VIII: Hora de olvidar algunas cosas

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Al terminar de comer y de pagar decidimos olvidar todo el tema de las "espías" y de Damiano e ir de compras de verdad.

-¿A donde quieres ir?- me pregunta agarrandome de la mano y comenzando a caminar.

-Mm quiero algo de ropa.

-¿Que marca?

-Del Bershka me sirve, no soy como tú, tan exquisita...

-Vamos entonces.

Me probé los conjuntos más putones que había en la tienda. Al final me cogí un top de encaje negro, una falda ajustada y un pack de anillos plateados.

Al salir de la tienda miro a Vic.

-¿A donde quieres ir tú ahora?

-No se, a por algo de cosmética, tal vez.

Fuimos a varias tiendas. Me compré cremas faciales y corporales, maquillaje, mascarillas faciales, jabones.. DE TODO. Porqué... Vicky y yo decidimos hacer fiesta de pijamas esa noche y había que prepararnos.

También fuimos al carrefour y compramos cosas para comer esa noche, lo tenemos todo preparado.

-¿Nos vamos ya?- dice Victoria.

-Sí.

...

Al llegar de vuelta a la ciudad en la que Vic estaba "viviendo" ya eran las 19:17. Decidimos prepararnos para ir a una discoteca un rato, luego pasaríamos por casa de Damiano para recoger algunas cosas que necesitaba para la noche y ya iríamos a su casa.

-Joder estas guapisima- me dice al verme salir del baño con la ropa putona que me compré.

-Tú también, estás genial- ella lleva el mismo vestido que antes pero igual lo tenía que decir porque, de verdad le queda genial.

-Gracias- sonríe un poco.

-¿Vamos?

Al llegar ahí había muy buen ambiente, buena música, alcohol.. Era perfecto para olvidar a Damiano, tenía pensado dedicarle unos buenos tragos, los cuales probablemente me empujen a hacer cualquier gilipollez y liarla mucho, pero era lo que necesitaba.

Vic y yo empezamos a bailar muy pegadas a la vez que cantábamos. No se como terminamos besándonos pero bueno, no me quejo, besa muy bien y está buenísima así que no me molesta en absoluto.

Perreamos un rato, bebimos, nos besamos más, cantamos como locas.. era increíble pero no queríamos pasarnos con la bebida porque Vic tenía que conducir y a mi me sientan fatal los tragos así que decidimos irnos ya y así también podríamos cenar algo.

Salimos de la discoteca y la verdad agradecí bastante el hecho de que haya mucho menos jaleo.

Al llegar a casa de Dam subí sola, ya que Vic decía que no quería molestar ni nada. Yo la verdad no me quería encontrar cara a cara con él, no se como reaccionaría; una parte de mi lloraría y se iría corriendo y la parte afectada por el alcohol le gritar mil cosas en la cara. Así que pensé que lo mejor sería que no estuviera aún en casa.

Abrí cuidadosamente la puerta para que no me escuchara. Y el no me escuchó a mi pero yo a él sí.. más bien dicho a ellos. Los gemidos de ambos inundaban el apartamento. Quería morir, no sabía que llegaría a este puto nivel, me quedé en shock, de pie en el pasillo, sin saber como reaccionar. Me fui de allí, ni cogí mis cosas, no quería escucharlos más. Pero no me fui triste, me fui con rabia, con odio, y odio hacia él y no hacia mi misma, por una vez supe que la culpa era suya.

Al llegar al coche nada más entrar agarré la cara que Victoria y estampé mis labios contra los suyos en un beso muy fuerte.

Nos separamos y me mira a los ojos fijamente.

-¿Que ha pasado ahí dentro?

-Nada, todo bien- miento.

-No está todo bien, ni siquiera has cogido tus cosas. ¿Que ha pasado?

-Entré y.. estaban.. ya sabes, follando...

-¿Te vieron?

-No, ni siquiera les vi yo, solo les escuché.

-Joder Alda.. Lo siento, no mereces esto.

-Ni te disculpes, él hace lo que quiere yo también.

-Di que si, no vas a olvidar esta noche en tu vida..

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