Maneskin 2

XIII: Reflexionando

Ethan y yo dormimos en el patio. Al despertar, a las 6 aproximadamente, tenía un frío de la hostia, así que desperté a Eth y subimos a su habitación a dormir más rato.

El resto del día fue bastante normal, de descanso. Reflexioné un poco sobre Dam y todas esas vainas. La verdad, no puedo negarlo, le echo de menos, y mucho. Pero igual el orgullo me gana, no voy a ir ahora de buenas ni nada, ya por experiencia propia sé que eso me va a hacer más daño todavía.

Thomas y yo decidimos ir a dar una vuelta por la playa, así ambos nos ayudarías con nuestros problemas o simplemente desconectariamos de ellos.

-Es que no lo sé.- le dije- El loud kids gets louder es dentro de poco, entre Damiano y yo hay muy mal rollo, no quiero joder todos los conciertos por eso pero es que se que no saldrá bien.

-Creo que debes de buscar la forma de solucionar las cosas para empezar, buscar la razón por la que no le debes echar toda la culpa a Damiano y validar si debes perdonarlo o no. Tómate tu tiempo, piensa en ti y no te estreses con esto pero debes comenzar a buscar soluciones.

Tiene toda la razón. Damiano en el fondo no tiene toda la culpa pero por ahora no estoy lista, tengo que pensarlo más.

De golpe algo me sacó de mi. Me asusté al notar mi móvil sonar en el bolsillo. Lo miré, era Dam.

<<¿Podemos hablar?>>

Deberíamos hacerlo pero ahora mismo no estoy lista, déjame unos días porfa.

Dicho esto volví a guardar el cel sin dar oportunidad a ver un nuevo mensaje suyo.

-¿Todo bien?- me dice Thom girando su mirada hacia mi.

-Sí, sí. ¿Tú como estás?- dije desviando la conversación hacía él, ya que desde que habíamos salido solo hablamos de Damiano.

-Bueno algo mejor. Esta semana he comido más pero el peso no lo recupero.- Thomas también tiene problemas con la comida, aunque muy distintos a los míos. Ya me di cuenta las últimas semanas de que comía poco y de que estaba muy flaco, así que decidí sacar ese tema uno de los días que salimos a la playa a hablar. Intenté ayudarlo y por lo que se ve, algo mejora.

-No te preocupes, ya verás que si sigues así lo conseguirás. Tú solo no recaigas, si sientes que estás peor solo dímelo porfa.

-Sí, tranquila. Lo siento si te incómoda esto pero ¿Tú con la comida como vas? Casi nunca comes con nosotros, no sé.. ¿Está todo bien?

-Ahora te cuento ¿Nos podemos sentar?- él asintió y nos sentamos en la arena.- La verdad no. Me siento mal cada vez que como pero no puedo evitar hacerlo, recurro a la comida siempre y como no puedo evitar hacerlo ya que me siento mal, lo hago a solas.

-Eso no me lo contaste.- me mira preocupado.

-Lo se, es que no quería... no se, molestar tanto con mis problemas supongo.

-Cuéntame lo que sea, y que sepas que con eso también te voy a intentar ayudar, ¿Vale? Haré todo lo que pueda.

Escuchar eso hizo que mis ojos se llenaran de lágrimas.

-Te quiero- le dije antes de romper a llorar.

-Y yo. Ven aquí.- me abrazó y nos quedamos así, mirando al cielo, hasta que comenzó a oscurecer.

-¿Vamos ya a casa?- Le dije- Está comenzando a hacer frío.

-Claro.- comenzamos a caminar poco a poco, a nuestro ritmo. Y en unos 7 minutos llegamos al piso.

En el salón estaban Ethan y Damiano en el sofá hablando de yo que sé qué de política. Me extrañó un poco ya que en esta casa a nadie le importa mucho la política, pero bueno, ellos sabrán.