DAMIANO
Hoy me he despertado junto a Alda, como siempre. La he observado mientras dormía un rato y luego me he preparado un café.
-¡Buenos días Damiiii!- Dijo mandrosa detrás de mí. Con las manos apoyadas en el mármol de la cocina me giro hacia ella. Joder... Los shorts de pijama se le ajustan a la perfección a sus hermosas curvas y el sujetador (por que no, no lleva nada más) hace que sus tetas se alcen un poco más. No puedo evitar ponerme duro, aunque a la vez me muero de la ternura, se ve muy linda pero a la vez jodidamente caliente.
-Buenos días preciosa.- Digo sonriente mientras me acerco a ella y la alzo en brazos.- ¿Como has dormido?
-Mmm bien. ¿Y tú? He notado como dabas vueltas por la cama esta noche.
-Bueno, he dormido más que otros días así que no te preocupes.
Sí, tengo bastantes problemas para dormir. Llámale insomnio si quieres. Me cuesta demasiado dormir. Siempre que voy a la cama comienzo a pensar en cosas negativas y no agarro el sueño.
-Sí, Dam, sí me preocupo. Duermes fatal. ¿Por qué es? Puedes contarme lo que sea, lo sabes.
-No es nada, en serio.- Respondí. Me acerqué con Alda en brazos a la mesa de la cocina, donde solemos comer, y la dejo sentada sobre ella. Intento alejarme de nuevo para preparar el café pero me retiene agarrandome del brazo y tirando de mi hacia ella, dejando muy pocos centímetros de distancia entre ambos.
-Dam, sí lo es y estás evitando el tema. Cuéntame, aunque sea una tontería. Estaré encantada de escucharte.
-Bueno, pues cuando me voy a dormir mi mente empieza a pensar en cosas y me comienza a dar ansiedad.- No pensé que sería capaz de decirlo. No es que sea lo más grave de toda la mierda por la que estoy pasando, pero nunca me desahogo con nadie. Tal vez este tiempo en el que estemos aquí es un buen momento para desahogarme con Alda.
-Damiano...- Comenzó a decir lentamente.- Sé a lo que te refieres. A mí me pasaba, mucho de hecho, antes de venir aquí e incluso cuando estaba con vosotros me ha pasado. Y la verdad no sé exactamente qué decirte. Sabes que soy mala para ayudar a los demás pero si quieres puedo decirte que es lo que yo he hecho para dejar de pensar.
>>No sé.- Dijo al instante.- Tal vez a ti no te funciona pero...
-Está bien.- Le interrumpí al ver que se estaba poniendo nerviosa.- Cuéntame. ¿Que hiciste?
Tras unos segundos de pausa comenzó:
-Lo que puedes hacer es ponerte algo en el móvil. Pero no ver Instagram como haces siempre.- Sonreí.- Eso no vale. Me refiero a ponerte algo como música relajante, ASMR o algo así. Yo es lo que suelo hacer cuando duermo sola. Aunque no suele pasar porque cada noche me termino acoplando en la cama de alguien. Aunque ¿Sabes qué? Se me ha ocurrido algo que puedo hacer.
No pude evitar sonreír. Alda se le veía emocionada e interesada por ayudarme, me parece algo muy tierno.
-¿Qué puedes hacer?- Pregunté para que me siguiera explicando.
-Puedo, no sé, si te parece bien...- Dijo poniéndose colorada. Que linda.- Podría hablarte, leerte o cantarte hasta que te durmieras. Una noche ni que sea. Cuidar de ti hasta que descansaras por fin.
Joder... Sin duda Alda es la chica más atenta que conozco.
-No sé...- Dijo avergonzada.- Si quieres.
-Joder, claro que quiero. Me parece genial. Gracias Alda.
...
Como cumplió, por la noche, tras cenar, recoger la mesa y la cocina, asearnos y tumbarnos en la cama, me abracé al torso de Alda mientras me acariciaba el cabello, la espalda y los brazos.
-¿Quieres que te lea algo o te cuento alguna cosa?- Me preguntó.
-Cuéntame algo.
-¿Que quieres que te cuente?
-Una historia.- Dije cerrando los ojos.- De cuando eras pequeña.
Noté como se tensaba. Tal vez no se sentía agusto hablando de su familia, por eso nunca me ha hablado de ellos.
-Está bien. Pues mira. Prácticamente desde que nací, mi abuela por mi cumpleaños me regalaba dinero para ser socios del Zoo de mi ciudad y así podríamos ir cuando quisiéramos. A mi me encantaba ir ahí. Siempre he sido una apasionada de los animales, e ir allí me creaba un montón de recuerdos.
Sonrío al imaginarlo. Me imagino una versión chiquita de Alda corriendo de un lado a otro en el Zoo, viendo todos los animales posibles.
-Cuando tenía unos seis años, mi tía nos invitó a mi madre, mi hermana y a mi a ir con ella y mis primos a un parque de atracciones de Barcelona. Y sí, si te preguntas porqué de Barcelona es que.. yo antes vivía allí.
-Espera.- Dije de repente.- ¿Qué?
Me levanté de un golpe, quedando sentado en la cama y la miré.
-Sí. No os he contado una parte de mi vida, básicamente prefiero olvidarla. Pero vuelve a tumbarte.- Me dijo.- Ahora te lo cuento.
La obedezco y me tumbó de nuevo sobre ella mientras se vuelve a acomodar.
-Yo vivía en España. Soy española de hecho, pero cuando mis padres murieron, yo decidí cumplir mi sueño e irme a vivir a Roma.- Joder, va a ser que el hecho de que Alda me ayude a dormir me va a servir para enterarme de todo. Pero no me lo dijo.. entiendo el hecho de que no lo hiciera pero joder... En todo caso me alegra que se sincere conmigo.- El caso es que cuando fuimos al parque de atracciones me lo pasé tan bien que cambié la suscripción del Zoológico por la del parque de atracciones. Ese lugar se convirtió en mi puto refugio. Me encantaba ir allí. Era como un hogar. Aunque me arrepiento de no haber aprovechado eso más. Por ejemplo, a mi de pequeña me encantaba todo el tema del terror, lo que pasa que me daba miedo entrar al pasaje del terror de allí. Entré una vez, cagada del miedo. Y luego ya dejamos de ir. Ya sabes... pasó todo.
Aunque quisiera negarlo, me estaba quedando dormido. Me interesaba un montón lo que Alda me contaba, y creo que en estos momentos son los que debería ser más maduro, pero joder... que relax.
-Sinceramente, si pudiera, iría a Barcelona e iría a dicho parque de atracciones. Me subiría a todas las atracciones mil veces y entraría al túnel del terror hasta no poder dormir de las pesadillas. Ese lugar me hacía tan jodidamente feliz.- Dijo al final. Me encanta conocer estas facetas de Alda.
Me aferré más a su torso, más a ella. Victoria ya me contó que es perder una madre pero nunca imaginé que Alda hubiera pasado por todo eso que me estaba explicando. Sin decir nada, dejé que me siguiera contando cosas sobre ella hasta que finalmente me dormí.
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Maneskin 2
FanficPara Alda no es tan fácil olvidar a Damiano, está en un limbo entre olvidarse de él o perdonarle. ¿Será capaz de hacerlo? ¿Y que consecuencias tendrá?