XII: De vuelta al piso

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Ethan, Vic y yo ya íbamos de camino a "casa". Digo casa entre comillas porque ya no se como llamarla. El viaje es algo raro; Vic, que está en el asiento de copiloto, está muy emocionada por volver, intenta ignorar el tema de Damiano y nunca habla de cualquier cosa relacionada con él, a parte de eso está igual de pesada que siempre, Ethan en cambio está centrado en la carretera y en la conducción, de vez en cuando canta algún pezado de la canción que suene en la radio pero poco más, yo estoy en la parte trasera, en el asiento del medio. No hago gran cosa a parte de pensar en Damiano y en cómo será la nueva convivencia con él. Dudo que salga bien.

Ya en la puerta del apartamento descargamos el maletero y llevamos todas nuestras cosas a la puerta.

Algo nerviosa me pregunto si Damiano habrá llegado ya, o Thomas.. tengo muchas ganas de verle. La última vez que hablamos fue en llamada hace relativamente poco (antes de ayer más o menos) pero ya le extraño además de que hace bastante que no nos vemos en persona.

Veo como Victoria le arranca a Ethan las llaves de las manos y va corriendo hasta la puerta para abrir, yo no me quedo atrás y al conseguir alcanzarla antes de que ella llegue al portal se las consigo quitar. Así estamos "peleandonos" por las llaves hasta que con algo de fuerza bruta terminamos abriendo las dos la puerta a la vez.

Al entrar veo a Thomas pululando por la cocina. A Damiano no le veo, por un momento me alivio de que aún no esté hasta que veo su móvil y su cartera sobre la encimera.

<<mierda>> pienso.

-¡Alda!- Thomi se acerca corriendo a mi y me abraza fuertemente.

-¡Thom!- sentirle es reconfortante así que no me separo de él en un ratito. Vic se nos une al abrazo.

-Hola ehh- le dice ella al rubio.

Nos separamos y dejo que ellos se saluden. Mientras tanto yo miro en todas las direcciones posibles, Damiano aún no ha bajado.

Subo todas mis cosas a la planta de arriba donde me encuentro unos segundos más tarde con Eth, que también subía.

-¿Necesitas ayuda con algo?- Le pregunté. Estoy acostumbrada a que todas las personas de mi alrededor intenten o quieran ayudarme así que esta vez decidí preguntárselo yo antes de que el lo hiciera.

-Tranquila, aunque no me iría mal algo de compañía. Puedo hacerte compañía a ti o ayudarte y cuando termines al revés.

-Si, claro. ¿Vienes?

Entre ambos vaciamos mi equipaje y lo colocamos todo en su lugar. Al terminar hicimos lo mismo con su habitación.

-Por cierto- me dice acabando de poner algunas cosas en su armario.- ¿Has visto a Damiano o aún no?

-Todavía no, y la verdad no se si alegrarme o no hacerlo.

-¿Porqué lo dices?

-Me alegro de no encontrarme con él porque me da miedo de cierto modo, no sé, no quiero encontrarme cara a cara con él, no sabría reaccionar; yo querría reaccionar con una mirada de superioridad y una ignorancia completa, pero se que, si me lo encontrara lo único que haría sería romperme y llorar, abrazarlo y joderme de nuevo. Y luego me entristece la parte de recordar todo lo que ha pasado. Así que no se..

-Bueno tal vez cuando ya estéis acostumbrados a vivir juntos y todo eso podréis perdonaros y estar lo mejor posible.

-Eso si, pero dudo que a este paso eso llegue a pasar.- me tiré sobre su cama, mirando hacia el techo.

-Yo igual sinceramente pero no sé, tal vez en algún momento retomeis vuestra relación, no romántica, ya me entiendes.- Él también se tumbó en la cama

-Te entiendo, no lo sé, ya veremos.

Nos quedamos tumbados en su cama en silencio hasta que la puerta se abre. Una alegre Victoria entra dando saltitos al cuarto y se tira sobre Ethan y yo de forma algo brusca.

-¡Ay!- se queja Eth.

-¡Auch Vic! ¿Que haces?- digo yo también.

-Ya está la cena.- Dice sonriendome.

-¿Y era necesario tirarte encima nuestro para decir eso?

-Claro que si, bueno no, pero lo quería hacer.

-Quita anda- le dice bordemente Ethan mientras la aparta de encima suyo y se levanta.

-Oyee no seas tan borde- se quejó la rubia.

-Ni siis tin birdi- se burla él con la misma expresión sería, parece mentira con esa cara que esté hablando así de infantil.

-Que sepas que acabas de herir mis sentimientos, al menos Alda me quiere.- aún sobre mi me abraza.

-Anda no seas dramatica- dice ya saliendo de la habitación. Vic me mira sonriente unos segundos.

-¿Que pasa?- Le pregunto. Sin decir nada me da un pico y me vuelve a mirar. Una vez más me da otro, luego otro, y así repetidamente hasta que se cansa.

-¿Vamos?- me dice.

-Sí.- después de responder veo que sigue sin moverse. - ¿Vamos o qué?

-Pero llévame tú porfi.- la agarro por alante, con mis manos sujetando sus muslos y me levanto.- Gracias.- deja un beso en mi mejilla y bajamos a cenar.

Ya abajo veo que los tres, sí, incluido Damiano, están sentados en la mesa.

-Por fin- dice Ethan- ya me estaba empezando a morir de hambre.

Dejo a Vic en el suelo y miro disimuladamente a Damiano, queria ver hacia donde miraba. Definitivamente miraba hacia nosotras, con una mirada la cual no fui capaz de descifrar.

La cena fue tranquila; Vic y Thomas tenían buen rollo, Ethan estaba algo malhumorado y Dam y yo estábamos mirando hacia la mesa. Damiano comía, bastante rápido, yo en cambio me dedicaba a mirar mi plato y empujar con el tenedor los nuggets por el plato sin a penas probarlos. La verdad, no quería comer, no me sentía bien ahí, me sentía algo agobiada, observada incluso...

-¿La comida está mala?- me pregunta el cocinero de la cena, Thomas. Me miró algo preocupado. En ese momento sentí la mirada de Damiano clavada en mí.

-No no- dije nerviosa- no es eso, es que no tengo hambre.

-¿Seguro?

-Sí, tranqui.

Todos siguieron comiendo tranquilos y en silencio, excepto Dam, él seguía mirándome a mi. Me sentí incómoda así que decidí salir de ahí. Me levanté de golpe y sin decir nada agarré con ambas manos mi comida y salí al patio. Noté todas las miradas sobre mi, aun así decidí seguir con mi camino.

El patio estaba iluminado por luces y farolas y la verdad no hace casi frío, se nota que el verano llegará pronto.

Me siento en uno de los sofás que hay fuera y comienzo a deborar los nuggets. Sinceramente tenía hambre, solo que no quería comer ahí con ellos.

Después de un rato sale Ethan y se sienta a mi lado.

-¿Estás bien?- escucharlo me hizo sentir peor porqué no, no lo estaba.

-Sí.

-¿Seguro?

Me quedé en silencio un poco, no sabía que responder.

-No lo se.- Eth ya sabiendo que no estoy bien me abraza, envuelve todo mi torso con sus brazos y me tumba con él en el sofá. Así me quedo llorando un rato.

Maneskin 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora