Capítulo 5

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Recogieron las maletas luego de lo que pareció una eternidad, Bangchan había pasado todo el vuelo viendo series, habría tenido incluso oportunidad de verse dos temporadas si no le hubiera vencido el sueño.

Felix había pasado todo el vuelo mirando por la ventana y durmiendo, lo contrario que Bangchan ya que el durmió solo como dos horas.

—Al fin llegamos.

Bangchan dejo las ruedas de su maleta tocar el suelo y empezó a andar, se le habría olvidado perfectamente el ordenador en el avión de no haber sido porque Felix lo agarro.

—¿Encontraste un lugar donde quedarte o te rendiste y vendrás conmigo?

Felix había estado buscando durante horas hasta que dio con un precio razonable, no sería la gran cosa, pero para el estaría bien.

—Encontré un apartamento, no es muy grande, pero aún así será suficiente para mi.

Bangchan asintió, necesitaba saber que su amigo estaría bien acogido y eso le tranquilizaba.

—¿Hablaste con tu familia?

Bangchan negó con su cabeza, salieron por la puerta del aeropuerto buscando un taxi.

—Quiero que sea una sorpresa.

—Entiendo.

Se detuvieron en la parada de taxis esperando a que uno llegara.

Felix se sentó en un escalón observando a lo lejos lo que parecía una pequeña autopista, Bangchan se dio cuenta de la ausencia de su amigo así que fue a ver cómo se encontraba.

—Felix.

Bangchan se detuvo a su lado, Felix levantó su cabeza para poder observar bien a Bangchan.

—¿Estas bien?

Felix asintió, no podía despegar su mirada de la autopista, sorprendido por la cantidad de coches que iban y venían, Bangchan miro hacia donde Felix lo hacia, espero a que Felix hablara.

—Parece una ciudad movida.

Bangchan colocó su brazo en su cuello rascando la parte trasera.

—Seh, parece que hay bastante gente, pero hey, no te desanimes, pronto iremos juntos a la universidad.

Felix asintió con su cabeza de acuerdo.

Un sonido de sorpresa salió de la boca de Bangchan.

—¡Corre!

Felix miró rápidamente hacia arriba, no sabía que ocurría pero estaba asustado tal vez.

—¡¿Qué pasa?!

Bangchan agarro corriendo su maleta.

—¡Un taxi!

Todo por una maldita apuestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora