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Fue por eso que Eva probó el fruto prohibido, volviéndose adicta a su elixir, perdiendo los sentidos y el camino; así como yo te probé a ti y ahora quiero comerte...
Eres mi fruto prohibido, un pecado que yo quiero cometer...

Jimin volvió a casa, el sol caía en la tarde fresca y tranquila, la arboleda que rodeaba su enorme casa alejada del bullicio, perdida entre la vegetación, le dio la bienvenida.

-Hoy no vendrá Yoongi, mañana tampoco; se lamentó al bajar del auto y ver a su bola de pelos naranja buscar a alguien sin descanso.

Seokjin levantó al pequeño gato, -¡No hay duda que lo extrañas! Dijo haciéndole cariñitos en su pancita.

-Sinceramente si- la voz de Jimin se perdió en el viento, al voltearse y darse cuenta que Jin no le hablaba a él.

-Es porque siempre fuimos inseparables, sólo eso.. Murmuró, intentando huir de sus palabras.

-Jimin, no es necesario que ocultes lo que sientes.

Jimin lo vio con angustia, -No oculto nada. Respondió temeroso.

Jin sonrió, -No te preocupes, soy una tumba; él es tu amigo, y su hermano menor es el mío; todos nos volvimos unidos gracias a ti; Jimin no te encierres, puedes hablar conmigo si lo deseas.

-Jin, a veces siento que muero, entonces lo veo, y me siento más vivo que nunca; somos mejores amigos pero mi corazón no desea eso...

Jimin ocultó en lo profundo de su pecho los besos que se habían dado el día anterior, los resguardó como el más grande secreto de su amor, como si fuese una pequeña luz en medio de su alma.

-Jimin, ¿Crees que algo cambie?

Preguntó Jin, pensativo en las conversaciones que había tenido con Jungkook sobre Yoongi y la forma en la que sus ojos se perdían en el actor cuando estaban juntos.

-Seguiré adelante como siempre lo he hecho, no tengo remedio, él no me verá con ojos de amor jamás.

"Quizá sólo sintió deseo momentáneo, aún así, guardaré siempre en mi alma los besos que me dió"

Su mente divagó en pensamientos oscuros,
"Yoongi me besó ayer, ¿Por qué lo seguiría haciendo? Quizá sólo tenía curiosidad, quizá..."

De pronto su corazón se llenó de nostalgia, abrazó a su pequeño Min little prince, y después de despedirse entró a su frío y solitario hogar, plagado de pantallas y cámaras de seguridad a las que sólo él tenía acceso.

Y se quedó pensando en los finos labios que daban suaves mordidas a sus propia boca, y después de dejar caer una lágrima, sonrió de forma dulce y coqueta, suspirando hasta que se quedó dormido.

Aquella misma tarde, Yoongi se había alistado para ir a visitar un potencial cliente del área exclusiva de la ciudad, utilizó un traje formal en tono gris oscuro, sus cabellos sueltos y revueltos lo desanimaron, razón por la cual lo peinó hacia atrás, colocando un pequeño sombrero acorde al traje, viéndose elegante y distinguido.

-Arquitecto Min, ¡Bienvenido! El señor M. Lo espera en su despacho.

Yoongi saludó, levantando el sombrero ligeramente, entrando al lugar finamente decorado, la gracia de la construcción y el diseño le parecieron de muy excelente gusto.

-Un honor y un privilegio que usted, Arquitecto Min, haya aceptado tener una cita, es demasiado difícil el acceso.

Un hombre de cabello gris y ojos azules se puso de pie, parecía de unos cincuenta años, saludó con una reverencia, mostrándose demasiado amable.

Lights, camera and secret love! (Yoonmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora