VI: Algo está pasando

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ALDA

Al cabo de unos días, mientras me bañaba, decidí reflexionar más sobre todo lo que pude. Hacía casi una semana que me había sincerado mucho con Damiano. No llegué a arrepentirme del todo ya que Dam no había sacado el tema desde entonces. En el fondo lo agradecí.

Damiano ha sido muy comprensivo con todo y conmigo ultimamente aunque también lo noto algo raro. No sé en qué sentido, simplemente algo distante y distraído. Supongo que serán cosas suyas, del palo que no se siente bien en general, espero que sea eso y no nada grave. Tal vez debería hablar con él y confirmarlo.

Al enjuagarme el jabón del cuerpo, saqué el tapón de la ducha mientras el agua se iba por los agujeros. Envolví mi cabello y mi cuerpo con dos toallas y salí de la bañera, de pie sobre la alfombrilla. Me miré en el espejo de en frente de mí. Estaba algo más gorda pero, ¿Qué más da? También tengo un poco más de ojeras que estos días y eso que duermo bastante bien...

-¡Alda!- Me llamó Dam desde el otro lado de la puerta.

-¿Que pasa amor?- Le dije.

-La cena ya está lista, cuando estés ven al comedor. Aunque intenta no tardar, tengo hambre.

Sonreí por algún motivo, no sé por cual. Creo que el hecho de pensar en la situación que estoy viviendo ahora mismo es el culpable. Esta es la vida que tanto deseé esas veces que estaba sola, llorando en mi cama, escuchando como mis padres discutían con mi hermana en el salón de al lado. Esta es la vida que quería tener y por fin la estoy viviendo. 

...

Al día siguiente me despierto, apoyada en el pecho desnudo de Damiano.

-Buenos días amor.- Digo mirando hacia su cara mientras sonrío, recién despertado se ve muy lindo.

-Buenos dias.- Me responde algo raro, más incluso que estos últimos días.

-¿Estás bien?

-Sí, perfecto.- Después de eso se levanta de la cama y sale de la habitación. Está muy raro.

Le sigo hasta la cocina y me siento en la mesa con él y una taza de café en las manos.

-¿Seguro que no pasa nada? Estás raro.- Le miro a la cara y él me mira con algo de pena en los ojos. A Dam le pasa algo, cada vez que evita el tema lo tengo más claro. 

-Sí tranquila es solo que me duele algo el estómago.

-Uh ¿Quieres una pastilla o algo?- Le digo preocupada porque de encuentre mal pero a la vez despreocupada porque no haya pasado nada malo. Como dije ayer, estoy preocupada por si le pasa algo. Mental, quiero decir. Si lo único que le pasa es el dolor de estomago puedo ayudarlo a que se sienta mejor. 

-No, no hace falta, iré al baño y ya se me pasará.

-Está bien.- Decido dejar el tema aunque Damiano está intenjtando evitar el tema y me preocupa un poco. 

De golpe el sonido de una notificación proveniente del móvil de Damiano llena la sala, él lo agarra y la lee, apaga el móvil y lo deja donde estaba.

-¿Quién era?- Pregunto curiosa. Damiano y yo llevamos un tiempo viviendo juntos, no nos ocultamos nada por mayor tontería que sea. 

-Nadie. ¿Qué más da?

-Bueno perdón.- Digo abriendo los ojos exageradamente. Después de eso se levanta dejando la taza vacía en la mesa, ni la recoge ni nada, y se va. Yo hago lo mismo, total, si él no recoge yo tampoco lo haré, es su casa no la mía, no es una preocupación para mí.

Voy hacia la que era mi habitación la primera vez que vine porque quiero un poco de privacidad. Me siento en un rincón del suelo y llamo a Vic.

-Hola mi amor.- Dice con alegría.

-Hola Vicky. Oye, esto...

-Dime guapa.

-Es que Damiano está muy raro estos días, no sé. Había pensado que tal vez pasaba algo por su cabeza que lo hace estar incomodo.- Digo bajito para que no me escuche hablar de él.- Hoy me ha dicho que le dolía la barriga, que era eso pero no sé... no termino de creérmelo, está muy borde conmigo.

-No creo que sea por eso la verdad, aunque tú déjale un par de días y ya veremos si se le pasa el "dolor de barriga" o que le pase realmente.

-Vale, gracias Vicky. A ver si se le pasa, te iré contando. 

-De nada preciosa. Y bueno aparte de eso ¿Qué tal?

-Bien, sí... Más o me...

De golpe Damiano abre la puerta y me interrumpe, probablemente porque ni siquiera sabe que estaba hablando.

-Voy a salir.- Me dice.

-Ehh vale. ¿Con quien?

-Con un amigo, hace mucho que no nos vemos.- <<Bueno, al menos no ha dicho que "no me importa".>>

-Vale, adiós Dam.

Sin ni siquiera despedirse se va.

-¿Alda?- Dice Vic desde el otro lado de la línea-. No sé, yo solo digo: ¿Segura que va a quedar con un amigo? Porque que algún pensamiento extraño pase por su cabeza es normal pero que de repente se comporte así es raro.

-No, la verdad no estoy segura. Es que está muy raro, como si me ocultara algo.

-Bueno déjale un par de días como habíamos dicho. Tal vez te lo quiere contar pero no encuentra el momento.

-No lo sé, ¿Y si le sigo? Suena raro y de acosadora, lo sé pero su coche tiene un rastreador conectado a mi móvil.

-Ay Alda, no sé yo si es para tanto pero vamos... soy tu amiga, así que si necesitas que vaya contigo no me negaré.

-¡Sí porfaaa!

-Vale, voy para allá. 

Justo cuando termino de arreglarme (me puse guapa ya que dijimos Vic y yo de salir todo el día y hablar un poco de otras cosas) Victoria ya está en la puerta.

-Ya bajo.- Anuncio a través del megafonillo del timbre.

Al bajar por las escaleras casi me muero de emoción, no hace mucho que la veo pero aun así la echo mucho de menos. Además hoy está guapísima, lleva un vestido corto y apretado que resalta sus curvas y un ligero maquillaje que le queda genial.

-¡Viiiic!- La envuelvo con mis brazos a lo que ella reacciona abrazándome por la cintura y agarrandome una nalga con su mano derecha.

-Hola mi amor...

-¿Vamos?- Añado al separarme de ella.

-Sí, que si no lo perdemos.- Rió.

Nos subimos en su coche el cual estaba aparcado delante de casa. Me siento como copiloto y le pongo el GPS del coche de Damiano delante a Vic. Aún está en marcha asi que será más fácil seguirlo.

-¿Pongo música?- Dice Vic a los dos minutos más o menos.

-Sí porfa, necesito dejar de pensar.

-Igual tia no te preocupes, seguro que no pasa nada. ¿Que pongo?

-Mm no sé, pon algo que se pueda cantar, no tu musica rara.

-Vale, ignoraré el comentario sobre mi musica. Coge mi móvil y conectalo al coche.

Pongo una playlist mía de canciones canciones en inglés y ambas comenzamos a cantar al unísono cuando suena la primera canción.

Me alegra tener un rato más divertido con Victoria, la echaba de menos. Eso sí, espero que todo sea un malentendido y Damiano de verdad esté con un amigo. Aunque en el fondo no sé, Damiano no parece que vaya a engañarme ni nada. En el fondo confío en él.

Maneskin 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora