10. Reencuentro

1.1K 111 38
                                    

Hyunjin hizo escasos minutos hasta el departamento del rubio, el portero no dudo en dejarlo entrar al reconocerlo como el hombre que había ayudado a Felix.

Apenas tocó la puerta está fue abierta con rapidez y Felix se lanzó a sus brazos temblando.

—¿Qué pasó? —Lo arropó contra su pecho —¿Estás bien?

—Tengo miedo —tirito —, mucho miedo.

—Ven —Los adentro al departamento —, tranquilizate porfavor. Estás a salvo.

—¿Y si vuelve? —Lo volteo a ver con pánico, aferrándose a sus brazos mientras se sentaban en el sillón —¿Qué pasará si vuelve por mi?

—No lo hará —aseguro —, te lo prometo. Confía en mí.

—No quiero estar de nuevo encerrado —Nego frenéticamente con la cabeza —. Ya no más.

—Tranquilo —Lo cómodo sobre su pecho otra vez —. No volverás a pasar por eso. Te prometo que él no vendrá por ti.

El mejor que nadie podía asegurarlo.

Felix siguió temblando en sus brazos por unos largos minutos en los que Hyunjin solo se dedico a acariciar su espalda y cabeza, dándole confort.

—Tienes que dormir —hablo el mayor despues de un rato —, vayamos a acostarte en la cama.

—Pero tengo miedo de quedarme solo —Se aferró más a él —, por eso te llamé. Intente dormir, pero cada que cerraba los ojos pensaban que él vendría y me llevaría otra vez. O que ésto era un sueño y despertaría de nuevo en ese cuarto sin poder ver el sol, solo esperando a que él volviera y me... —las palabras murieron en su boca ante el amargo recuerdo.

—Ven, yo estaré contigo —Se levantó del sillón atrayendo a Felix hacia arriba —. No me iré y estaré cuidando de ti.

—¿Seguro?

—Seguro —afirmo y ambos caminaron hacia el cuarto del rubio.

Hyunjin ayudo a Felix a acomodarse entre las mantas y después se acostó a un lado a petición del menor, quién no lo dejo irse al sillón como sugirió una vez lo arropó. Aúnque él se mantuvo sobre las mantas para darle algo de espacio.

—Duerme —acaricio su cabello —, yo estaré aquí, cuidándote.

Felix medio sonrió antes de cerrar los ojos e intentar dormir. Pasaron unos cuentos minutos antes de que pudiera lograrlo, pero las pesadillas lo inundaron al poco tiempo haciéndolo sudar y hablar entre sueños.

—¡No, no quiero! —decia con miedo mientras se movía en la cama con sudor escurriendo de su frente —¡Déjame no me toques!

Pequeñas lagrimas salían de sus ojos cerrados bajo la atenta mirada de Hyunjin. A éste lo comía la culpa por dentro, cuando lo secuestro no pensó en las consecuencias que le traería al rubio, solo pensó que completar su plan y en nada más.

Y ahora que era consiente del sufrimiento que causó, solo podía sentir culpa y dolor por causarle tal daño a su querido ángel.

Con el corazón oprimido Hyunjin lo consoló poniéndolo en su pecho, susurrando palabras tranquilizadoras logrando con eso que al fin se quedará dormido sin volver a despertar.

—Estás a salvo —susurro por último —. Jamás volveré a hacerte daño. Te lo prometo.

 Te lo prometo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
PerdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora