi ropa y me metí al baño de nuevo.

Cuando terminé de cambiarme, salí del baño y me acerqué a Dahyun.

—Dubu...—La moví un poco.—Ya es tarde, vamos a comer algo.

—No tengo hambre.—Dijo en un quejido, para después acomodarse de nuevo.

—..Bueno, yo iré por cereal o algo, ahorita vuelvo.—Salí de la habitación, cerrando silenciosamente la puerta.

—Buenos días, dormilona.—Dijo Momo, quien estaba sentándose en la mesa apenas.

—Sana, ¿Dahyun durmió contigo?—Preguntó Chaeyoung

—Sí, ¿por?

—No, por nada, con razón no se anduvo quejando en la noche.

—Sientense para comer.—Dijo Jeongyeon trayendo un sartén con kimchi y huevo hacia la mesa.

Todas se sirvieron, yo serví dos platos uno para Dahyun y otro para mí, aunque probablemente el de Dahyun tendría que ser guardado en el refrigerador después.

—Extraño a mi mamá postiza.—Dijo Tzuyu, bajando la cabeza.

—Mira el lado bueno, aún te queda una.—Dijo Chaeyoung, refiriéndose a Jeongyeon.

—No hablen de mamás porque lloro.—Dijo Nayeon.

Yo no dije nada, aún no había arreglado las cosas con mamá.

—Ya terminé..—Dije.

—Sana, comiste muy poco..—Dijo Mina.

—No tengo hambre, comeré más al rato, lo prometo.

—Más te vale que no rompas esa promesa.—Dijo Jeongyeon.

—Ajá.—Guardé la comida que me sobró y me llevé el plato de Dahyun a la habitación.

...

—Dahyun, hora de despertarse.—Dije, ella abrió los ojos.—Come algo.

—Quiero dormir más, además, no tengo hambre...

—No cenaste, llevas más de 12 horas dormida, ¿y no quieres almorzar?, eso no es bueno para tu salud. Además, recuerda lo que dijo el médico, "na-

—"Nada de saltar comidas", ya lo sé, me lo has repetido miles de veces, comeré cuando me dé hambre.

—¿Me lo prometes?

—Ajá..—Cerró los ojos de nuevo, cayendo profundamente dormida otra vez.

—Hay cosas que no cambian..—Dije, recordando que en nuestros tiempos de trainees Dahyun hacía totalmente lo mismo.

Me recosté en la cama, no tenía ganas de salir, no quería hablar con nadie. De un día al otro, el silencio se había convertido en mi mejor amigo.

Ni siquiera encendí la televisión ni empecé a ver el celular, solamente me quedé ahí, viendo al techo.