Maneskin 2

XXIV: Phoenix 2

No salí de la habitación, bueno, no lo hice hasta que Victoria apareció de repente en la habitación mientras yo me hacía fotos en el espejo del armario.

-Vamos a comer.- Me dijo entrando poco a poco a la habitación. Sentía que había algo de mal rollo entre nosotras, a demás de el hecho de que estaba más distante con ella desde que... vamos, desde que tuve ese sueño.

-¿A donde?- Pregunté sin responderle a lo que me dijo:

-Un mexicano del centro. Laura...- Se cortó al decir su nombre.- Hemos decidido ir allí.- Rectificó.

-Por cierto..- Dijo supongo que para cambiar de tema y que yo no note que la nombró. Odio que hagan eso. Voy a tener que lidiar con ella más de una vez en mi vida, no me voy a morir porque la nombren en una frase.- ¿Estás bien?

-No.- Dije seca, sin mover la mirada del espejo. Victoria se quedó en silencio. Supongo que esperaba que dijera que sí, se lo creería y se largaría contenta porque no ha tenido que decirme nada para animarme, pero no puede decir que no se ha ''preocupado por mi''. Al estar casi un minuto sin respuesta la miro a los ojos con las cejas levantadas.

-¿Por... Porqué?- Logró decir.

-Por cosas como esta. ¿Vamos? ¿O tienes más cosas contradictorias que soltarme?- Agarré mi bolso del mueble del lado de la puerta y salí sin decir nada más, y sin ni siquiera esperarla.

-Alda.- Dijo viniendo detrás de mi. Sin más remedio dejé de caminar y me giré hacia ella.- Lo siento, en serio, ya me conoces, las cosas de empatizar se me dan fatal.

-Victoria, no se trata de saber empatizar, que también.- Puntualicé.- Se trata de tener algo de sentido común. me conoces de sobras, sabes como me afectan dichas situaciones y comentarios, no es tan dificil empatizar conmigo.

-Joder Alda, claro que lo es. ¿No crees que si supiera hacerlo ya lo habría hecho? Ni siquiera te das cuenta de lo que me esfuerzo diariamente por complacer a todos. ''Victoria esto'', ''Victoria lo otro'', ''Victoria lo estás haciendo mal'', ''No necesito tu ayuda'', ''No estuviste aquel día que te necesitaba'', ''Victoria no sabes hacer esto'', ''Victoria eres poco receptiva'', ''Victoria nunca estás a mi lado'', ''Victoria solo estás para salir y pasarlo bien'', ''Victoria, Victoria, Victoria...'' Estoy cansada de dar lo maximo de mí todos los dias y que nadie se dé cuenta. Y lo siento si mi esfuerzo no da frutos, pero es que solo quereis ver el resultado de las cosas. Tal vez no se me da bien empatizar o ayudar a la gente, y joder, lo siento, pero daos cuenta de una puta vez de todo lo que hago.- Dijo. Pude ver como se enrojecían sus ojos.

-Vic. Todos, los cinco, hacemos todo lo que podemos por los demás y por el grupo entero. A veces lo que hacemos no da resultados pero nos esforzamos, que es lo importante y lo que los demás debemos valorar. Te entiendo en serio, pero si tú crees que no te valoro dimelo joder. Porque al igual que tú te esfuerzas por empatizar, yo me esfuerzo por valorarte, Damiano se esfuerza por ser valorado, Ethan por ser escuchado, y Thomas por ser comprendido... Así siempre. Es como una cadena, si tú no consigues algo, el otro pensará que es él quien lo hace mal. Así que confía en mi, dime que eres tú el problema, aunque en realidad lo seamos ambas, dime que lo estás haciendo mal, aunque en realidad solo es que yo no me he dado cuenta de tus logros. Lo siento por mi parte igual.

-Alda... No sé. Necesito algo de espacio.

-Está bien.- Mentira, absolutamente mentira. No está bien. La necesito, la necesito cerca de mi, necesito que volvamos a ser las que eramos hace un mes. Necesito sentirla, tenerla conmigo cada noche, como haciamos antes. Necesito poder perdonarnos y hacer como que ninguno de estos problemas ha existido nunca, hacer como que somos felices juntas.- Lo que necesites.

Fue lo único que dije, lo único que mis labios pudieron articular. Victoria también tenía problemas, ¿No? ¿Para qué querría escuchar los míos?

-Gracias.- Y dicho eso comenzó a caminar pasillo a través. Me siento jodida, rota... Siento como si me hubieran arrevatado una parte de mi. Y sí, solo me ha pedido espacio, pero duele horrible.

...

El restaurante elegido por Laura (Porque aunque Vic no lo admita, lo ha elegido ella), es bastante simple, no es feo, pero es sencillo. Nos sentamos en una mesa de la esquina más apartada que había. A pesar de no querer ni abrir la boca me había propuesto formar parte de las conversaciones para no quedarme apartada.

-Bueno Alda.- Dijo Laura.- Tú y yo hemos hablado poco, ¿Que es de ti?

Al momento sentí todas las miradas sobre mi. ¿Que clase de pregunta es esa? ¿Que quiere que responda?: ¿Es de mi igual que es de los otros cuatro de tú alrededor?, ¿Me gusta cantar?, ¿Ayer comí lentejas?... Chica preguntas concretas, gracias.

-Pues no mucho.- Intenté responder.- Mi vida no es muy interesante.

-Hombre, formas parte de Måneskin, algo interesante si debe de ser.

-No te creas.- Respondí lista para cambiar de tema.- ¿Y tú?

Ahí comenzó a contarme su puta vida entera, que rollazo. Yo asentía con la cabeza o hacía sonidos como: mhm o ajá, aunque en realidad estaba pensando en que cuando volvamos a Los Angeles, ese mismo día me tocará hacer la compra y no me apetece, siendo sincera.

-¿Tú donde vivías antes de unirte al grupo?- Dijo después de un rato de egocentrismo hablando solo de si misma. Le podría contar lo de Barcelona pero ni siquiera lo saben más de una persona en el grupo, ¿Porqué se lo diría a ella?

-Italia.- Respondí basica.

-¿Pues sabes? Tienes como acento español, ¿No te lo han dicho nunca? No digo que tú italiano sea malo eh, pero tienes un acento muy español. Incluso tu rostro.-<< Genial>> Pensé. <<Encima de bocachancla, observadora.>> Noté como el resto, que ya estban formando una conversación paralela, devolvian la mirada hacia nosotras de nuevo, incluso Damiano que ya sabía lo de mi ''pequeño secreto''.

-Pues no, soy italiana. Cien por ciento italiana.

A parte de eso, no tuvimos ninguna otra conversación decentemente interesante. Ni siquiera el concierto fue interesante. Fue otro del montón, sin ofender a nadie. Solo quiero volver a Los Angeles.