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"¿Mi hogar? Ese siempre ha estado en tu preciosa sonrisa..."


Algunas horas habían pasado desde que Jimin y Yoongi habían saludado a la señora Min; el tiempo se les había ido en pláticas, abrazos y palabras dulces; recuerdos tristes y alegres de su infancia y juventud.

La dulce mujer dio a cada uno su habitación y les dejó libre para que se acomodaran en ellas.

"Salgan a divertirse después de instalarse, por la noche, yo les haré la cena..."

Yoongi se duchó, después de vestirse, se acostó en su cama y se quedó viendo al techo un buen rato.

"Mes a mes vengo a este pueblo, veo siempre los pequeños cambios, pero Jimin no, así que será divertido"

Decidido, se levantó y caminó a la habitación de Jimin, probando si la puerta estaba abierta.

—¿Quieres ir al parque primero? Preguntó, entrando a la habitación sin pedir permiso, dejándose caer en la cama, observando el rostro azorado de su amigo, quien se hallaba sin camisa, el cabello mojado y una toalla ajustada a su cintura.

—Yo, yo... Balbuceó nervioso, intentando tapar su cuerpo de la mirada asombrada e intensa que Yoongi le dio.

—¿Tienes tatuajes? Dijo Min asombrado, viendo el costado y parte de la espalda de su amigo cubierta de hermosos trazos; el chico de cabellos negros, se levantó de la cama, yendo de prisa a la salida de la habitación.

—¿Qué significan? Preguntó el chico sin esperar respuesta. Salió hasta el patio y el pequeño estanque, respirando de forma veloz y sin ritmo; recriminado a su mente su sentir.

"Nunca lo había visto sin camisa, su cuerpo está muy bien trabajado...

¿Por qué me siento así? Yo no debería estar nervioso... Quizá solo sea la impresión, sus tatuajes me han dejado asombrado, ¡Deja de ser tonto Min!"

Yoongi rio estando solo, diciéndose así mismo aquellas cosas.
"¡Claro! eso es, fueron los tatuajes, él siempre se ha ocultado cuando se cambia; me ha sorprendido mucho" "Dios, soy realmente un idiota" "¿Cómo pude confundirlo todo?"

Con aquellos pensamientos, volvió a entrar, sentándose en la sala para esperarlo, abrumado por el vacío que tenia en su interior.

Su teléfono sonó, mostrando el nombre de su novia en la pantalla, haciéndole volver a sus sentidos de forma abrupta.

—Hola Ahreum, ¿Estás bien cariño? Yo también estoy bien, ocupado en una reunión... Volveré a casa en pocos días; cuando vuelva, tú y yo iremos a una cita, ¡También te quiero mi cielo!...

Yoongi cortó, viendo aparecer a su amigo en la sala, listo para irse.

Su cabello rubio alborotado se removió con el viento, dejando en el ambiente la suavidad del aroma a melocotón; su rostro al natural era extraordinario, su piel evocaba la suave y tersa textura del fruto al cual olía; de pronto su boca abultada se movió con lentitud...

Yoongi lo observó, escuchando su nombre en la lejanía, poniendo atención a su belleza, y se preguntó así mismo la razón de no haberle prestado atención desde el principio...

"Siempre he sabido que mi amigo es muy guapo, no es algo que pueda ocultarse, pero han pasado seis años en los que nos hemos visto tan poco qué había olvidado sus gestos, su forma de ver el mundo, no me había percatado que había cambiado tanto, tanto, tanto..."

—Yoongi, ¡Yoongi te estoy hablando! ¿Ya nos vamos? Preguntó su voz subiendo de volumen hasta volverse nítida.

Min Yoongi volvió a su realidad, levantándose, —Lo siento, me distraje, ¿Crees que alguien te reconozca?

Lights, camera and secret love! (Yoonmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora